Lucero Mendoza, alumna de la Facultad de Psicología
El canotaje me ha hecho una mujer fuerte
Ganó el Premio Universitario del Deporte 2020, incursiona en el alto rendimiento y es instructora
A los 12 años de edad se inició en canotaje, deporte que no le gustaba hasta que comenzó a ganar tanto competencias como amistades. Actualmente, se encuentra orgullosa de no haber desistido en esa disciplina que le ha aportado grandes valores en su vida, pese a los comentarios que recibía cuando era más pequeña.
“Antes me decían que estaba chiquita y que no podía hacer ciertos ejercicios o que no podía ganar por ser mujer. Entiendo que sí hay distinción entre hombres y mujeres, pero ahora es gratificante saber que el canotaje me ha hecho fuerte y madura en distintos aspectos de mi vida.”
Su jornada es de seis a 23 horas. El hangar 5 de la Pista Olímpica de Remo y Canotaje Virgilio Uribe, en Cuemanco, es donde pasa gran parte de su día. Ahí ha entrenado desde que emprendió el viaje en su deporte. Dedica cuatro horas de la mañana a sus entrenamientos, que a lo largo de la semana cambian, según el trabajo en el cual sea conveniente enfocarse: correr, ir al gimnasio, hacer acondicionamiento físico o remar, esta última actividad es la que más disfruta hacer.
Por las tardes vuelve a Cuemanco, para ser auxiliar de entrenadora en canotaje. “Me toca enseñarles a mis compañeros, ayudarles en su técnica, aportarles algo de lo que he aprendido a lo largo de estos años en esta disciplina y, sobre todo, a las mujeres, mostrarles que confíen en ellas mismas, ya que es parte vital del deporte”, comparte Lucero Mendoza, quien además invita a las mujeres a que practiquen este deporte, y que lo hagan porque les gusta, sin importar lo que digan los demás.
Hay momentos en que el agotamiento es demasiado, aunque se ha acostumbrado a que le duelan los músculos por el esfuerzo que realiza en sus rutinas. “Me motiva querer ser una mejor deportista. Si voy a hacer algo, lo voy a hacer bien, voy a dar lo mejor de mí para conseguirlo”.
Oportunidades
Además del canotaje, otra de sus pasiones es su carrera académica en psicología. En las noches, cuando ha terminado gran parte de sus labores, se dedica a investigar y escribir su tesis, que habla del proceso de reclutamiento, selección e integración de personas con discapacidad en el trabajo. Al concluir comenzará una segunda carrera académica: Relaciones Internacionales.
Mendoza Calixto, quien en un principio competía en la especialidad de kayak, ahora hace canoa, una modalidad que antes sólo era para hombres. Las oportunidades en los deportes se están abriendo para el ámbito femenil, poco a poco mujeres como ella deciden cambiar de especialidad y probar en categorías nuevas dentro de la misma disciplina.
Por ahora, su meta es mantenerse este año en la selección nacional mexicana de canotaje, ya que en 2023 habrá eventos importantes como el Panamericano y el Centroamericano. Al final del día, al hacer una introspección, asevera que está completamente satisfecha con lo que hace. “Es gratificante ir a la cama con la reflexión de que estoy haciendo lo que me gusta, que diario estoy en lo que me apasiona hacer, estoy agradecida y sólo puedo decir que soy feliz con esto”, finaliza.
