Ciencia central que se sitúa en medio de otras áreas del saber, desde donde influye y contribuye a las más básicas y las más aplicadas, la química integra al conocimiento abstracto y al concreto, transitando con naturalidad entre ambos, siempre aportando al saber de áreas tan diversas como la astronomía, las ciencias de materiales, la biotecnología, la ingeniería, la ecología y la medicina, entre muchas otras.
“A fin de cuentas, todas las ciencias terminan dependiendo de la reacción química, y eso le da una fortaleza central: por un lado es muy útil, porque la potencia y la vuelve importante; pero por otra implica una responsabilidad muy grande, pues lo que los químicos debemos aprender es variadísimo”, afirmó Carlos Amador Bedolla, director de la Facultad de Química (FQ).
En el marco del Día del Químico, que se conmemora este primero de diciembre, señaló que los cerca de 250 profesores-investigadores de tiempo completo de la FQ de la UNAM explotan toda la gama de conocimiento de esta disciplina. A ese grupo se suman cerca de 100 profesionales del Instituto de Química y más que están repartidos en otras entidades universitarias como los institutos de Física, Investigaciones en Materiales, Fisiología Celular, Investigaciones Biomédicas, Biotecnología, de Ciencias Aplicadas y Tecnología y las Facultades de Ciencias y Medicina, entre otras.
Amador Bedolla consideró que los retos de la química son mundiales, y entre ellos destacan de manera muy relevante el cambio climático (cuya investigación y tratamiento requiere centralmente conocimientos de química), la disponibilidad de energía (con la posibilidad de utilizar energías renovables con eficiencia), todos los temas de salud y de farmacia (donde hoy sobresalen las vacunas y los antibióticos).
Opinó que México tiene que mejorar muchísimo cómo aprovechar el potencial científico que posee, para poder tener efectos significativos para nuestra sociedad. “Tenemos los conocimientos y la capacidad, y nos está faltando la creación del entorno completo que nos permita aprovecharlos para el bienestar social de nuestro país”.
Un análisis a fondo de los grandes retos de esta disciplina se analizarán en un próximo libro que se publicará para los festejos de los 105 años de la FQ, que comenzarán el Día del Químico y oficialmente se cumplieron el 23 de septiembre, pues en ese día de 1916 se fundó la Escuela Nacional de Ciencias Químicas, hoy Facultad de Química.
Amador Bedolla mencionó que el Día del Químico es la fecha en que ese gremio tiene la oportunidad de reunirse para identificarse y reconocerse como una comunidad importante, fuerte, trabajadora y generadora de todo tipo de resultados para nuestra sociedad. “Tiene una influencia amplia que va desde la ciencia más pura hasta la aplicación más industrial”.
El funcionario estimó en más de 100 mil los químicos en México, de los cuales entre una décima y una quinta parte se dedican a la ciencia básica.
En tanto, la Facultad de Química de la UNAM ha formado más de 40 mil egresados en 100 generaciones, además de las cinco que aún están estudiando.
Solamente en la década de 2010 a 2020, la entidad logró 29 patentes concedidas y 62 en trámite.
“En la FQ mantenemos y fomentamos el contacto con las empresas y con la aplicación económicamente activa de nuestra profesión. Siempre hay una buena fracción de nuestros estudiantes que se dirigen a la industria, aunque quedarse en investigación es una decisión personal y también impulsamos los estudios de posgrado y la especialización en investigación”, comentó Amador Bedolla, para quien es fundamental encontrar la combinación de ambos campos.
“El ecosistema que va a permitir el uso de nuestras capacidades de investigación para convertirlas en capacidades económicamente activas, requiere de esa combinación de habilidades.”