Como parte de la conmemoración de los 50 años de los Juegos Olímpicos de México 68, se realizó un encuentro acuático en la Alberca Olímpica de Ciudad Universitaria en el que se homenajeó al equipo mexicano de polo acuático que compitió en ese certamen.
En este evento se presentaron atletas de los equipos representativos de la UNAM de natación en sus diferentes estilos (crawl, dorso, mariposa y pecho), nado con aletas en sus distintas modalidades (apnea, monoaleta y bialeta), clavados (1,3 y 5 metros), polo acuático y nado sincronizado (parejas y equipos).
La leyenda olímpica Daniel Gómez, portero de la selección de waterpolo, declaró: “Le ganamos a Grecia. Para nosotros fue una buena participación, pues fue la primera vez que se presentó este deporte en unos Juegos Olímpicos”.
Deporte espectacular
“Antes el waterpolo era de mucha fuerza, de golpes, ahora es de gente más rápida e inteligente. A partir del cambio de reglas se volvió mucho más espectácular”, comentó Daniel, quien además fue considerado uno de los mejores porteros de polo acuático del mundo de su época.
Alejandro Fernández Varela Jiménez, director general del Deporte Universitario, y Maximiliano Aguilar, director de Deporte Representativo, fueron los encargados de la entrega de reconocimientos a la selección mexicana de waterpolo del 68.
Ellos son: Daniel Gómez Bilbao, Sergio Ramos y Orio, Óscar Familiar Trujillo, Carlos Morfín Nuñez, Virgilio Botella Medina, Juan García Moreno y Rolando Chávez Martínez, todos integrantes de aquella exitosa escuadra.
Atletismo
El viernes hubo pruebas de atletismo en la pista de tartán, donde deportistas de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional compitieron en salto de altura, salto de longitud, salto con garrocha, 1,500, 100, 200 y 400 metros planos, así como relevos 4×100.
En el partido de futbol disputado por equipos de la UNAM y del IPN, el conjunto auriazul se impuso 6-1, con goles de Diego Ortega (2), Mauricio Rodríguez, Héctor Santibáñez, Abraham Molina y Jesús Guillén.
El estadunidense Bob Beamon habló de su participación durante la justa de 1968 en el Estadio Olímpico Universitario, y de cómo logró los récords olímpico y mundial con 8.90 metros en el salto de longitud.
“Me siento muy bien, como James Brown, es fantástico. No puedo describirlo porque es muy especial. Fue algo espectacular, lo sigo sintiendo, lo amo. Fue maravilloso, la marca la conseguí con el espíritu”, expresó el legendario atleta.