Silencio Radio, documental de Juliana Fanjul

El periodismo es una actividad irrenunciable para una sociedad informada: Aristegui

El filme aborda el golpe de censura contra la comunicadora y su equipo en 2015

En el documental Silencio Radio, de Juliana Fanjul, miramos los días posteriores a la salida de la periodista Carmen Aristegui y su equipo del programa de radio que tenían en MVS. En las manifestaciones, afuera de la estación o cuando se la encontraba en la calle, la gente se acercaba y le decía: “estás en mis oraciones”, “qué mujer tan valiente”, “te admiro”, un catedrático le dijo que era una inspiración para su clase.

Aristegui dice en entrevista con Gaceta UNAM que estas muestras de apoyo eran el entendimiento de lo que significa la censura, “el entendimiento de cómo una sociedad agraviada históricamente, respecto al tema de las libertades y los medios de comunicación, no quiere más periodistas acosados, censurados, perseguidos”. La sociedad sabe que los periodistas son necesarios para estar informados y “por eso cuando tuve la experiencia entrañable de personas que se acercaron, que nos dieron mensajes solidarios, que decidieron acudir a tribunales, me sentí respaldada. Imagina lo que representa todo eso precisamente para alguien que trabaja para la audiencia, para un equipo de personas que sabemos que nuestra razón de ser es hacer cosas para las personas, para el público, para la audiencia. Qué sentido tendría hacer periodismo si no hay alguien que lo lea, alguien que lo vea, alguien que lo escuche. No hay razón de ser si no está la sociedad ahí, no hay razón de ser si no hay público que esté interesado en lo que publicas, en lo que dices, en lo que aportas de investigación, de análisis, de crítica. Esa conexión que se dio entre personas que sintieron ese golpe de censura contra los periodistas como un golpe a ellos mismos y a ellas mismas es el mejor retrato de una sociedad viva, el mejor retrato de una sociedad que sabe que el periodismo es una actividad irrenunciable para una sociedad informada. Dentro de lo malo que estaba pasando, también pasaban cosas buenas y dentro de ellas estaba esto”.

Foto: cortesía Juliana Fanjul.

Aristegui también tuvo una sensación de fuerza cuando vio que miles de personas decidieron acudir a los tribunales como audiencia, para “tratar de hacer valer sus derechos. Fue emocionante, estimulante, nos dio gran fuerza y nos habló del entendimiento que tiene la sociedad mexicana de la importancia del periodismo”.

Riesgos inmensos

Por su parte, Juliana Fanjul afirmó que “los mexicanos estamos escasos de figuras que representen esa condición de ser incorruptible, de mostrar esa valentía, de continuar haciendo lo que se quiere hacer y lo que se debe hacer a pesar de los riesgos inmensos como los que han enfrentado Carmen y su equipo”.

Aristegui añade: “¿En pleno siglo XXI estábamos viviendo una historia de censura? Pues sí, porque efectivamente no se ha logrado en este tiempo relativamente moderno desarticular esa manera de relacionar a los poderes mediáticos y políticos y acaba habiendo esa franja de discrecionalidad para decirles: te quito o te doy una concesión, te aumento o no tu publicidad gubernamental”.

En el documental miramos las entrañas de lo que en ese entonces era el nuevo proyecto del equipo de Carmen Aristegui, su portal de noticias. Fanjul charla con dos de los periodistas que lo conforman: Rafael Cabrera y Juan Omar Fierro. Los dos cuentan las secuelas del acoso por sus trabajos periodísticos: daños en la salud mental, angustia, miedo. Fanjul le pregunta a Fierro si está dispuesto a morir por su trabajo. Al periodista se le quiebra la voz y dice: “no merezco morir por mi trabajo”. La cineasta tuvo acceso a las entrañas del nacimiento del portal Aristegui Noticias, documentó una de las irrupciones de personas desconocidas que dañaron las instalaciones, pero también esos momentos de satisfacción cuando, después de un año 10 meses de haber sido silenciados, salieron al aire de nueva cuenta. Quedan enmarcadas en su documental unas palabras de Aristegui: “No podemos dejar que pase el silencio. No nos puede ganar el miedo”.

Los realizadores de este documental escogieron a la UNAM para presentarlo. El evento se realizó el jueves 20 de enero en la Explanada de la Espiga del Centro Cultural Universitario, con la presencia de Carmen Aristegui, además de organizadores de Difusión Cultural de la UNAM y Filmoteca UNAM.

En la página https://artegios.com/ se pueden consultar las 33 salas de cine mexicanas donde se exhibe.

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