Una llegó a 100 juegos y la otra a 150
Herrera y Chavero, dentro del club de jugadoras con más partidos en Pumas
Las canteranas alcanzaron dos cifras “especiales” portando la azul y oro
El exclusivo listado de jugadoras con más partidos en la historia de Pumas sumó dos nuevos nombres a su grupo. Paola Chavero y Laura Herrera, canteranas de la institución, alcanzaron dos cifras especiales, en las que han portado los colores azul y oro con orgullo desde hace 150 y 100 juegos disputados, respectivamente.
“Estoy en un buen proceso de crecimiento como futbolista profesional y qué felicidad que sea con Pumas, pues fue el equipo que me abrió las puertas. Estoy contenta porque no cualquiera cumple esta cifra”, compartió Chavero, quien alcanzó el centenar y medio de partidos con Pumas, lo que la convierte en la séptima futbolista con más partidos en la institución.
El compromiso del pasado viernes ante Querétaro no solamente fue especial para Chavero, sino que otra de las jugadoras que vivió instantes emotivos fue Laura Herrera, quien llegó a 100 partidos portando el escudo de esta institución. “Nunca se sabe el futuro, pero si pudiera tener mil juegos en Pumas, claro que los jugaría”, reconoció.
Con similitudes, ambas historias han transitado por caminos diferentes, caracterizados por triunfos, lesiones, goles y suplencias, que han marcado sus carreras en el futbol profesional. “Es una responsabilidad porque ves el crecimiento que has tenido como futbolista a lo largo del tiempo. Es un proceso donde tienes altas y bajas, incluso creo que son más bajas, pero son las que me sirvieron para hoy ser más madura y profesional”, expresó Chavero.
El debut de Chave fue el sábado 27 de enero del 2018, en la aún incipiente Liga MX Femenil, que en ese entonces no tenía ni un año de existencia y que no contaba con una categoría de fuerzas básicas. Cumplió el sueño del profesionalismo a los 16 años, en una visita al puerto de Veracruz, ante el equipo femenil de Tiburones Rojos, que actualmente no compite en la liga.
“Mi mentalidad ha cambiado mucho. Antes era una jugadora que me molestaba, que no creía en los procesos y quería que todo me lo pusieran en charola de plata. Hoy sé que todo lo que he vivido tiene una razón de ser y que gracias a las situaciones complicadas es por lo que hoy soy una jugadora ejemplar”.
Luego de ese partido en Veracruz, Chavero sumó más minutos, a veces como titular y otras esperando desde el banquillo. Jugó en Cantera, en los primeros partidos en el Olímpico Universitario y en todas las restantes plazas de la Liga MX Femenil. Representó a México en un Mundial Sub-20 y hoy, a sus 22 años, suma 13 torneos, 11 goles y 150 juegos, lo que la convierte en la segunda jugadora más joven en alcanzar esta cifra con Pumas.
“Cuando recibí mi playera de 100 partidos no creía haber alcanzado esa cifra tan alta. Ahora estoy cumpliendo 150 y me avisaron en un mensaje. No sabía que los cumplía, pero me lo dijeron, lo que significa que la gente está al tanto de lo que he hecho en esta institución, y eso es algo de mucha satisfacción”.
Por su parte, Laura Herrera considera que su carrera se divide en dos grandes versiones de ella. La primera, que se dio a conocer desde 2019, una jugadora de 16 años, siempre intrépida, veloz por la banda y gambetera en el uno a uno con balón.
El escenario de su debut fue uno de los más complejos, ya que se dio contra Tigres en el Estadio Universitario de la UANL, en el único partido en la historia en el que Pumas ha sacado puntos ante las felinas en Nuevo León. Ella ingresó ocho minutos, suficientes para ganarse el asombro de los aficionados por su desequilibrio.
“Recuerdo ese primer juego contra Tigres en el Volcán. Debuté con 16 años y ahora tengo 21. En mi juego 100 pude ser titular y lo disfruté mucho. He tenido un crecimiento enorme, pasé lesiones, suplencias en la banca, pero siempre con el deseo de jugar para Pumas”, mencionó.
La segunda versión de Herrera se dio en 2022, luego de una grave lesión en los ligamentos de la rodilla que la alejó de las canchas casi por un año. Tras varios torneos complicados por su readaptación, hoy ha recuperado un rol importante en el equipo, al ser el revulsivo de Pumas en cada juego, como una mediocampista más madura e inteligente en el trato con el balón.
“Estos 100 juegos no han sido pura alegría, el futbol no sólo se trata de felicidad. Ha habido risas y tristezas. Este club ha estado y estará siempre en mi corazón. He vivido victorias, empates y derrotas, siempre con el orgullo de representar a esta institución”, concluyó.