Expresión cultural de México

El arte de comer insectos, muestra en el Antiguo Colegio de San Ildefonso

En el país hay más de 500 especies comestibles: chapulines, chinicuiles, gusanos de maguey…

México es el país que tiene más insectos incorporados a su cocina, se estima que hay más de 500 especies comestibles entre las que destacan los chapulines, las hormigas chicatanas, los gusanos rojos y blancos de maguey, actores principales de la exposición El arte de comer insectos, que alberga el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

La exhibición fue inaugurada por el rector Enrique Graue Wiechers; el coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán Kermez; el titular de la Coordinación de Difusión Cultural, Jorge Volpi Escalante; la subsecretaria de Diversidad Cultural de la Secretaría de Cultura federal, Natalia Toledo; el coordinador ejecutivo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, Eduardo Vázquez Martín, y el presidente del patronato de ese mismo recinto, Julio Serrano Espinosa.

En nombre de la Universidad, Jorge Volpi dio la bienvenida a esta propuesta museográfica que conjuga elementos del arte, la ciencia y las ciencias sociales para mostrar que los insectos son parte de la cultura tradicional mexicana y se han convertido en una posibilidad a futuro de alimentación no sólo para nuestro país sino para el mundo.

“Los insectos son objeto del análisis científico, social e inspiración constante para las artes, y en la muestra se refleja esta enorme cantidad de conexiones”, destacó el escritor.

A su vez, el exrector José Sarukhán subrayó: El arte de comer insectos refleja parte de una expresión cultural de México que no hemos sabido valorar ni utilizar como elemento distintivo de la nación. Resignificar la tradición de comer insectos lleva intrínseca la valoración de conocimientos ancestrales que son producto de la relación con la diversidad biológica.

En tanto, Eduardo Vázquez Martín indicó que la muestra también evidencia que los insectos son parte importante de la vida en el planeta a partir de su papel como polinizadores, que forman parte del patrimonio histórico de México y nuestra memoria cultural.

Asimismo, se plantea la propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de replantear nuestra manera de comer, y los insectos son una gran fuente de proteína y una alternativa de alimentación en el futuro, pero que está envuelto en la deforestación, el abuso de pesticidas, la contaminación de la tierra, entre otros riesgos.

En la inauguración estuvo también Carmen Tostado Gutiérrez, coordinadora de Exposiciones y Registro de Obra del Colegio de San Ildefonso y curadora de la exposición, quien dirigió un recorrido por las salas que la albergan.

Permanecerá hasta el 2 de febrero de 2020. Fotos: Juan Antonio López y Erik Hubbard.
Permanecerá hasta el 2 de febrero de 2020. Fotos: Juan Antonio López y Erik Hubbard.

Culinaria mexicana

El arte de comer insectos es un recorrido histórico de la presencia y relevancia de estos pequeños animales en la culinaria mexicana, lo mismo que una aproximación estética a nuestro universo gastronómico, el cual entrelaza los caminos de la cocina, arte, biología e historia.

¿Qué comemos y por qué lo comemos? ¿Cómo se crían, cultivan y procesan? ¿De dónde vienen los ingredientes? ¿Cuál es su historia? Son algunas de las preguntas que se responden en esta exposición en la que dialogan los lenguajes artísticos.

La muestra integra 180 obras procedentes de 23 colecciones. Se pueden admirar piezas arqueológicas, fósiles en ámbar, cajas entomológicas, ilustraciones científicas, óleos, grabados, obra en técnica mixta, objetos de época, fotografías y video de autores como Silvia Andrade, Santiago Arau, Abelardo Ávila, Ariel Guzik, Gabriel Figueroa y Ángeles Garduño, entre otros.

Además, se exponen seis obras recientes de Francisco Toledo, quien contribuyó con el desarrollo creativo de la exposición que abrió al público ayer 9 de octubre y cerrará el 2 de febrero de 2020, de martes a domingo, de 10 a 18 horas.

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