Son integrantes de la SIAFI, agrupación del alumnado
Estudiantes de la Facultad de Ingeniería elaboran macetas biodegradables
Con desechos orgánicos también producen acuarelas no tóxicas
Con residuos de cartón, principalmente de empaques de huevo que las recicladoras ya no compran, estudiantes de la Facultad de Ingeniería (FI) elaboran macetas compostables; además, con desechos orgánicos –como cáscaras de algunos vegetales, frutas y especias– producen acuarelas no tóxicas.
Daniela García Granados, Arturo Fabián Rentería Félix, Yolitzin Romero Ortiz, Paola Tapia León y Ana María Castro Hernández, quienes integran la Sociedad de Ingeniería Ambiental (SIAFI), imparten talleres –a través de las redes sociales del grupo estudiantil y en la propia FI– para elaborar esos productos, cuyo fin es difundir la revalorización de aquello que se considera basura.
En el caso de las macetas son orgánicas, y las plantas o semillas pueden trasplantarse de su recipiente de origen a la germinación sin generarles ningún tipo de estrés, lo que posibilita que crezcan de mejor manera.
Detallaron que son una agrupación estudiantil universitaria con apenas cinco años, los mismos que tiene la licenciatura que cursan. “Realizamos una serie de actividades relacionadas con la carrera al interior de la Facultad y en eventos académicos universitarios vinculados con nuestra área de estudio”.
Una de ellas es el “Taller de macetas compostables”, que impartieron en el Primer Congreso Internacional de Ingeniería Ambiental (CIAMB), organizado por el posgrado de Ingeniería y el Subcomité Académico por Campo de Conocimiento en Ingeniería Ambiental de la UNAM.
Los integrantes de la SIAFI puntualizaron que su elaboración es a partir de la combinación de cartón del empaque de huevo, rollos interiores del papel de baño y de servitoallas de cocina, entre otros tipos de cartón, excepto plastificado como el de los cereales, que combinan con agua y grenetina para obtener una pasta que se moldea y se deja secar durante dos días.
Explicaron que una vez secas las macetas, se siembran las semillas o pequeñas plántulas para que germinen. “No es necesario trasplantarlas puesto que desde un inicio podemos colocarlas en sus macetas definitivas o en el mismo suelo de siembra, con la ventaja de que el recipiente sustentable le aportará nutrientes a las plantas y a la tierra”.
Con ello se contribuye a la reducción de nuestra dependencia del plástico, así como a disminuir la generación de residuos y la contaminación.
Mientras que para elaborar los colorantes naturales –que se utilizan desde antaño– emplean betabel, zanahoria, col morada, paprika, cúrcuma, flores de buganvilia, hojas verdes de plantas, por ejemplo, que se maceran con agua, alcohol y bicarbonato para obtener las acuarelas sustentables.
Detallaron que las acuarelas las elaboran añadiendo agua, alcohol o bicarbonato y pueden utilizarlas con toda seguridad niñas y niños, pero también cualquier persona, puesto que al tratarse de ingredientes orgánicos no representan ningún riesgo, además de ser económicas.
Aclararon que, si bien ellos no inventaron estas opciones, pues ya se obtienen desde hace tiempo, su intención es mostrar que son muchas las cosas que se pueden elaborar aprovechando materiales sustentables y de reciclaje, “por lo que buscamos compartirlo con la comunidad universitaria y la sociedad en general”.
La investigadora del Instituto de Ingeniería, María Neftalí Rojas Valencia, organizadora del CIAMB, donde el grupo estudiantil SIAFI impartió los talleres sustentables, recalcó que la ventaja de los recipientes compostables es que una vez que germina y crece la planta no es necesario trasplantarla, ya que sus componentes son cien por ciento biológicos y se integran al suelo con facilidad.