Integrante del equipo de lacrosse
El deporte, una ventana al mundo: Julieta Pérez
La alumna de Historia resalta el valor de la familia en su formación académica y atlética
Viajar a diferentes lugares del planeta es la más grande pasión de Julieta Pérez Hernández, alumna de la carrera de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, e integrante del representativo femenil de lacrosse de la UNAM, quien, gracias a sus estudios académicos y a la práctica de esta disciplina, puede hacer realidad los sueños de su niñez.
“Desde que era muy pequeña, mis padres me han llevado junto con mi hermano a recorrer el mundo, y la forma que he encontrado para continuar descubriéndolo ha sido con la licenciatura en Historia y con la práctica del lacrosse”, afirma la jugadora puma luego de resaltar el valor de la familia en su formación como persona, atleta y estudiante.
Aunque cuenta con experiencia en este deporte a nivel universitario y ha sido llamada a la selección mexicana de lacrosse, Julieta Pérez sabe que para mantenerse en las convocatorias al representativo nacional y competir en torneos en el extranjero debe superarse constantemente.
En enero de 2020, ella y otras cinco felinas: Andrea Carrillo (Facultad de Química), Haydee Rodríguez (Ciencias), Samantha Lobato (Filosofía y Letras), Alma Romero (Ciencias Políticas y Sociales) y Saraí Hernández (Asociación de Lacrosse de la UNAM) fueron llamadas a la selección con miras al mundial femenil que se realizaría en Estados Unidos 2021, luego de que el conjunto auriazul se proclamó campeón de la Liga Universitaria de Otoño 2019.
Y llegó la pandemia… Pero ella no se venció y ve en el confinamiento una buena oportunidad para entrenar fuerte en casa, aprovechando el encierro y usándolo como trampolín para alcanzar un nivel más alto como jugadora e individualmente.
“Cuando entré al equipo veía a las demás y me sentía incapaz, me preguntaba por qué no podía hacer ciertos movimientos o técnicas. Sin embargo, por medio de la constancia y el trabajo, incluso durante este encierro, pude notar que sí podía hacer las cosas. En definitiva soy otra persona comparada con la que inició la cuarentena”, comparte la universitaria.
A bajarle las revoluciones
El aislamiento social para impedir una mayor propagación del SARS-CoV-2 también le ha inculcado a Julieta Pérez la virtud de ser paciente y, al mismo tiempo, le ha enseñado no exigirle de más a su cuerpo.
“A bajarle las revoluciones cuando es necesario, porque el cuerpo no aguanta estar siempre entrenando al máximo; tuve hasta una tendinitis rotuliana debido a que no descansaba. Todo esto es aprendizaje, es algo positivo que le veo al confinamiento”, asevera la alumna de Filosofía y Letras.
Su dedicación cuando tiene un objetivo en mente es tan grande que traspasa las barreras de la normalidad. Un ejemplo es que, además de ejercitarse en línea con el resto de la escuadra de lacrosse de la UNAM, es guiada por una preparadora física que encontró en su propio hogar: su tía.
“Me considero una persona que le da con todo cuando se propone una meta. Además de mis prácticas con Pumas, en casa hago trabajo físico con el apoyo de mi tía, que se dedica a ello”, concluye.