Escritura automática, para revelar lo maravilloso

En el Manifiesto del surrealismo, que ahora celebra sus primeros cien años de existencia, André Breton escribió: “Y del mismo modo que la duración de la chispa se prolonga cuando se produce en un ambiente de rarificación, la atmósfera surrealista creada mediante la escritura mecánica, que me he esforzado en poner a la disposición de todos, se presta de manera muy especial a la producción de las más bellas imágenes”.

En la mesa temática “André Breton: indicios sobre el mito y el arte mágico”, Alfonso Reyes Ventura, sociólogo, doctor en Historia del Arte y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, abordó el tema de la escritura automática impulsada por el francés, es decir, de aquélla que no se origina en los pensamientos conscientes y razonados de quien escribe, sino en las profundidades del inconsciente.

Reivindicación de la poesía

De acuerdo con Reyes Ventura, Breton concebía la poesía como un acto de creación que permite la reactivación de la imaginación, potencia la emancipación y anuncia epifanías, y, además, como la más amplia fuente de conocimiento.

“Esta reivindicación de la poesía como categoría gnoseológica llevó a Breton a mencionar, en el primer manifiesto, el caso del poeta Robert Desnos, quien se inspiraba de manera frenética en las sesiones de sueños hipnóticos para realizar creaciones poéticas. Dentro de la vanguardia, esta inspiración delirante fue la escritura automática, que en un inicio relacionó con la técnica psicoanalítica de la asociación libre, la cual permitía conocer contenidos del inconsciente. Dicha relación se asumió por los agradecimientos al creador del psicoanálisis que se mencionan en el primer manifiesto. Sin embargo, los surrealistas no se limitaron a ser meros seguidores de Freud. Por lo tanto, es necesario desvincular la idea generalizada de que el surrealismo siguió ciegamente las ideas del austriaco.”

A continuación, el profesor universitario dijo que no pocos estudiosos han pensado que Breton se apoyó exclusivamente en Freud y que quiso aplicar las lecciones del psicoanálisis a los medios de expresión.

“Pero no. Diversas enseñanzas fueron utilizadas y combinadas para formar, en el origen, los métodos surrealistas, no siendo el de Freud siempre predominante”. Reyes Ventura indicó que los surrealistas ejercieron una apertura contemplativa que, a su vez, les reveló lo maravilloso, o sea, lo bello, pero también lo surreal.

“Como señaló Louis Aragon, lo maravilloso es la contradicción que aparece en lo real. Ahora bien, para el surrealismo existe otra realidad cargada de irrealidad. Es la unión de lo real y lo imaginario, de lo material con lo espiritual. De esta manera, Breton recuperó el espiritismo como un trance que lleva al poeta a revelaciones sobre los deseos, miedos, secretos del alma; esto es, a la inspiración y a lo maravilloso”.