El acervo del cineasta Felipe Gregorio Castillo fue donado a la Filmoteca de la UNAM

Pertenece al papá del ingeniero Heberto Castillo Martínez, y se compone de diversos documentos, objetos e imágenes que aportan mayor conocimiento de la cinematografía mexicana de los años 20, 30 y 40

Nacido en una familia donde eran comunes el arte y la política, el arquitecto Heberto Castillo Juárez, académico también de esta Universidad e hijo del ingeniero Heberto Castillo Martínez, consideró de suma importancia donar el acervo de su abuelo, Felipe Gregorio Castillo a la Filmoteca de la UNAM y que pueda ser consultado por especialistas y público en general de manera libre y gratuita.

“Mi padre y mi abuelo eran de la idea de que la verdad no es absoluta, es relativa y tiene que ser colectiva. La UNAM permite eso. Es un lugar plural y por eso me parece muy bien que el archivo de mi abuelo se encuentre aquí”, expresó Heberto Castillo Juárez.

Felipe Gregorio Castillo fue realizador, productor y funcionario público. Cercano a la figura del presidente Lázaro Cárdenas, realizó el corto La transmisión pacífica del poder, sobre la toma de posesión de este último. Tuvo a su cargo la Sección de Producción Cinematográfica del Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad, donde se producían materiales audiovisuales de propaganda. Ahí dirigió cintas de valor documental sobre aquel gobierno como las siguientes, de 1938: La nacionalización del petróleo en México, respaldo del pueblo al gobierno, México y su petróleo o Los niños españoles en México. Produce, escribe y dirige el melodrama de 1942 María Eugenia, segunda cinta de María Félix. Más tarde produce algunas comedias de enredos como Cuide a su marido (1949), dirigida por Fernando Soler. Fue miembro fundador de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas.

Arquitecto Heberto Castillo Juárez. Fotos: Barry Domínguez.

El arquitecto Heberto Castillo nos describe el acervo, del que tenemos delante una parte. Cientos de fotografías del gremio artístico, de los rodajes, documentos personales, contratos, algunos libros escritos por Felipe Gregorio Castillo, preseas oficiales, acreditaciones, entre otros.

“En María Eugenia filmó planos interesantes de la huasteca veracruzana. Defendía mucho la idea de filmar en exteriores. Creo que hubiera filmado muy bien documentales de ambientalismo, los paisajes, etc. Mi abuelo era un persona autodidacta pero con gran talento.”

Por su parte, Hugo Villa, director de la Filmoteca de la UNAM, destacó que el acervo de Felipe Gregorio Castillo “nos lleva por la construcción de instituciones públicas del cine mexicano. Nos remonta a finales de los años veinte, treinta y cuarenta, cuando el Estado no sólo fomenta la producción cinematográfica sino su supervisión como entretenimiento masivo y popular. Esa parte es valiosa, interesante y nos ayuda a recorrer el camino de cómo se filman los primeros documentales sobre grandes proyectos hídricos o sobre la gran epopeya de la nacionalización del petróleo en el sexenio del presidente Cárdenas, y como se ubica en la imaginación del pueblo mexicano, además de cómo se expande la importancia del quehacer cinematográfico en nuestro país, tanto en el ámbito privado como en el público”.

Antonia Rojas, jefa del Centro de Documentación de la Filmoteca, señaló que el paso siguiente después de una donación es “el compromiso. El compromiso con las colecciones, con cada documento, con los donantes y, sobre todo, con enriquecer el acervo y cumplir con nuestra función de rescate y de divulgación. Después de eso ya viene estabilizar las colecciones, hacer un inventario minucioso y catalogar. La labor del donante y la nuestra tiene sentido cuando un investigador viene y encuentra lo que busca, o por lo menos, indicios de lo que quiere”.

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