Coloquio de Filosofía del Cuerpo
El arte, alimento del ser humano
El neoliberalismo salvaje, un sistema que todo lo infecta, lo devora: Jorge Volpi
Para cerrar el Coloquio de Filosofía del Cuerpo: El Alimento entre el Instinto, el Arte y la Barbarie, una iniciativa de la Cátedra Extraordinaria Gloria Contreras en Danza y sus Vínculos Interdisciplinarios, Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural, disertó sobre el arte y la cultura como nutrientes esenciales para el espíritu.
En su charla intitulada Los Alimentos de la Percepción: El Arte como Nutrición Íntima y Social, y a partir de las preguntas que le formularon Raissa Pomposo, coordinadora de la Cátedra Gloria Contreras, y Adriana Dowling, profesora de danza clásica y contemporánea, dijo que para seguir vivos, además de la comida, necesitamos de ese otro alimento que son la cultura y el arte, y que sin duda ambos han sido esenciales para convertirnos en seres humanos. “No son accesorios o algo de lo que podamos privarnos”, a riesgo de morir de inanición artística, consideró.
Para el novelista, la existencia de todo aquello que nos rodea es una experiencia interna, lo que se complementa con la parte estrictamente corporal desde la que obtenemos información para llevarla al cerebro. “El cuerpo es justamente esa enorme variedad de órganos que nos permite aprender la información que nos llega del mundo… Creemos que existe el mundo, y quien nos dice que es así es el cuerpo. Cada roce, cada sensación es a través del cuerpo. Somos mente y cuerpo que le da información a la mente”.
Volpi planteó que en un sentido simbólico todos, sin excepción, somos caníbales, ya que de cierto modo devoramos lo que vemos de los otros a través de nuestros sentidos, es así que somos capaces de inventarlos y darles vida. Ejemplificó con la literatura: “Los escritores nos dedicamos a canibalizar la vida de los otros. Devoramos historias y nos las apropiamos para luego contarlas”.
Consumo extremo
Respecto a un comentario de Raissa Pomposo sobre cómo el sistema capitalista devora todo lo que toca, Volpi señaló que venimos de una tradición falsa y poderosa de que el arte se hace por el arte, pero la realidad es que llevamos muchos años en este neoliberalismo salvaje, un sistema que todo lo infecta. “El neoliberalismo lo devora todo, todo lo regurgita y termina aprovechándose en este sistema de consumo extremo donde se privilegia el egoísmo”.
Enseguida, expresó que con el arte está sucediendo algo muy similar que con la comida rápida, al eliminarse su disfrute. Apuntó que obras artísticas, que ahora llamamos contenidos, se producen rápidamente y se llevan de forma inmediata al mercado para que, a igual velocidad, se consuman. “Consumimos funciones de teatro, danza y música con rapidez a través de la pantalla, las devoramos, nos entretienen y de inmediato buscamos la siguiente experiencia. Lo que antes se hacía reflexivamente y se apreciaba, ahora queda en un vaciarse rápido para pasar al siguiente contenido”.
Agregó que la pandemia nos ha puesto en una especie de supermercado gringo con cientos de ofertas, y es así que estamos frente a las pantallas. Indicó que se nos presentan una infinita variedad de productos de los que podemos consumir cualquiera, causando en nosotros ansiedad y angustia al tomar una decisión entre una gran cantidad de opciones.
Comentó que este mismo proceso de aceleración ha trastocado la figura de autoridad del crítico de arte, la cual en un tiempo se reemplazó por la sabiduría de las masas que calificaba con cinco o menos estrellas una obra artística, hasta otro tipo de figura que es de más actualidad, horizontal, banal y superficial: la de los influencers, que concibió como la retroalimentación de la fama. “Son como la comida rápida, que antes de que uno la reciba se convierte en papilla”, sostuvo el autor, quien prefiere aquellos libros que uno come lentamente. “Son mucho más significativas las lecturas lentas para disfrutarlas todo el tiempo”, recomendó Jorge Volpi previo a brindar con sus entrevistadoras por un arte y una cultura nutrientes del espíritu.