Mesa de discusión México-Argentina
El reto, mantener y perfeccionar la educación híbrida
Deben analizarse las propuestas en dos vertientes: qué temas se podrían impartir a distancia y cuáles de manera presencial
El inminente regreso, en forma escalonada, de los sistemas educativos a clases presenciales pone de relieve la necesidad de revisar las normativas, estrategias y disponibilidad tecnológica que las universidades ofrecen a educadores y alumnos, consideraron expertos reunidos por la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC).
Arturo Muñiz Colunga, titular del Departamento de Planeación y Desarrollo Tecnológico de la DGTIC, destacó que una de las primeras reflexiones que se deben realizar en la currícula es si algunos temas se pueden impartir a distancia, de forma sincrónica o asincrónicamente; con qué habilidades se cuenta y cuáles tienen los alumnos, así como la infraestructura disponible.
El maestro en Desarrollo y Planeación de la Educación, al participar en la Mesa de Discusión México-Argentina ¿Qué son las modalidades híbridas?, dijo que en la DGTIC se han hecho propuestas para el regreso a las aulas y se sabe que es un problema complejo, porque depende de cada institución, de sus lineamientos, las asignaturas y otros factores.
Durante el encuentro, realizado en ocasión del XIII Aniversario del Seminario Moodle UNAM-México, Muñiz Colunga se preguntó qué hacer ante la inminencia de una modalidad híbrida. “Recomendamos tomar como base el plan de estudios previo a la pandemia, 99.9 por ciento estaban revisados y aprobados. Hay que basarse en esos objetivos, además de analizar las propuestas en dos vertientes: qué temas se podrían impartir a distancia y cuáles de manera presencial.
Con él coincidió Rubén Edel Navarro, experto de la Universidad Veracruzana, quien agregó que al transitar hacia un rediseño o resignificado de la currícula en las escuelas se debe considerar que los usuarios demandan un compromiso social importante, y más vale estar preparados para responder con la calidad que exigirán.
La telesecundaria es uno de los modelos híbridos con varios años en función en nuestro país, en este caso más de cinco décadas, por lo que hablar del tema no es nuevo, pero la razón de ponerlos en primera línea fue la pandemia.
Para el especialista, “no le hemos tomado el pulso” a la mediación tecnológica para comprender de qué manera podemos sacar su mayor potencial.
Agregó que en las instituciones se piensa que al tener ciertos recursos tecnológicos, como una plataforma web, automáticamente se transforma en educación híbrida; nada más lejos que eso. “Es un gran avance, pero nos dimos cuenta que al final del día eso es sólo un recurso”.
Para Edel Navarro la enseñanza híbrida puede ser un recurso espectacular, pero no es suficiente porque las experiencias educativas tienen diferentes dimensiones: la tecnológica –o los materiales que se ponen al servicio del proceso de enseñanza-aprendizaje–, la administrativa, la logística, la pedagógica-didáctica, además de las competencias digitales de docentes, administrativos y estudiantes.
Transición pospandemia
Silvia Alejandra Andeoli, directora general del Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía de la Universidad de Buenos Aires, dijo que Argentina enfrenta la transición a la pospandemia, por lo que docentes y autoridades reflexionan sobre la permanencia de una educación híbrida.
“Primero se apela a la presencialidad, como en las prácticas más tradicionales, pero acá está pasando algo diferente: vemos de qué manera la práctica digital permea las prácticas de enseñanza y nos instala en un escenario de estabilidad”, comentó la especialista en educación preescolar.
La principal disyuntiva, comentó, es pensar en las interrelaciones como el rol entre el docente y los educandos; es decir, en actividades que promuevan que el alumno participe activamente y generen narrativas de participación interactiva.
“Muchos docentes de la universidad quieren capitalizar todo lo trabajado, lo recorrido, en cuestiones de experimentación masiva, que implicó el uso de tecnologías para la mediación pedagógica, y otros quieren volver a lo presencial, lo que conocían previamente. Lo interesante es capitalizar esa experiencia y pensar en propuestas híbridas”, dijo Andeoli.
A esto se suman las normas y reglamentos para aprobar una materia o carrera, pues éstas fueron certificadas para su impartición de forma presencial pero la contingencia las ha llevado a la virtualidad, por lo que muchas instituciones se encuentran ante el reto de recertificar estas mismas carreras para su enseñanza en línea.
Los expertos coincidieron en señalar que la primera lección que deja la contingencia sanitaria es que las modalidades híbridas funcionan, pero para su permanencia se requieren destrezas digitales en diferentes dimensiones, las cuales se relacionan con lo cognitivo, procedimientos y actitud.