En los plásticos, dos tipos de cuidado
“Es preocupante (lunch en envases y leche en mamilas de plástico) porque uno inconscientemente se está exponiendo de una manera alta”, explicó el doctor Morales Montor, del Instituto de Investigaciones Biomédicas
Ftalatos y Bisfenol A (BFA), presentes en muchos productos de uso cotidiano, son dos tipos de compuestos químicos de cuidado.
PVC en todas sus formas, plásticos flexibles (botellas de agua) y algunos productos de uso personal como cremas, champús, maquillaje y desodorantes, contienen ftalatos.
Productos hechos de policarbonato (discos compactos, ordenadores, teléfonos celulares, gafas, espejos, tupper…) y recubrimientos del interior de las latas de comida, contienen también bisfenol A.
Son de cuidado estos compuestos porque 1. son un factor de riesgo de cáncer y 2. se liberan fácilmente con el calor.
Estudios en Estados Unidos —dice Jorge Morales Montor, investigador de la UNAM— han calculado que al calentar comida en envases de plástico, uno ingiere 2.5 microgramos de bisfenol A por gramo de comida. “Es muchísimo”.
En las personas que diario o de manera recurrente calientan su comida en tupper, por ejemplo, es seguro encontrar bisfenoles en su sangre.
El doctor Morales Montor, del Instituto de Investigaciones Biomédicas, detectó BFA en pacientes de cáncer de mama de la CDMX.
Otro estudio, también realizado en EU, mostró que las latas de comida, desde que se producen hasta que “llegan a tu mesa” (pueden pasar de seis a nueve meses en bodega, anaquel y alacena), en ese lapso, aunque cerradas al vacío, se van acidificando poco a poco. Y al cambiar el pH se libera el BFM del recubrimiento hacia el alimento.
“Los gringos midieron en latas recién abiertas y encontraron entre 2 y 3 microgramos de bisfenoles por gramo de peso de la comida”.
Como el calor rompe los enlaces químicos y libera los bisfenoles y ftalatos, dos formas triviales de consumirlos ocurren también cuando en días calurosos, uno deja una botella de agua en el auto o cuando en la oficina uno calienta comida en un tupper. En ambos casos se liberan estos compuestos químicos que luego tomamos con el agua o comemos con lo alimentos.
“Es preocupante (lunch en envases y leche en mamilas de plástico) porque uno inconscientemente se está exponiendo de una manera alta”.
La IARC, organización mundial que clasifica todos los cancerígenos, incluye entre éstos a varios bisfenoles y ftalatos.
Incluso, agrega Morales Montor, en EU se prohibieron los bisfenoles. Sin embargo, las compañías ganaron una demanda para volverlos a meter a sus productos de plástico.
La razón: aún no hay una evidencia directa en humano de que su consumo lleva al desarrollo de tumores. Sin embargo, diversos estudios, algunos realizados por Morales Montor, muestran que animales tratados con bisfenol A desarrollan tumores y en células humanas, provoca mutaciones.
Sin duda, bisfenoles y ftalatos son un factor de riesgo. Por eso Morales Montor recomienda usar y/ consumir lo menos posible envases de plásticos, alimentos enlatados, maquillaje, desodorantes… , ya que si uno trae el factor genético propicio para el desarrollo de un tipo de cáncer, el riesgo será menor.