“Recuerdo que el primer día de examen nos entregaron unas tarjetitas para llenar nuestros datos y que al realizar la prueba supieran a quién estaban calificando. Teníamos que escribir nuestra universidad y al poner que la mía era la UNAM fue muy bonito.”
Así rememoró Ana Paula Jiménez Díaz, estudiante de la Facultad de Ciencias (FC), su primera participación fuera del país representando a la Universidad Nacional en la 30 Competencia Internacional de Matemáticas para Estudiantes Universitarios (IMC, por sus siglas en inglés), en la que junto a Leonardo Míkel Cervantes Mateos –alumno de la Facultad de Ingeniería (FI)– obtuvieron la medalla de bronce.
“Siempre es un orgullo representar a la UNAM y a México en competencias. En lo personal, no me había tocado hacerlo en eventos internacionales, sólo nacionales. Fue algo totalmente distinto”, recalcó Cervantes Mateos.
Ana Paula y Leonardo Míkel formaron parte del equipo de México. Sus compañeros fueron Sebastián Gallegos Rodríguez, de la Universidad de Guanajuato, y Héctor de Jesús García Escamilla, de la Universidad Autónoma de Querétaro.
Para los universitarios esta fue una competencia llena de retos, especialmente por la distancia del viaje. “Cambiaron un poco las sensaciones, sobre todo porque hay que viajar, y eso a veces es pesado”, comentó el estudiante de la FI.
“También fue un examen un poco diferente respecto a los de aquí, porque teníamos que escribir las soluciones en inglés, y eso es un poco raro ya que estamos acostumbrados a pensar en español; pero después de un rato lo raro fue regresar a resolver en nuestro idioma.”
Además, apuntó Jiménez Díaz: “Ver a personas de muchos países obviamente provoca gran presión, porque sabes que los demás también hacen el examen. Eso debes ignorarlo y concentrarte en el tuyo, en los problemas que tienes enfrente”.
La IMC fue fundada en 1994 y se trata de la olimpiada de ese nivel académico más importante del mundo en la materia. Es organizada por el University College London y está dirigida a estudiantes universitarios de cualquier carrera que cumplan con los exámenes selectivos implementados por sus escuelas. La sede de 2023 se ubicó en la American University en Bulgaria, en la ciudad de Blagoevgrad. Participaron más de 200 universidades provenientes de 50 países, y en total concursaron 392 jóvenes.
Leonardo Míkel Cervantes es el segundo alumno de la FI en acudir a esta olimpiada; el primero fue Orlando Porfirio Jiménez Jiménez, quien en 2022 obtuvo mención honorífica.
Y Ana Paula Jiménez Díaz es la primera estudiante de la UNAM en competir en la IMC universitaria. Ella desconocía ese dato. “No sabía que era la primera mujer, casi siempre hay más hombres en las competencias; ahora también éramos pocas. Eso siempre lo hace distinto, pero vi algunas caras conocidas y me sentí en confianza. Como no sabía, supongo que eso ayudó a no ponerme nerviosa”. Jiménez y Cervantes tienen una larga trayectoria en competencias internacionales, capacitados por los entrenadores de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM), programa académico de la Sociedad Matemática Mexicana dirigido a niños y jóvenes preuniversitarios.
En 2020 Ana Paula fue reconocida en la Olimpiada Internacional de Matemáticas (IMO, por sus siglas en inglés), que se realizó en Inglaterra, como la mejor competidora de América del Norte y una de las cinco mejores del mundo, por lo que recibió el premio especial Maryam Mirzakhani.
Cervantes Mateos estudia la licenciatura en Computación en la FI y también participa en concursos de programación competitiva. Inició a los 10 años en la OMM. Su primer certamen internacional fue en 2019, cuando cursaba tercero de secundaria, en la Competencia Internacional de Matemáticas para alumnos de primaria y secundaria que se realizó en Sudáfrica, en la cual obtuvo una medalla de plata individual y oro por equipos. El año pasado logró la presea de bronce en la IMO que tuvo su sede en Noruega, y la de plata en la Asian Pacific Mathematics Olympiad.
Los dos universitarios de Ciudad de México forman parte del grupo de entrenadores de las nuevas generaciones de niños y jóvenes que aman las matemáticas en todo el país, convocados por la OMM, un semillero que entre la comunidad internacional ha conseguido que México sea reconocido como “potencia emergente en matemáticas”.
Asimismo, la experiencia sirvió como motivador a futuro. Como afirmó Cervantes: “Nos gustaría ir a más competencias y regresar a Bulgaria el próximo año. Ambos vamos a trabajar duro para mejorar nuestros resultados”.
Por su parte, Jiménez opina que “está padre conocer a tantas personas y saber cómo funciona su país, cómo es su día a día. Es muy interesante percibir esas diferencias culturales. Hay una competencia similar en Iberoamérica, que será próximamente en Brasil, y queremos participar”.