Visita de Nebojsa Slijepcevic
El cine croata en la UNAM
Srbenka, documental que explora el racismo y la xenofobia de los nacionalismos
¿Qué pasa cuando el racismo, xenofobia y el discurso de odio de los nacionalismos trascienden a las generaciones? ¿Qué pasa cuando pese a toda lógica y sentido común, el mal está más que interiorizado en nuestros cuerpos y en nuestras mentes? ¿Qué pasa cuando el arte –en este caso cine y teatro– nos remueve todo?
En el marco del Festival de Cine Documental Ambulante y en coordinación con la Cátedra Ingmar Bergman, la película croata Srbenka fue proyectada en la Sala José Revueltas del Centro Cultural Universitario para hacernos pensar sobre el tema.
Al finalizar, la reflexión continuó de la mano del director del documental, el cineasta de origen croata Nebojsa Slijepcevic, además de contar con la presencia de Rubén Ortiz, creador escénico mexicano cuya investigación se centra en el papel social del teatro, y de Dubravka Suznjevic, traductora serbia de la editorial Sexto Piso.
Srbenka es un filme muy particular. Básicamente, Slijepcevic toma su cámara y se mete al teatro donde un grupo de actores y su director ensayan Aleksandra Zec, la cual relata el brutal asesinato de una niña serbia de 12 años de edad a manos de cinco militares croatas.
La obra de teatro, dirigida por Oliver Frljic, otro polémico creador croata, plantea un desafío para todos los involucrados pues el guion los confronta con su pasado, con su racismo y su xenofobia, con la forma en cómo fueron educados sobre la guerra de la antigua Yugoslavia en los años 90 del siglo pasado y cómo encaran el nuevo auge nacionalista en su país.
Dilema existencial
¿Eres croata o eres serbio? El dilema existencial que representa dar respuesta a esa pregunta aún pesa en Croacia, incluso para quienes nacieron después del conflicto bélico. La cinta retrata de una manera muy íntima, profunda y original el trauma de los nacionalismos que aún duelen, que aún provocan lágrimas y quiebres.
En el conversatorio, Slijepcevic habló sobre lo importante que fue para él retratar las reacciones de los actores durante los ensayos de la puesta en escena. Las caras, gestos, dudas y discusiones de ellos y del director Frljic fueron capturadas con unos maravillosos close up y unos zoom que los desvestían hasta el alma. “Me impactó la carga emocional de toda la obra”, señaló. “El drama estaba adentro de sus cabezas”.
“El cine muestra lo que el teatro calla”, indicó Rubén Ortiz, quien aplaudió el trabajo de Slijepcevic y aprovechó para hacer hincapié sobre la urgencia en México de una dramaturgia que aborde las discusiones públicas y encienda a la gente.