Medallista de los Centroamericanos
Fabiola Núñez y la ilusión de los Juegos Olímpicos
La remera auriazul se concentra para el torneo clasificatorio que se efectuará en Brasil
En la modalidad de doble par ligero, buscará confirmar su lugar en la Regata de Clasificación Olímpica y Paralímpica Continental de las Américas que, de permitirlo las condiciones sanitarias, se realizará del 28 al 31 de enero del año entrante en Brasil.
“Practico en casa con un remoergómetro (simulador de la acción de remar), ligas, barras y discos, en una especie de mini gimnasio en el hogar, y me cuido para poder participar en el preolímpico”, afirmó la egresada de la Facultad de Medicina, con especialidad en Medicina del Deporte por la Dirección General del Deporte Universitario.
“Si se formalizan las fechas, debemos hacer nuevamente la toma de tiempos en Ciudad de México (Pista Virgilio Uribe, de Cuemanco) a finales de noviembre, para asegurar nuestra plaza en el preolímpico de Brasil. No hay más que ubicarse en primer sitio para obtener el boleto a Tokio”, añadió la atleta que, incluso, dejó su puesto de jefa de departamento en la Dirección de Medicina del Deporte de la UNAM para dedicarse a tal propósito.
El bote ya estaba allá
Fabiola Núñez, junto con su coequipera, la bajacaliforniana Alexa López, estaban clasificadas al preolímpico de Brasil antes de que se interpusiera la contingencia sanitaria. A mediados de marzo la pandemia las sorprendió en el Centro de Alto Rendimiento de Remo, en San Felipe, Baja California, días antes de regresar a CdMx para viajar a Sudamérica.
“El bote ya estaba en Brasil. Fue un golpe anímico durísimo, lloré mucho porque han sido años de trabajo muy fuerte y, aunque sabíamos que era por algo totalmente ajeno y que no sólo nos afectaba a nosotras sino al mundo, los primeros días fueron de incertidumbre y tristeza”, expresó.
Así comenzó la ejercitación en el hogar, y además se incorporó a un club de remo en el que practica a través de la plataforma Zoom junto con otros atletas, lo que le levantó el ánimo. “A pesar de que soy bastante organizada y estoy acostumbrada a entrenar sola, el anexarme a un grupo es hasta divertido. Compartimos experiencias y nos apoyamos mutuamente, en lo físico y en lo motivacional”, finalizó.