Megaofrenda 2019

Emiliano Zapata cabalga de nuevo

Se montaron 43 altares realizados por igual número de entidades universitarias; participaron cerca de mil 500 personas

El antiguo barrio universitario vivía un primer esplendor cuando Emiliano Zapata murió en la primavera de 1919. Un lustro antes cabalgó por estos lares, como gran jinete; vestía de charro: chaqueta color beige con un águila bordada en hilo de oro en la espalda, pantalón negro y con detalles de plata relumbraba al Sol, sin imaginar que en este mismo sitio se hospedaría el Festival del Día de Muertos-Megaofrenda de la UNAM, que en su edición 22 estuvo dedicado a él, a cien años y 200 días de su muerte.

En la Plaza del Estudiante y la Plaza 23 de mayo, en Santo Domingo, Centro Histórico, se montaron 43 ofrendas o altares realizados por igual número de entidades universitarias, en las que participaron cerca de mil 500 personas, entre éstas 500 alumnos sólo de la Facultad de Artes y Diseño (FAD), con la organización de la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO).

Hubo mucho por disfrutar con grupos de danza, la Orquesta de acordeones de la Facultad de Música (FaM), ópera mixe, jazz, blues, rock, música electrónica, hip hop y una dosis de poesía.

Por primera vez los asistentes pudieron elegir su ofrenda o altar favorito y votar a través de un código QR, escaneado con el celular, o ingresar a la página www.dgaco.unam.mx/megaofrenda. Esta edición se destacó por ser una actividad incluyente, pues contó con audios y fichas en Braille que describían cada una de las 43 ofrendas, así como intérpretes en lengua de señas mexicana y pasillos adecuados para la circulación con sillas de ruedas.

¡Tierra y Libertad!

Nadie es tan connotado bajo el sombrero que él. Nunca antes un ramal de capilaridad bajo la nariz fue tan emblemático. Su vigencia tras cien ofrendas continúa. Sus cananas se trasponen ahora en el pecho en forma de cruz: así se dio la reinterpretación plástica del legado zapatista, pintado, escrito, musicalizado, texturizado, escenográfico, serigrafiado…

Entre los altares más visitados estuvo el de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, que presentó una figura volumétrica titulada Jefe Zapata, que acondicionó una base para que los asistentes se tomaran la foto con él. Además de la ofrenda motriz, realizada como cada año por el CCH Vallejo, compuesta por el binomio caballo-jinete, con un cuaco monumental azul y un Zapata colorado. Lo gigantesco se mostró con el tzompantli colorido de más de 200 cráneos planos y al centro el Caudillo del Sur.

El centro del Centro

En la inauguración, Mireya Ímaz, titular de la DGACO, dijo que desde hace dos años la Megaofrenda es parte del Festival de Día de Muertos del Centro Histórico de la Ciudad de México, instalada, reiteró, justo en el corazón del antiguo barrio universitario.

Gerardo García Luna Martínez, director de la FAD, comentó que resulta inmejorable tomar como motivo y símbolo a Zapata. “Seguro es que nuestros alumnos por el hecho de ser diseñadores y artistas son ya revolucionarios y están en sus manos las transformaciones simbólicas y culturales de este país”.

Ante autoridades, funcionarios, integrantes de la comunidad universitaria y asistentes, Raúl Arcenio Aguilar Tamayo, secretario de Atención, Prevención y Seguridad Universitaria, agradeció el trabajo y la creatividad de la comunidad universitaria en este evento de arte, cultura y ciudadanía.

Finalmente, Alfonso Suárez del Real, secretario de Cultura de CdMx, dijo que este festival coadyuva a refrendar a la ciudad como la capital cultural de América, y al barrio universitario como “el centro del Centro”, concluyó.

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