Visión multidisciplinaria del Instituto
Estéticas cumple 85 años de academia vanguardista
Sus investigaciones abarcan desde el estudio del arte mexicano hasta lazos de colaboración con las ciencias sociales, humanidades y ciencias exactas
Para Iván Ruiz, director del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), esta entidad académica llega a sus 85 años con buena salud, pues sus indagaciones han abarcado desde el estudio del arte mexicano —que va del indígena al contemporáneo— hasta novedosos lazos de colaboración con otros campos de las ciencias sociales, humanidades y ciencias exactas.
Con esta visión multidisciplinaria, el Instituto ha participado en proyectos que van desde catalogación de inmuebles de patrimonio cultural, tratamiento de obras dañadas por los sismos, el estudio de técnicas y materiales fundamentales para entender los vestigios arqueológicos, la cultura mural prehispánica hasta las aportaciones a la memoria del Movimiento Estudiantil del 68.
“La renovación nos da un carácter experimental, pues estas nuevas metodologías y aproximaciones no tienen que ver sólo con el arte de los museos, de colecciones o galerías; también hemos ampliado el estudio a la cultura visual, aquello relacionado con diferentes medios de producción de imágenes fijas y en movimiento”, aseguró el experto en arte contemporáneo.
El IIE ha evolucionado de la mano de la Universidad y de las muchas realidades de nuestro país, por ello “tenemos el interés de vincularnos con los problemas sociales de manera más efectiva, tal es nuestra participación desde hace 12 años con el proyecto Mujeres en Espiral, en el que pretendemos que las mujeres recluidas en el Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla reconozcan las prácticas artísticas como una forma de visibilidad, de denuncia y de estrategia de sobrevivencia en el encierro”.
No obstante, recalcó, seguimos fomentando los trabajos en nuestras siete áreas del conocimiento: arte indígena, virreinal, moderno, contemporáneo, mundial, teoría del arte, y los estudios de técnicas y materiales.
Único en su campo
El 20 de febrero de 1935 se inauguró el Laboratorio de Arte, gracias a la iniciativa del maestro Manuel Toussaint y Ritter de institucionalizar y dar formalidad académica a los estudios sobre el arte, un quehacer solitario e individual en aquella época.
Un año más tarde se convirtió en el Instituto de Investigaciones Estéticas, hoy uno de los más longevos de la Coordinación de Humanidades y un referente en el ámbito internacional por haber construido la historia de las artes plásticas en México.
Desde la óptica de Luis Vargas, investigador de esta entidad, el Instituto nace en un momento en que figuras señeras como Manuel Toussaint y Justino Fernández comenzaban a verbalizar ideas que serían fundamentales para entender el arte de su tiempo e incorporar las preocupaciones de su presente: el muralismo y la llamada Escuela Mexicana de Pintura.
“Hoy es de los más grandes del mundo por el número de académicos con los que cuenta —67 investigadores y 51 técnicos-académicos— y por el nivel de calidad y rigor en la producción de su conocimiento”, aseveró el especialista en arte del sureste mexicano.
En América Latina, ejemplificó, los conocedores del arte no están concentrados en un solo sitio de trabajo; más bien se congregan investigadores que trabajan en distintas universidades. En este sentido, “que la UNAM haya apostado de forma visionaria por establecer un centro para el estudio del arte habla muy bien de ella”.
Además, cuenta con áreas de apoyo que lo convierten en un lugar de investigación único en su tipo: el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint, el Archivo Histórico y de Investigación Documental, la Biblioteca Justino Fernández, el Departamento de Comunicación y Promoción, el de Informática, el de Publicaciones, el Área de Intercambio Académico, el Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte y la Unidad Informática de las Artes (UNIARTE).
Con miras a convertirse en un punto de referencia para el sur de México y Centroamérica, en 2001 se abrió su primera sede foránea, el Centro de Extensión Oaxaca, el cual está formado por siete investigadores. En su sede, el Antiguo Palacio Arzobispal, se resguarda la Biblioteca Beatriz de la Fuente y se imparte el programa de Especialización en Historia del Arte.
Multidisciplina
Desde su fundación, el Instituto ha evolucionado a la par de una reflexión crítica sobre la propia disciplina que tradicionalmente sólo miraba lo artístico y estético; ahora incluye colaboraciones y alianzas con otros campos del saber y áreas de la Universidad.
En ese contexto, en 2014, el Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte, junto con los institutos de Física y Química de la UNAM, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares y el Centro de Investigación en Corrosión de la Universidad Autónoma de Campeche conformaron una red de colaboración que ha contribuido a resolver problemas de restauración y conservación de diversas colecciones del patrimonio cultural mexicano: el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
En el campo internacional ha logrado tejer relaciones sólidas con América Latina y Estados Unidos, y desde 1975 ha ofrecido a investigadores de todo el mundo un espacio para difundir sus trabajos a través del Coloquio Internacional de Historia del Arte. Con ello ha logrado cambiar la visión centrada del arte —que tradicionalmente se entendía como la historia de Europa y del mundo occidental—, al generar un conocimiento comparativo y trasnacional.
Futuro prometedor
Luis Vargas está convencido que en 15 años más, el Instituto estará más fortalecido, ya que ha renovado su planta docente en los últimos ocho años sumando 20 nuevos investigadores, y seguirá en la vanguardia en la medida que se fortalezca la docencia, un punto medular en sus actividades.
Por ello, desde la creación de la licenciatura, la maestría y el doctorado en Historia del Arte que imparte la UNAM, ha intervenido de manera activa, así como en los doce seminarios que imparte.
En su centenario veremos que el reto de cuidar el patrimonio cultural mexicano por medio de su catalogación y digitalización será un logro consolidado gracias a la creación de UNIARTE, un área exclusiva para generar colecciones sustentables que permiten que la vida y la historia de los objetos puedan sobrevivir a los cambios tecnológicos.
“Al estar encerrados por la pandemia hemos notado la importancia de difundir el arte, la cultura y el patrimonio nacional. Al mismo tiempo hemos descubierto áreas de oportunidad en las que como entidad debemos trabajar para generar un conocimiento más crítico y opciones de entretenimiento y crecimiento intelectual para la población”, concluyó el autor del proyecto Imágenes del mexicano.
Al celebrar el octogésimo quinto aniversario de su fundación, el Instituto de Investigaciones Estéticas pone al alcance del público una serie de diálogos, cápsulas de video, podcast, jornadas académicas y presentaciones de libros por medio de su página y sus redes sociales.