Coloquio en la Facultad de Ciencias
Especialistas llaman a no minimizar los riesgos catastróficos globales
Ante el acelerado aumento de los llamados riesgos catastróficos globales, que están amenazando el futuro de la humanidad, es urgente que gobiernos e instituciones educativas profundicen en su estudio desde diferentes disciplinas, para encontrar soluciones integrales de mitigación y prevención, así lo planteó la investigadora del Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH) de la UNAM, Gabriela Frías Villegas.
Durante la inauguración del Coloquio Riesgos Catastróficos Globales que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias, aseveró que estos riesgos, ya sean hipotéticos o tangibles, representan una amenaza potencial que puede afectar a toda la humanidad a una escala mayor, por lo que la reflexión sobre el tema se convierte en algo crucial para el futuro.
“En un mundo donde las tendencias tecnocientíficas avanzan a pasos agigantados, nos encontramos frente a nuevos desafíos que requieren nuestra atención y comprensión; riesgos asociados con la robótica, la inteligencia artificial, la computación cuántica y otras tecnologías emergentes están en constante evolución.”
Frías Villegas comentó que en estas reflexiones, no se pueden pasar por alto los peligros ambientales como el cambio climático, la contaminación del aire, las guerras nucleares, la escasez de agua, los sismos y las crisis alimentarias que amenazan la sustentabilidad de nuestro planeta y la supervivencia en las futuras generaciones.
Catástrofes naturales o provocadas como la pandemia de Covid-19, el tsunami de 2004, el huracán Katrina o el ataque de las Torres Gemelas de Nueva York, así como las guerras que prevalecen en algunas partes del planeta, representan un recordatorio doloroso de lo vulnerables que somos como especie, resaltó.
“Esos eventos nos han mostrado la importancia de estar preparados para enfrentar crisis humanitarias a escala global y la necesidad de una colaboración internacional efectiva para abordarlas.”
La investigadora del PUDH consideró que es fundamental reconocer que la ciencia es un derecho humano, y en ese sentido tenemos derecho a acceder a información precisa y confiable sobre los riesgos que enfrentamos como sociedad.
“Debemos empoderar a las personas, especialmente a los jóvenes, con el conocimiento necesario para participar activamente en la toma de decisiones y encontrar soluciones a estos desafíos globales.”
En su oportunidad, la directora de la organización civil Carreras con Impacto, Sandra Malagón, señaló que en la mayoría de los países de América Latina, el tema de los riesgos catastróficos globales recibe muy poca atención e interés y son escasas las personas dedicadas a su estudio, a pesar de tratarse de eventos que pueden afectar de forma global a toda la población.
Prevenir esos escenarios catastróficos representa todo un reto para la investigación científica y el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan identificar cuáles son esos riesgos, cómo se caracterizan y cuáles son las mejores estrategias de prevención, mitigación y resiliencia, subrayó.
Por su parte, el cofundador del Observatorio de Riesgos Catastróficos Globales, Juan Gracia, mencionó algunos de los riesgos naturales y tecnológicos que podrían infligir un daño grave al bienestar humano al ubicarse en una escala de destrucción que provoque millones de muertes y pérdidas económicas millonarias.
Los riesgos catastróficos naturales pueden ir desde los muy poco probables como el impacto de un asteroide o cometa, una tormenta solar, una erupción súper volcánica, pasando por el cambio climático, el registro de grandes incendios o tsunamis de gran escala, hasta el surgimiento de nuevas pandemias, como la reciente de Covid-19, que amenazan con agudizarse o resurgir en cualquier momento, apuntó.
En cuanto a los riesgos catastrófico-tecnológicos, indicó que son de mayor preocupación, pues mantienen la amenaza latente contra la propia humanidad, tal es el caso de una guerra nuclear con todos sus impactos, directos o indirectos.
Resaltó que las tecnologías emergentes y la biotecnología han despertado una gran incertidumbre debido al incremento de riesgos que representan en cuanto a la facilidad y al potencial que tienen para desarrollar, ya sea por accidente o por malicia, algún virus con gran capacidad de transmisión y de mortalidad y una vez liberado pueda provocar una pandemia global extrema.
Agregó que otros riesgos emergentes se presentan con la acelerada aparición de la inteligencia artificial, que al ser una tecnología transformadora puede modificar los sistemas de los que depende nuestra sociedad.
Finalmente el experto aseguró que la probabilidad de que estas catástrofes ocurran es demasiado alta como para ignorarla, por lo que es importante que la humanidad empiece a tener conciencia de la magnitud del problema, en tanto que las instituciones y gobiernos deben abordar el tema con seriedad y tomar acciones para reducir el riesgo de una catástrofe global.