No contagiar, principal instrucción
El coronavirus exige extremar precauciones
Cuidado especial a mayores de 65 años o con enfermedades crónicas
La epidemia de coronavirus mantiene preocupados a todos, dijo Alejandro Macías, infectólogo y egresado del posgrado en la UNAM. “Es importante recordar que hay una nota inicial de tranquilidad: con la información que contamos sabemos que 80 por ciento de quienes se infecten no tendrá un problema serio y algunos incluso no lo van a notar; menos del 5 por ciento tendrán una enfermedad grave, que pueda requerir manejo en unidades de cuidado especializado. Pero que nadie se equivoque, nos enfrentamos a una de las mayores crisis de salud en generaciones y no debemos minimizar el problema”.
“Si dejamos al virus a su evolución natural, sin extremar precauciones, podríamos llegar a condiciones críticas y al colapso del sistema de salud y de las instituciones sociales, como está ocurriendo ya en varias partes del mundo. Si enfermas procura no contagiar a los demás, quédate en casa a una sana distancia de la familia, y sólo en caso de gravedad acude al médico. Recuerda que las áreas de espera y atención médica son en este momento un riesgo para la salud.”
Conviene, abundó, que los adultos mayores de 65 años se mantengan en casa en todo lo posible, así como las personas con problemas crónicos del corazón, de los pulmones, con DM, obesidad, cáncer, en diálisis, o quienes están recibiendo medicamentos para deprimir su inmunidad, así como quienes sufren padecimientos reumáticos o esclerosis múltiple.
“Debemos mantenernos informados de las indicaciones de la autoridad de salud pues ésta debe ser la guía de mayor credibilidad. Acatemos sus recomendaciones.”
Además de informar constantemente, la autoridad tiene mucho que hacer. Una de sus guías es el resultado de las pruebas de laboratorio que le sirven como instrumento de navegación para medir la actividad en todo el país. La autoridad de salud es la principal encargada de preparar los hospitales y sus áreas críticas para que puedan contender en los limites de lo posible con la intensificación de la epidemia.
El personal de salud es el frente de batalla de una enfermedad así. “Para quienes formamos parte de él hay la doble responsabilidad de cuidar de los otros y de nosotros mismos. Apeguemos estrictamente nuestro trabajo a las buenas prácticas de protección personal. Es fundamental cuidar de nosotros mismos para poder mantener el cuidado que la sociedad nos requiere”.
La situación es difícil, “pero enfrentémosla con ecuanimidad; el temor es natural y todos lo tenemos, pero no caigamos en el pánico que paraliza. Somos una nación fuerte y habremos de superar este inmenso reto”, subrayó.