Otras naciones de la región han logrado erradicarlo
Faltan acciones preventivas contra el paludismo en el país
La meta es que la vacuna sea aplicada en nuestro país en las zonas endémicas: José Luis Alfredo Mora Guevara, de la FES Zaragoza

Aunque por ahora la vacunación está centrada en África, por la gravedad de dicho mal en ese continente, la meta es que se aplique en nuestro país en las zonas endémicas, añadió el también secretario de Desarrollo Académico de la mencionada entidad universitaria.
Junto con los tratamientos preventivos y el diagnóstico oportuno se puede disminuir su impacto. Ejemplo de ello son estados como Nayarit, que estaba en color “rojo” hace unos años, pero ha reducido su incidencia y ahora está en “amarillo”.
En 2023, en el ámbito mundial, se produjeron 263 millones de nuevos casos de esta afección que también se conoce como malaria, y hubo casi 600 mil muertes en 83 naciones, según información de la Organización Mundial de la Salud (2024), entre ellos Nigeria, República Democrática del Congo, Uganda, Mozambique, India, Indonesia, Bangladesh, Sudán, Somalia y Yemen.
En América se registra sobre todo en Venezuela, Brasil y Colombia. También en México: en 2023, 44 confirmados, el 73 % menos que en 2022; 303 importados en la población en situación de movilidad que ingresa a la nación, de acuerdo con cifras del Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades.
El universitario detalló que en nuestro territorio la mayoría se registra en el sureste: Chiapas (61.4 %), Oaxaca (15.9), Campeche (13.6) y Tabasco (9.1). Datos de dicho Centro indican que los 15 autóctonos contabilizados en el primer trimestre de 2024 se distribuyeron en Chiapas (60.6 %), Oaxaca (20), Chihuahua (13.3) y Campeche (6.7).
Mora Guevara aclaró que, en contraste, hay países americanos libres del padecimiento, como Paraguay, Argentina, Costa Rica, Cuba y Perú.
Prevenible
Entrevistado con motivo del Día Mundial del Paludismo, que se conmemoró el 25 de abril, y este año lleva por tema “La malaria termina con nosotros: reinvertir, reimaginar, reavivar”, abundó: “Es un padecimiento infeccioso causado por parásitos del género Plasmodium, trasmitidos por la picadura de mosquitos hembras del género Anopheles”.
Ese insecto se encuentra en el mundo en las zonas tropicales y no habita más allá de mil metros de altura; “esperemos que con el cambio climático esto no cambie”. Sin embargo, se conocen casos en Ciudad de México, por ejemplo, por personas que se infectaron al viajar.
Los síntomas inician de 10 a 15 días después de que el insecto infectó al paciente: fiebre vespertina y nocturna de 40 grados centígrados, escalofrío y malestar general con cefaleas. También inflamación del bazo (esplenomegalia); de 15 a 30 días aparece anemia, porque al madurar dentro de los eritrocitos los parásitos los destruyen.
Hay cansancio y fatiga, deterioro del estado de conciencia, convulsiones o dificultad al respirar. Con P. falciparum y P. malariae puede haber sangrado en orina u orina de color oscuro. Ahí inicia la coloración amarilla de ojos y piel, hemorragias anormales, daño renal y cerebral agudo, precisó.
El tratamiento
El diagnóstico es relativamente sencillo: frotis de sangre (observar al microscopio la apariencia de las células sanguíneas para identificar la presencia del parásito), pruebas de diagnóstico rápido que detectan antígenos (proteínas producidas por los parásitos en la sangre) y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Sobre el tratamiento, Mora Guevara dijo que es diverso, con medicamentos de la familia de las quininas. Recientemente, se usan la cloroquina con hidroxicloroquina para tres de las cuatro formas de paludismo (con excepción de P. falciparum), así como quinina y quinidina, sobre todo para la enfermedad grave, y la primera, en el embarazo, junto con antibióticos. Las medicaciones de punta incluyen atovacuona-proguanil y mefloquina.
Además, hay vacuna antipalúdica (RTS,S/ AS01) que se utiliza en niñas y niños, la cual presenta una buena respuesta, en particular contra P. falciparum. En octubre de 2023 la Organización Mundial de la Salud recomendó una segunda, más segura y eficaz: R21/Matrix-M, que se usa en África, donde están los casos más descontrolados del mal.
La malaria se previene utilizando mosquiteros y repelente contra mosquitos (los que contienen icaridina), serpentines o vaporizadores de fumigación, ropa con manga larga y pantalones, por ejemplo.