Johannesburgo.- La Sede UNAMSudáfrica (Centro de Estudios Mexicanos) inauguró una exposición itinerante de juguetes mexicanos tradicionales en la Universidad de Witwatersrand, en esta ciudad. El evento fue organizado como parte de las actividades culturales de esta instancia universitaria, y en esta ocasión contó con la colaboración de la embajada de México en Sudáfrica, el Museo de Antropología de Wits y un grupo de alumnos de esta casa de estudios que realizan una estancia académica en dicho país.
David Ruíz Guzmán, responsable de administración y gestión cultural de la Sede UNAM-Sudáfrica, se refirió a la relevancia de que la exhibición fuera inaugurada el 30 de abril, dado que en México se celebra el día del niño y es importante recordar que la imaginación da un refugio seguro para las situaciones complejas de la vida actual.
Asimismo, agradeció la colaboración de George Mahashe, director del Museo de Antropología de Wits, para la realización de la muestra, así como de la empresa Bumer México, que donó la colección al Centro y la Librería KAV por facilitar el traslado de las piezas de México a Sudáfrica.
En su oportunidad, María Lourdes Zozaya Rojas, responsable del área de Cooperación Internacional para el Desarrollo y Asuntos Culturales de la embajada de México en Sudáfrica, destacó la importancia del Museo del Juguete Antiguo Mexicano, ya que éste ha permitido mostrar la historia y la cultura mexicana por medio de la mirada de los niños. Además, consideró que el impacto social del recinto no se reduce a la preservación de estos objetos, sino también genera oportunidades de trabajo, así como espacios de expresión para artistas, artesanos y emprendedores.
A su vez, el arquitecto Roberto Shimizu Kinoshita, coleccionista mexicano y director del museo, habló sobre la historia de la industria en México y su relación con otras naciones. Informó que todos los juguetes exhibidos ahora en Sudáfrica son ejemplares hechos a mano con técnicas tradicionales diversas.
Esta exposición itinerante se presentará en diversos recintos como parte de una muestra cultural mexicana a lo largo de dos años, para después regresar al Centro de Estudios Mexicanos.