Cuando una mujer se embaraza se genera la expectativa de tener un bebé sano y la mejor atención médica, pero con la pandemia por la Covid-19 surge la incertidumbre y factores de estrés que hacen el trabajo de los obstetras más importante que nunca.
Esos especialistas atienden a la mujer durante uno de los periodos de mayor vulnerabilidad dando acompañamiento y orientación durante la gestación, parto y puerperio, preparándola para la maternidad, la atención del recién nacido, así como la salud reproductiva.
En el contexto del Día Mundial de la Obstetricia (31 de agosto), María de los Ángeles Torres Lagunas, jefa de la División de Estudios de Posgrado de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, explicó que la pandemia evidenció la necesidad de fortalecer la cultura del cuidado prenatal, el acompañamiento y la orientación para reducir factores de riesgo, y detectar a tiempo aquellos casos que requieran de atención hospitalaria.
“Cuando te embarazas, tu imaginario es que tendrás un bebé sano, que estará tu pareja en el nacimiento y todo marchará bien; no obstante, de repente, aparece una pandemia. En este contexto la incertidumbre hace que se tengan factores estresores. Más por el hecho de ir a una institución y el riesgo de que se pueda contraer alguna infección”, dijo la especialista en el cuidado materno-infantil.
De ahí, que los obstetras han hecho uso de herramientas como la telemedicina o la atención remota ya sea a través de WhatsApp o vía telefónica para las consultas de seguimiento del embarazo, pero para la mujer que tiene más de 37 semanas el manejo es diferente, pues debe acudir cada ocho días a revisión médica y a todas se les realiza la prueba para saber si tienen Covid-19.
Miedo al contagio
Nidia Rivas Flores, enfermera obstétrica egresada de la Universidad Nacional, comentó que ante la pandemia los médicos también han debido romper la barrera del miedo al contagio, pues su labor es empoderar a la mujer embarazada al darle orientación y tratar de resolver sus dudas.
“Previo a la crisis sanitaria teníamos dificultades para que todas las mujeres tuvieran los servicios de salud y ahora esto lo dificulta más. En el caso de las que sí accedieron, ahora hay menor cantidad de consultas, no pueden venir acompañadas, deben usar el cubrebocas, lavado de manos, alcohol, gel”, detalló la profesional adscrita al Instituto Nacional de Perinatología.
La Organización Panamericana de la Salud alertó a sus miembros que las mujeres gestantes están en mayor riesgo de desarrollar una forma grave de la Covid-19, por lo que recomendó dar oportuna atención prenatal y poner mayor cuidado ante signos o síntomas de esta enfermedad; además de mantener comunicación constante, sea virtual, presencial o domiciliaria, si el caso lo amerita.
Atención en casa
La pandemia lleva a considerar, precisó Torres Lagunas, que el cuidado prenatal debería efectuarse principalmente a domicilio, pues el profesional podría primero ofrecer la orientación básica a través de videollamadas, y desplazarse a los hogares cuando se requiera explorar el crecimiento del vientre de la mujer, pesarla y hacer revisiones básicas, para ver a tiempo cualquier inconveniente.
En caso de detectar alguna comorbilidad, deberían ser atendidas ya en un hospital, pero, en 80 por ciento de los casos, el bebé y la madre tienen buena condición de salud, por lo que el parto podría ser en casa.
A su vez, Rivas Flores mencionó que si bien, desde hace tiempo México ha realizado importantes esfuerzos para capacitar mejor a las parteras tradicionales, la actual pandemia ha hecho que un mayor número de mujeres busque servicios de partería local o maternidades en domicilio.
“Una mujer preparada, que llevó seguimiento, puede ser candidata a un parto en casa. Creo que transitaremos hacia allá, pero nos falta mucho como población, servicios de salud y personal”, concluyó la enfermera.