Del 18 al 28 de marzo
Es importante desde la cultura “darle lugar a lo heterogéneo”
La cineasta española Ainhoa Rodríguez presenta su ópera prima Destello bravío en la Competencia Internacional de la décimo primera edición de FICUNAM, una historia sobre las “mujeres de una pequeña localidad rural acuciada por la despoblación que viven entre la abulia de su día a día”
La décimo primera edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) programó entre las contendientes de su Competencia Internacional el primer largometraje de la cineasta española Ainhoa Rodríguez titulado Destello bravío (2021), la cual inauguró a principios de año el Festival Internacional de Cine de Róterdam (IFFR).
La película, como explica el catálogo del festival, tiene como protagonistas a “las mujeres de una pequeña localidad rural acuciada por la despoblación viven entre la abulia de su día a día donde nada extraordinario ocurre, y un profundo deseo de experiencias liberadoras que les haga reencontrarse con el lugar donde creen que fueron felices o soñaron con serlo”.
Antes de la presentación de su ópera prima en FICUNAM, Ainhoa Rodríguez abordó el proceso de creación/producción de su trabajo, la importancia de darle lugar a lo heterogéneo en el cine y la importancia de encontrar un equilibrio entre la modernidad globalizada y el patrimonio cultural.
Gaceta UNAM (GU): ¿Cómo nació la película? Eres de Extremadura, España, y filmaste en esa zona…
Ainhoa Rodríguez (AR): Mi familia paterna es de Tierra de Barros, una zona de Extremadura. Soy extremeña. Siempre había querido rodar con actores extremeños porque, aparte del vínculo profesional y personal, también estaba que me pongo delante con una materia prima absolutamente rica, sorpresiva y que ofrece un viaje apasionante como es trabajar con no actores, con toda su cultura, fuerza y vivencias.
Yo me trasladé a vivir a una pequeña población de Tierra de Barros, a Puebla la Reina, donde viví nueve meses y la forma de introducirme fue a través de unos talleres, yo soy docente del lenguaje fílmico. Conformamos un grupo de 15 mujeres aproximadamente e hicimos un laboratorio de cine, mujer y miradas normativas. Compartimos una mirada personal y estrechamos vínculos.
Ellas me introducen en el pueblo, voy construyendo este guión que se desarrolló al mismo tiempo que voy realizando casting por toda la zona y voy ensayando al mismo tiempo, fueron apareciendo los personajes y los argumentales. Verdaderamente es un trabajo muy personal, desde una mirada particular que parte desde una cultura local.
Para mí es muy importante que desde la cultura demos lugar a lo heterogéneo frente a una mirada única, globalizada, donde no hay lugar a la diferencia. Vamos a acabar con las culturas locales que son la riqueza absoluta de este mundo al que pertenecemos.
GU: ¿Vive el cine actualmente una uniformidad? ¿Es negativa?
AR: Es negativa porque perdemos nuestra alma en pro del gran capital, nos hacemos desaparecer como sociedad, cultura o individuos. Culturas ricas únicas y personales que se construyeron a lo largo de los años son un tesoro a proteger. Estamos construyendo una y otra vez un relato único que al final es un corset endémico, un mal que no nos ofrece ninguna riqueza. Ofrece una misma mirada y no hay lugar para un pensamiento crítico.
GU: ¿Cómo trabajaste las historias con los no actores de la zona? ¿Cómo elegiste cada relato?
AR: Me manejé con una herramienta fundamental que tenemos los directores y las directoras: la intuición. Iba intuyendo que historia funcionaba y cuál no, cuál le daba equilibrio al relato, cuál se iba cayendo. Igualmente hay historias que se caían porque no funcionaban o los actores no podían, había una selección natural. Todas las decisiones las tomé con la intuición del equilibrio que le quería dar a los componentes que conforman el relato.
Es fundamental en el trabajo con no actores y no actrices, cuando son naturales, hacer el viaje tú hacía ellos. Eres tú quien debe llevarle el vestido a esos actores, adaptarlo a su cuerpo y características, sacarle de un lado, quitarle del otro, cogerle el bajo, ponerle una hombrera o quitársela, hasta que el vestido les quede como un absoluto guante perfecto y se sientan cómodos en ellos mismos, en su personaje, hasta que el personaje piense como ellos, hable como ellos y se entiendan a la perfección. Fue el trabajo fundamental que hice para con ellas, porque estuvieron en esas horas de pre ensayos, ensayos, conversaciones hasta que estuvieron cómodas con el texto.
