David El Rey Picasso, boxeador profesional y alumno de la Facultad de Medicina

En la antesala del examen final y otros rounds decisivos…

Cursa los últimos semestres como estudiante de Neurociencias, y afirma que es ya el primer contendiente al campeonato mundial supergallo del CMB

Foto: Erik Hubbard.
Enfocado en el tañido de la campana diaria, Alan David Picasso Romero, alumno del séptimo semestre de la licenciatura en Neurociencias en la Facultad de Medicina, madruga: redobla su preparación, ajusta su instrucción, y en la sombra reparte uppercuts, zurdas, ganchos, arriba y abajo, alterna los guanteletes con los de látex, se encuentra cerca del examen para obtener el grado académico en Neurociencias y del round decisivo en la antesala de la pelea por el campeonato mundial supergallo.

Transcurridas apenas poco más de 76 horas de su trigésima contienda como boxeador profesional, donde compartió la función con uno de sus referentes, Floyd Maywheater Jr., el estudiante universitario aún tenía en sus nudillos discretos hematomas que delataban la dificultad para retener su cetro plata de peso supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al superar por decisión unánime al armenio Azat Hovhannsiyan.

Asegura: “El CMB creó el cinturón del campeonato mundial plata para hacer referencia a aquel boxeador que es el primer contendiente al título mundial absoluto; ya hay un campeón, que es el japonés Naoya Inoue, al que llaman El Monstruo, y yo al detentar el plata o silver desde hace un año soy el primer retador al título mundial. En cuanto haya una defensa del título mundial, el primero al que van a llamar es a mí”.

En el perímetro del Instituto de Fisiología Celular, donde realiza la etapa avanzada y práctica de Neurociencias, El Rey David, como es conocido en el cuadrilátero, refiere que para esa pelea por el título mundial pueden transcurrir algunos meses o hasta un año, ya que depende de su pugilista rival, de gran fama en su país y quien por cierto ha sido campeón mundial en cuatro divisiones. “Espero que sea a finales de este año o a principios de 2025, para entrenar en las vacaciones escolares”, y sonríe.

Foto: cortesía David Picasso/Facebook.

El cuadrilátero académico

A la par de su entrenamiento físico, Alan David Picasso lleva siempre en la espalda su mochila que lo caracteriza como estudiante. En un primer momento cursó la licenciatura en Física, en la Facultad de Ciencias. Tras esa experiencia escolarizada realizó una avanzada académica sobre la licenciatura en Neurociencias. El rigor científico y la especialidad de dicha área del conocimiento lo han puesto en ocasiones sobre las cuerdas.

Ha sido complejo compaginar deporte y academia. “Para mi más reciente pelea tuve que prepararme alrededor de tres meses. No tuve vacaciones en la escuela, una vez que entré al semestre se me juntó todo: el laboratorio, las clases, los entrenamientos. Afortunadamente son cosas que me apasionan y voy a seguir adelante”, dice.

Y es contundente: “Sigo con mi propósito, no hay plan B. Voy a persistir con la escuela y terminar mi licenciatura; continuaré en mis estudios y al mismo tiempo seré campeón del mundo, no solamente en una división sino en varias. Hay que avanzar poco a poco en los dos terrenos”.

Quiere ser un ejemplo para los jóvenes, para los niños, de que sí se puede con escuela y deporte, porque muchas ocasiones cuando alguien practica un deporte, se excusa: “Ya no puedo más con la escuela, no soy capaz de hacer otras cosas”… A quienes piensan así les dice: “¡Sí se puede lograr ambas actividades al mismo tiempo!, O trabajar incluso, o tener algún negocio”.

Tiene una responsabilidad. “Sé que los niños me miran, debo entrenar muy duro todos los días, esforzarme más en la escuela, porque no quiero quedarles mal, ni fallarles. Más que una presión, es una motivación muy grande”.

A través de células beta pancreáticas estudia los efectos del síndrome metabólico; además, dice esperar al peleador japonés Naoya Inoue, uno de los mejores pugilistas libra por libra del mundo

Electrofisiología

Al referirse a sus labores en la licenciatura, Picasso detalla que se encuentra en la introducción de lo que podría ser su trabajo recepcional. La idea primordial es, bajo un modelo femenino de roedores, estudiar las células beta pancreáticas; qué ocurre con las corrientes de calcio, y además cómo se modifican dichas células con síndrome metabólico, y realizar un comparativo, registrar las diferencias con las que no tienen ese síndrome.

El síndrome metabólico, añade, es una condición que se presenta previo a la diabetes. Puede ser reversible, muchos mexicanos y población a nivel global lo tienen, por ello le atrajo el tema, es algo que quiere modificar.

“Mis padres tienen diabetes; eso también me motivó. Quiero afirmar mi aprendizaje sobre diabetes y el síndrome metabólico para sensibilizar a la población, y que puedan cuidarse mejor. Mezclo ahí el deporte, la ciencia y la salud”.

El universitario agrega que en este momento se encuentra en el abordaje de algunas técnicas específicas del estudio bajo la dirección de Myriam Velasco Torres, investigadora del Instituto de Fisiología Celular. “Me enseña electrofisiología. Me cuesta, pero ahí voy avanzando”.

Lo inspira y lo compromete que la gente salga todos los días a luchar. “El boxeo, siempre digo, es una metáfora de la vida, porque recibimos muchos golpes. Es como llegar a la esquina y luego levantarte otra vez todos los días a trabajar”.

Oriundo de los alrededores de Tepito, Picasso asegura que el barrio lo respalda. “Veo a toda la gente que se despierta temprano a trabajar, a hacer todas sus actividades, a tratar de ser mejor persona. Entonces todo eso me determina y trato de moverlo a mi situación, o a la carrera, al boxeo, a mí, a la escuela”.

El boxeador y estudiante compartió que junto con su familia realizan algunas actividades altruistas en ciertas temporadas del año.

“Mis padres desafortunadamente tuvieron una infancia difícil. Me han platicado muchas situaciones que padecieron, por lo que en días festivos, como Reyes, o el día de la Madre, entre otros, o incluso afuera de hospitales, tratamos de acercarnos a las personas, regalamos juguetes, dulces, comida, lo que lo que se pueda, en lo que podamos ayudar. Quizá no es algo que les cambia la vida en el momento, pero les puede abrir otra puerta e incidir en su ánimo”, relata.

La campana de su profesionalismo se tañó el 25 de marzo de 2016; ahora cuenta con una marca de 30 peleas, 29 ganadas y un empate; como pugilista amateur alcanzó 128 enfrentamientos. En noviembre de 2019 aseguraba que le gustaría llegar a peso welter como Floyd Maywheater Jr., y hace unos días compartió el cartel con él en la Arena Ciudad de México.

El 21 de diciembre de 2019, El Rey David acarició su primer cinturón de campeón en el cuadrilátero del Deportivo José María Morelos, de Ciudad de México, donde los “goyas” retumbaron en la denominada cuna del boxeo mexicano: Tepito. Hasta la colonia Peralvillo se metió Alan David Picasso, donde tras 12 rounds logró ese primer gran fruto: el campeonato mundial juvenil supergallo del CMB.

Fue electo candidato a Boxeador Prospecto del año 2020 por el mismo CMB. Además, la Comisión de Cultura Física, Recreación y Deporte de la I Legislatura del Congreso de Ciudad de México le entregó la Medalla al Mérito Deportivo 2019.

Foto: Diana Maldonado.
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