Investigaciones del IIE

Hallan en Cacaxtla, Tlaxcala, sistema de medición registrado en sitios mayas

En 90 por ciento de la arquitectura y pintura mural en lugares específicos de la zona se utilizó el zapal

Gran basamento de Cacaxtla, al fondo el volcán Iztaccíhuatl. Imágenes del Archivo del proyecto «La pintura mural prehispánica en México», IIE. Foto: Geneviève Lucet y A. Casas.
Investigadores del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) reportaron que en 90 por ciento de la arquitectura y pintura mural en lugares específicos de Cacaxtla se utilizó el zapal, un sistema de medición reportado, hasta la fecha, únicamente en el área Puuc de la zona maya y en Chichén Itzá.

A unos 19 km al suroeste de Tlaxcala, se ubica la zona arqueológica de Cacaxtla en la población de San Miguel del Milagro, en el municipio de Nativitas. “Por su ubicación, cerca de Teotihuacan, pensábamos que en Cacaxtla predominaría la misma forma de medir que la reportada en esta ciudad hegemónica y en las culturas nahuas: el yollotli como unidad base. Pero no fue así”, aseguró Geneviève Lucet, investigadora del IIE y líder del proyecto.

Durante el Epiclásico (650-1000 d.C.), describió, mientras Teotihuacan se encontraba en proceso de recesión como resultado de problemas sociales, algunas ciudades en el altiplano central como Xochicalco, Tula Chico, Teotenango y Cacaxtla llegaron a su apogeo.

“En este contexto, nos preguntamos por qué se identifica en el Altiplano una medida registrada por primera vez en ciudades mayas y no en las zonas cercanas, cuando éstas construcciones del sureste se edificaron posteriormente a Cacaxtla”.

Los hallazgos –publicados en las revistas Latin American Antiquity en 2007 y en Ancient Mesoamerica de la Universidad de Cambridge en 2020– demostraron que el zapal no sólo se registra en la arquitectura, sino también en las medidas generales de los murales, lo que indica que los pintores y constructores compartían el mismo marco de referencia.

“No me atrevería a decir que este descubrimiento refuerza la idea de influencia maya en las culturas del Altiplano, se requieren de más estudios para afirmarlo. Qué tal si el zapal surgió aquí y se propagó al sur de México, no lo sabemos con certeza; por el momento, sólo podemos hablar de una coincidencia en el sistema de medición en ambas zonas y su diferencia con importantes ciudades del altiplano”, afirmó la especialista en arte prehispánico.

Como arquitecta, a Geneviève Lucet le interesaba saber cómo los constructores prehispánicos transformaban sus ideas en construcciones, y Cacaxtla era una zona de gran interés por su rigor en la arquitectura y la simetría en su trazo.

“Para encontrar algún rastro de medición, tomé mi cinta métrica y comencé a medir el sitio. El trabajo no fue sencillo debido al deterioro en que se encuentran las edificaciones después de las agresiones destructivas causadas por la naturaleza y por los habitantes del lugar que ignoraban su presencia. En cambio, la calidad plástica y el buen estado de conservación de sus pinturas permitió el análisis preciso de los murales”. No obstante, los resultados con la cinta métrica no fueron confiables.

Tras 20 años de emplear distintas herramientas especializadas, lograron con la fotometría digital obtener un modelo tridimensional a escala y sin distorsión de la pintura mural; y con la estación total Modo Láser se midió el sitio y elaboraron una maqueta virtual que permitió conocer las distancias entre puntos específicos y la altura de las ruinas de este sitio arqueológico.

Mural de la Batalla. Foto: Ricardo Alvarado Tapia.

Códices y documentos prehispánicos

Ante la necesidad de diseñar sus ciudades, construir casas y templos, las culturas mesoamericanas desarrollaron sus propios sistemas de medición. Los códices y documentos prehispánicos en archivos han mostrado que el sistema de medición más utilizado en Mesoamérica fue el yollotli, que corresponde aproximadamente a la mitad de la distancia entre el cuerpo y las yemas de los dedos, equivalente a 83.59 cm.

La segunda medida reportada fue el zapal, registrada únicamente en zona maya, específicamente en Chichén Itzá, Uxmal y Kabah, cuya longitud corresponde a 1.47 metros. Esta unidad era dividida por nueve o por 16 para obtener pequeñas unidades.

Con los datos obtenidos a partir de los métodos de registro y visualización en esta investigación, se descubrió que las dimensiones generales de los murales son múltiplos de 49 cm y de 1.47 metros. De los seis murales ubicados en Cacaxtla –Pozo IIA, Cuarto de la Escalera, Muro de la Batalla, Templo Rojo, Templo de Venus, Edificio A–, Geneviève Lucet encontró que “los murales del pórtico del Edificio A miden 1.5 veces 1.47 metros; la Batalla ocho veces 1.47 metros; los de Venus nueve dieciseisavos y los de la Escalera, 13 dieciseisavos. Los demás, muestran medidas que correspondieron al espacio disponible”.

En definitiva, la indagación muestra que “las pinturas de Cacaxtla se asemejan más a las de Palenque o de Bonampak que a las de Teotihuacan” aseguró la académica del IIE.

Respecto a la arquitectura “los pilares y espacios que los separan fueron dimensionados a partir de un sistema basado en una unidad de 49 cm (a escala tres nos da 1.47 metros), que corresponde a un tercio del zapal.” El largo de los murales de la Batalla y del Templo de Venus tiene medidas que corresponden tanto al yollotli como al zapal.

“Su conformidad con los dos sistemas en Cacaxtla no parece una coincidencia; todo indica que los pintores decidieron crear un punto de convergencia entre los dos sistemas y así enfatizar, simbólicamente, la importancia y el significado de las pinturas”, resaltó.

Muro oriente del Templo Rojo. Foto: Ricardo Alvarado Tapia.

Descubrimiento en 1970

Desde su descubrimiento en 1970, Cacaxtla ha mostrado rasgos similares con la cultura maya desde el estilo pictórico, el uso del azul maya en la pigmentación de algunos murales, así como la representación de glifos que acompañan a las figuras representadas en las pinturas, tal es el caso de las plantas de cacao o la imagen del dios comerciante la serpiente emplumada en el Templo Rojo.

Aunque las razones para explicar la presencia de la medida del zapal en esta región pueden ser varias: que grupos mayas migraron desde la costa e integraron sus referencias culturales; que gobernantes locales contrataron constructores y pintores mayas y decidieron adoptar un sistema ajeno o que este era su forma de medir.

Para Geneviève Lucet, un sistema de medición es una construcción social compleja que refleja las particularidades, conocimientos y características de una población, así como sus conceptos de organización espacial, mismos que en muchos casos se convierten en parámetros que distinguen una cultura de otra.

Al existir varios sistemas de medición en Mesoamérica, se cuenta con un parámetro importante para rastrear intercambios culturales. También es una fuente primaria de información para los sistemas de medición utilizados en Mesoamérica y conceptos de organización espacial.

Para ella, por el momento, sólo es posible concluir que “los pintores y los constructores de Cacaxtla compartieron sus conocimientos de sistemas de medición con los del área Maya Puuc y de Chichén Itzá”.

Mural del hombre ave en el pórtico del Edificio A. Foto: Geneviève Lucet.
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