El Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) fue la primera entidad en estudiar de forma profesional los fenómenos sociales en México. Surgió el 11 de abril de 1930, en un contexto muy particular: un año antes fue la crisis de 1929 y nuestro país estaba en plena etapa posrevolucionaria, con una serie de demandas colectivas, económicas, políticas y jurídicas.
Lo que sucedió a partir de esos momentos, señala Marcela Amaro Rosales, directora del IIS, fue que el presidente Pascual Ortiz Rubio expresó a la Universidad la necesidad de una colaboración más estrecha entre el gobierno y la institución para contribuir al país, no solamente en la reconstrucción y la paz, sino además en el análisis de los grandes problemas nacionales y en la generación de información “técnica” que permitiera tomar mejores decisiones.
A partir de esta petición, agregó en entrevista, la Universidad creó bajo el mandato del rector Ignacio García Téllez el Instituto de Investigaciones Sociales, el primero antes de que existiera el Subsistema de Humanidades en la Universidad.
El Instituto ha significado para la Universidad el primer espacio donde el conocimiento en ciencias sociales y humanidades se fue profesionalizando hacia la investigación, añadió. “Y no solamente se profesionalizó, sino que además nació con una característica fundamental, que es la multidisciplina y un enfoque claro en el estudio de los fenómenos sociales basado en el bienestar colectivo”.
Amaro Rosales, doctora en Ciencias Sociales con especialidad en Economía y Gestión de la Innovación, afirmó que el IIS surgió con la característica de integrar perfiles multidisciplinares –politólogos, economistas, juristas, historiadores, sociólogos, antropólogos– que permitiesen aportar soluciones a la sociedad.

Para la Universidad ese fue el primer esfuerzo de institucionalizar la producción del conocimiento científico con impacto social, acotó. “Esto tenía un objetivo muy claro: la Universidad no solamente tiene que analizar a la sociedad, sino también contribuir con propuestas para que esas problemáticas encuentren mejores caminos”.
Es muy importante que lo producido no se quede para el autoconsumo universitario, sino que vaya más allá de nuestros círculos y redes más cercanas”
Esa relación tan cercana de ciencia y sociedad nos ha marcado, abundó. “A nivel de la región de América Latina ha sido fundamental. Han habido muchísimas aportaciones del conocimiento que desde el Instituto se han tejido a partir de redes de colaboración muy cercanas con otros países, con otras universidades; y además los objetos de investigación dejaron de ser, en algún momento, únicamente nacionales”.
Ejemplo de ello es la migración; tema que se investiga en el IIS desde hace mucho tiempo. “Y eso traspasa fronteras, y ya no puedes únicamente estudiar lo que sucede en la frontera norte o sur”.
Destacó la universitaria: “Es muy importante que lo producido no se quede para el autoconsumo universitario, sino que vaya más allá de nuestros círculos y redes más cercanas, que pueda traducirse y transmitirse a la sociedad, lo que significa contar con investigación de frontera y estudios que finalmente traten de resolver problemas sociales”.
Cabe mencionar que el Instituto mantiene una firme convicción de que el conocimiento que allí se construya tenga impacto en la sociedad. “Y de la misma forma que ésta y se transforma, el IIS hace lo mismo. Por ello se han integrado nuevos temas que nos atañen como la sostenibilidad, el género y la tecnología”.
Marcela Amaro refirió que pronto se lanzará una nueva revista, en colaboración con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso México), sobre democracia en Latinoamérica. “Se hará sin idealizar un modelo, sino preguntándonos desde las ciencias sociales: ¿qué está ocurriendo?, ¿cómo y hacia dónde están evolucionando las democracias en el mundo? Esta revista es sin duda un claro ejemplo de una de las temáticas nodales en el IIS que nos sigue planteando nuevas interrogantes que vale la pena analizar.