El Museo de la Luz refuerza la enseñanza a distancia

El Museo de la Luz, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, colabora con el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) en el desarrollo de materiales de divulgación y de apoyo a la docencia en la modalidad a distancia mediante plataformas digitales.

Esta cooperación, explicó el físico José Ramón Hernández Balanzar, director del recinto, surge de la necesidad de contar con productos que sean útiles, que refuercen la enseñanza de las ciencias y que no sean de relleno o poco relacionados con los planes de estudio. Por el contrario, la meta es que los profesores del bachillerato universitario establezcan qué requieren y que se elaboren los materiales en conjunto.

La emergencia sanitaria “nos tomó por sorpresa; no estábamos preparados para dar clases por medios electrónicos”, dijo. Por ello, “los docentes hoy necesitan elementos que aporten a la enseñanza y permitan acercar la ciencia a los alumnos; y por qué no, despertar vocaciones”.

Así, los “preparamos ex profeso para ellos, con base en el plan de estudios, con contenidos originales y atractivos acordes con los temas que los profesores imparten y tomando en cuenta las inquietudes de los estudiantes. Pretendemos que por medio de la divulgación de la ciencia de calidad, y ante una avalancha de información de todo tipo, la infodemia es también un virus muy contagioso al que tenemos que combatir”.

Este programa del Museo de la Luz ha sido adoptado por el CCH para que, en sus cinco planteles, sea una actividad en días y horarios establecidos, indicó José Ramón Hernández.

Visitas guiadas, conferencias…

La colaboración comenzó el mes pasado y se extenderá durante todo el ciclo escolar. Se trata de visitas guiadas, conferencias cortas, demostraciones y talleres sobre asuntos relacionados con el fenómeno de la luz, desde la transversalidad de la ciencia, el arte, la tecnología y la historia, así como la proyección de videos alusivos a los contenidos del recinto y recomendaciones de documentales cinematográficos.

Los materiales se refieren a cuestiones de interés para las ciencias; es decir, física, biología y química, pero también las asociadas con las humanidades. Se busca usar un lenguaje cercano, claro y comprensible.

“La luz no sólo tiene que ver con la óptica, la refracción o la reflexión, sino con todo, incluidos temas sociales; ella puede ser fuente de energía y vida, mensajera para entender el universo, o estar vinculada con la salud o el arte.”

Se entiende a la luz desde la física por su interacción con la materia, apuntó el académico, pero también se enlaza con la tecnología; con aspectos sensoriales, vivenciales y emocionales, o con los ritmos circadianos. Y la salud, la ciencia y la innovación son asuntos que se abordan en el bachillerato.

El director señaló que los materiales pueden ser la introducción o punto de partida para explicar una clase o para discutir una asignatura. También se propicia el trabajo manual; por ejemplo, los alumnos pueden construir un caleidoscopio o una lámpara de lava.

Hernández Balanzar recalcó que, aunque el CCH tiene un canal interno de Facebook donde se cuenta con una programación por días y horas de los productos, eso no quiere decir que profesores de otras instituciones no puedan entrar a ese apoyo educativo.

Están disponibles en línea, en la página del sitio y en sus redes sociales, por lo que puede acceder a él cualquier persona interesada, estudiante o profesor, en cualquier parte del mundo. “Pretendemos que sirvan a la mayor cantidad de gente, y que aun en esta situación el museo se mantenga vivo”.

El director del espacio museográfico ubicado en el Antiguo Colegio de San Ildefonso anunció que también se ha establecido diálogo con la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), para determinar en qué aspectos necesitan respaldo sus profesores.

La planeación de las actividades de vinculación con el CCH y la ENP de igual forma se hace con relación a temas sugeridos en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Unesco.