Problema mundial de salud pública
El insomnio crónico y prolongado puede ocasionar la muerte
En México 30% de la población lo padece; para descansar bien deben cumplirse las cinco fases del sueño
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el insomnio está incluido entre los mayores problemas de salud pública en todo el mundo. Sólo en México se calcula que 30 por ciento de la población lo padece, informó José Halabe Cherem, académico de la Facultad de Medicina.
En promedio, el ser humano debe dormir ocho horas diarias. Sin embargo, el número puede variar según la edad. En el caso de los jóvenes menores de 21 años tienen que descansar alrededor de nueve horas, porque todavía se encuentran en desarrollo, mientras que los adultos lo hacen en menor medida, con cinco, seis y siete horas.
En el ciclo del sueño hay cinco fases. Las primeras tres se refieren a un sueño ligero, donde el cuerpo aún no descansa por completo, apenas se concilia el sueño y los movimientos oculares son muy lentos o casi nulos.
Todas son importantes: “Si nosotros dejamos, en un momento determinado, de pasar a la fase cuatro y a la cinco, y nada más estamos en las primeras tres, nunca descansaremos y la gente puede morir por insomnio”, puntualizó el universitario, y detalló: “Hay experimentos muy viejos en gatos, en donde les colocan electrodos y no les permiten pasar a la fase cuatro y cinco y los gatos mueren por insomnio”.
Diversos estudios han mostrado que dormir menos de cuatro o cinco horas al día aumenta 12 por ciento el riesgo de muerte y es que, aunque parezca imperceptible, ciertas funciones como el juicio o la memoria se podrían ver afectados. Y eso es sólo al principio, pues con el paso del tiempo, las consecuencias por no dormir lo necesario serán mayores, advirtió, al referirse a las personas que padecen este trastorno de forma crónica y muy prolongada.
A pesar de que el sueño es fundamental para un estilo de vida saludable, se ha comprobado que las sociedades modernas duermen cada vez menos, debido a diferentes factores como condiciones médicas, ambientales y los propios trastornos de sueño.
Causas extrínsecas
El también presidente de la Academia Nacional de Medicina de México señaló que este trastorno puede desarrollarse por causas extrínsecas como la higiene inadecuada del sueño, es decir, el no contar con una buena cama o iluminación, el uso de fármacos sedantes y estimulantes, la ingesta de alcohol y los factores ambientales, como el ruido de una construcción o una fiesta.
A la larga, no tener un sueño reparador, dormir poco o no hacerlo, tiene ciertas repercusiones clínicas como una mala calidad de vida, irritabilidad, disminución en el entusiasmo, problemas en comprensión, entre muchos otros. Además, el insomnio también puede afectar el desempeño laboral, acelerar el surgimiento de enfermedades metabólicas y reducir la expectativa de vida.
Dormir bien es vital para la salud de una persona, por lo que se recomienda mejorar algunos hábitos para gozar de un sueño profundo y reparador:
- Acostarse y levantarse a una misma hora.
- Evitar las siestas prolongadas durante el día.
- Limitar la ingesta de alcohol, cigarro y bebidas con cafeína al menos cuatro horas antes de acostarse.
- No utilizar la cama para otras actividades como leer, estudiar, comer o trabajar.
- Evitar la estimulación luminosa brillante de los dispositivos electrónicos antes de ir a la cama.
Recuerde que si tiene insomnio o cualquier otro trastorno del sueño, puede acudir a la Clínica de Trastornos de Sueño de la UNAM, donde le realizarán un diagnóstico y le proporcionarán un tratamiento adecuado. Para más información puede comunicarse al teléfono 5623 2690 o en la página de la clínica: http://clinicadelsueno.facmed.unam.mx