Equipo varonil de tenis, campeón invicto en Liga Universitaria metropolitana

Logra victorias en todos los enfrentamientos de la temporada regular, y en la gran final derrota al Tec de Santa Fe

César Muñoz, alumno de la Facultad de Ingeniería. Foto: José Luis Colín.

El equipo varonil de la UNAM se proclamó campeón invicto de la Liga Universitaria de Tenis 2024-25, luego de vencer en tres de cinco partidos al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Santa Fe, en una serie final a la cual accedió de forma directa tras ganar los primeros encuentros del certamen.

Antes del duelo por el campeonato, los tenistas pumas se impusieron al ITESM campus Ciudad de México por 3-2; y por 5-0 tanto al Instituto Politécnico Nacional como a La Salle Ciudad de México, La Salle Neza y a la American School Foundation. Además, vencieron por 4-1 al mismo ITESM Santa Fe, en temporada regular.

El campeonato invicto motiva al entrenador felino Octavio Andrei Vázquez Galindo, quien afirmó que lo más importante de este tipo de torneos es que sus tenistas asimilen el nivel que tienen en relación con sus contrincantes. “Lo importante es la sensación que deja en los jugadores acerca de su nivel respecto a otras universidades. Eso es lo que me motiva, ganar terreno ante nuestros rivales y hacer que la UNAM se vuelva un pilar del tenis”, dijo.

Los tenistas que participaron en la Liga Metropolitana son: Kevin Arévalo, de la Facultad de Medicina; Pablo García, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; Oliver Briones, César Muñoz y Héctor Martínez, de la Facultad de Ingeniería; Efraín Gómez, del CCH Naucalpan; Uriel Víquez, de la Facultad de Arquitectura; Juan Pablo Berry, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM; y León Hetch, de la maestría en Ciencia e Ingeniería de la Computación en la Facultad de Ingeniería.

El formato de competencia de esta Liga, convocada por la Universidad La Salle, fue round robin. Cada grupo confrontó a los demás rivales en series de enfrentamientos que se jugaron semanalmente a cinco partidos cada uno. Los cinco encuentros se distribuyeron en dos de dobles (dos jugadores por equipo) y tres de singles (uno contra uno).

A pesar de que el tenis es un deporte en el que generalmente el tenista está solo en el campo, la modalidad de este torneo hizo que el trabajo en equipo de la escuadra auriazul fuera fundamental para ganar los partidos jornada tras jornada hasta levantar el trofeo. “Hicimos un gran grupo. Cuando alguno de nosotros no estaba en su día, siempre hubo solidaridad entre todos para imponernos y sacar el resultado como conjunto”, aseguró Pablo García.

Por su parte, Kevin Arévalo mencionó las dificultades que conlleva estudiar y competir en una liga de alto nivel. “Fue difícil, en algunas ocasiones tenía exámenes por la mañana y partido al mediodía, pero siempre tuvimos presente la idea de dar el máximo”.

Por su parte, Pablo García expresó: “Estamos muy contentos de lo que conseguimos, sentimos que se está reflejando el trabajo de los entrenamientos, cada quien demostró el nivel que trae y se vio la unión que hemos construido a lo largo de estos años”.

Kevin Arévalo agregó que se sienten con confianza para enfrentar sus próximas competencias. “Tuvimos muy buenos resultados ante rivales de gran nivel y eso nos da confianza para seguir adelante en busca de más éxitos a futuro para la Universidad Nacional”.

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