Recorrido guiado
El Espacio Escultórico, un lugar de vida y silencio
No es fácil encontrar un sitio donde el arte, la ciencia y las humanidades coexistan: Soledad Funes, coordinadora de la Investigación Científica
Es la memoria de lo incandescente que ha dejado una dermis pétrea con grietas lávicas, espacio público, reserva natural del magma volcado hace más de dos mil años. Quizá por eso Hersúa, uno de los seis coautores del Espacio Escultórico, dijo a paso firme que las grandes obras de arte no envejecen.
“Cuando vengan de preferencia háganlo solos, porque únicamente así somos completos. Si estamos con alguien nos tenemos que dividir y el Espacio Escultórico es un sitio de soledad, de silencio y no hay nada más creativo que eso”, agregó el artista ante una nube de jóvenes que lo rodeaban.
Es una visita guiada con autoridades, creadores, integrantes de la comunidad universitaria y de la Fondazione Benetton Studi Ricerche que confirió el Premio Internazionale Carlo Scarpa per il Giardino 2023–2024 al Espacio Escultórico del Pedregal de San Ángel, inaugurado hace 45 años. La delegación italiana delató su sorpresa renovada con la frase: “¡Lo Spazio Scultoreo!”
El recorrido se inicia con la propuesta de imaginar lleno de vida este anillo dentado, compuesto por 64 módulos o prismas de hormigón que emergen de una base circular de 120 metros de diámetro con casi 93 metros de interior de lava negra y tezontle molido.
“Es un ecosistema relicto, uno de los que han desaparecido en Ciudad de México. Lo que conserva la UNAM es el último de matorral xerófilo que hay en esta urbe. Lo demás es el pedregal que va hacia las montañas, ya cubierto por un bosque de encinos. Con una alta biodiversidad, permeabilidad al suelo, literalmente es una coladera que mete toda esta agua al manto acuífero. Es una zona de recarga importantísima con paisaje espectacular, peculiar, enigmático, reconocido por Diego Rivera, el Dr. Atl, fotógrafos y arquitectos”, dijo Pedro Camarena Berruecos, arquitecto-paisajista de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA).
Ya sumidos en esta “olla pétrea”, una textura erguida y dócil apareció ante el capricho de las grietas: una orquídea. Y fue entonces cuando desde la altura Silke Cram Heydrich, secretaria ejecutiva de la REPSA la identificó: “Es del género Zephyranthes; es terrestre, sale únicamente en época de lluvias, donde hubo mucha agua. Es una de las características del ecosistema del Pedregal, en el que hay una combinación de plantas típicas de sistemas xerófilos secos, porque además ahí se ven unos cactus”.
La también investigadora del Instituto de Geografía aseveró que la orquídea requiere ambientes muy húmedos; fue provista por la rugosidad de la roca volcánica que permite hondonadas, sitios planos, así como condiciones diferenciales de temperatura, humedad y luz. Eso da la posibilidad de que se instalen diferentes especies.
Al recorrido asistió también Soledad Funes Argüello, coordinadora de la Investigación Científica, quien compartió su alegría por “el reconocimiento a la labor cotidiana que la Universidad ha hecho desde hace varias décadas en un espacio donde uno se reencuentra con la naturaleza, en el que uno aprende que somos parte de ella, que tenemos que respetarla y podemos coexistir con ésta de una manera armoniosa y respetuosa”.
Resaltó: “No es fácil encontrar un sitio donde el arte, la ciencia, y las humanidades coexisten, y es aquí. Es parte de la riqueza que tiene la UNAM y de la que somos responsables todos”.
En esta actividad, también promovida por el Festival Cultura UNAM 2024, es acompañada por su coordinadora, Fernanda Becerril, y por Luigi Latini, director de la Fundación Benetton y presidente del Comité Científico del Premio Carlo Scarpa, junto con Patrizia Boschiero y el director de cine Davide Gambino.
Ante la “pietra vulcanica”, concluye Luigi Latini: “El concepto de la obra es una pregunta sobre el futuro del paisaje. No es solamente un tributo artístico, un trabajo colectivo, no es una disciplina única, el arte, la botánica, el diseño urbano o la antropología… Es todo eso. Ese es el motivo por el cual elegimos este lugar para reconocerlo. Los visitantes no sólo son los expertos en lugares históricos, sino que hay también estudiantes, quienes representan el futuro de un paisaje que tiene que cambiar”.