GU: Entiendo que Lluis Miñarro se unió tarde al proyecto como productor, ¿algo de su trabajo como director o productor influyó en Destello bravío? Pienso que hay similitudes con Stella Cadente (2014).
AR: Ahora viene el momento en que te digo que no he visto Stella Cadente y Lluis Miñarro me mata –risas– porque justo hemos estado hablando de eso ahora. Hoy hablamos de que tengo que ver sus películas, ¡sólo he visto Familystrip! No está enfadado pero debería estar enfadado porque merezco su enfado, tendría que haberla visto.
Conozco perfectamente la figura de Lluis Miñarro como productor, le admiro. Es un productor necesario para un cine independiente que se sale de lo convencional, que hace que transgredamos y avancemos como cultura, como sociedad y como lenguaje. Lluis es una figura fundamental en festivales de todo el mundo, tiene premios y reconocimientos muy importantes.
GU: Los personajes de Destello bravío parecen estar aferrados a sus tradiciones, se niegan a cambiar.
AR: Más que no querer cambiar sus costumbres, me lo he planteado cuando estaba ahí, que a lo mejor me vi imbuida de su espíritu, pero es que al final es un modo de aferrarse a tierra firme, a lo que conocen, a lo que han vivido, a lo que les han transmitido por herencia. Frente a la nada, a lo que está por venir sin saber si será mucho mejor. Esa es la pregunta que me hago constantemente, está en la película, el suspenso puede ser terrorífico y –lo hablamos antes– con la desaparición de lo local y sus contradicciones llega un mundo globalizado verdaderamente atroz.
Si bien hay tradiciones verdaderamente injustas, horteras, que se hablan así con verbo grueso, no tengo muy claro si lo que está por venir sería mejor o más justo. Creo que hay que encontrar un equilibrio y conservar el patrimonio cultural, siempre y cuando no nos afecte a nuestras vidas como sociedad y a las mujeres como parte de esa sociedad.
GU: Ellas parecen necesitar esa apertura, aun cuando no sepamos si es positivo.
AR: Una apertura para viajar, para dejar de encargarse de sus familias, para experimentar con su sexualidad, con su placer, su deseo sin miedo a lo que dirán. Realmente te digo que eso le pasa también a las mujeres de la gran ciudad, hay diferencias entre estar en un lugar más cerrado, el aislamiento es evidente y crucial, pero al final somos lo que vemos en los medios y cuántas películas ves donde se habla y refleja la sexualidad de una mujer de 60, 70. Es un tabú, están invisibilizadas.
Aquello que no se ve no existe para la mujer de un pequeño pueblo y para la mujer de una gran ciudad. Con sus diferencias, pero es bueno plantear eso. Los temas que aborda Destello bravío son un espejo para los que miramos la película. Puede convertirse en un espejo para cualquier sociedad.
GU: La escena del baile es clave para esa representación, ese tipo de secuencias se dedican generalmente a la gente joven. Es un contraste que se repite a lo largo de toda la película.
AR: Es un temazo, parece mentira. El tema de la sexualidad en la mujer en una cultura tan heteropatriarcal y donde todo se mira de esa forma ortodoxa, parece mentira que sea una revolución sacar a unas señoras de 50, 60 y 70 en un ejercicio de placer colectivo, a través de unas drogas que son unos dulces y en una zona alejada de lo masculino, sin que ellas sean miradas como objeto, son sujeto cogen las riendas.
Para mí es un tema que me interesa muchísimo y es muy poderoso en el cine, precisamente por lo único, lo poco utilizado que ha sido en la gran pantalla. Hay ejemplos, pero no es una mirada predominante.
La programación de la décimo primera edición de FICUNAM estará disponible en las plataformas Cinépolis Klic y MUBI, así como en el micrositio Cine en línea, de la Filmoteca de la UNAM. Más información: ficunam.unam.mx