Foro 20-20 de Fundación UNAM

IA, metáfora de éste y otros tiempos…

Luis Alberto Pineda, Dionisio A. Meade, Alejandro Pisanty y Demetrio Fabián García. Foto: Diana Maldonado.

La inteligencia artificial (IA) es una metáfora no sólo de nuestros tiempos, sino que está reflejada desde las historias del Génesis, Prometeo, Gólem, Pinocho o los replicantes de Blade Runner, donde se plantea construir una máquina a imagen y semejanza del hombre, la cual adquiere consciencia y comienza a tomar decisiones propias como un humano, comentó Luis Alberto Pineda Cortés, académico del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM.

Al participar en la primera sesión de la undécima edición del Foro 20-20, de Fundación UNAM, el investigador destacó que la IA es en realidad una herramienta que potencia, como toda tecnología, las capacidades humanas, por lo que no debe ser considerada mejor que el humano, sino un medio para hacer las cosas de manera más eficiente y rápida.

De hecho, recordó, cuando en 1997 la máquina Deep Blue venció al reconocido ajedrecista Garry Kasparov, muchos lo consideraron una derrota para la humanidad, pero el resultado a largo plazo fue que este hecho llevó a “democratizar” el ajedrez, y a que hoy en día los mejores ajedrecistas del mundo practiquen con simuladores artificiales sus estrategias de juego.

El líder del grupo Golem de la UNAM, recordó que desde el planteamiento de Alan Turing de que el hombre podía crear una máquina que imitara el pensamiento humano en la década de los 50 a la actualidad es posible ver que Estados Unidos y China son las naciones que más han comercializado e impulsado globalmente el desarrollo de IA.

Pineda Cortés agregó: “Es así como podemos ver el futuro de la inteligencia artificial. Los grandes consorcios hoy en día aprovechan el imaginario colectivo para vendernos estos sistemas”.

A su vez, Alejandro Pisanty Baruch, profesor de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, destacó que uno de los grandes retos para el uso de la IA es su gobernanza, es decir, aquellos acuerdos de uso y formas internacionales de socialización de la herramienta, igual que ocurrió, en su momento, con el surgimiento de internet.

Para definir cuáles son estas reglas de operación, la Universidad es un espacio donde se pueden aportar análisis racionales de los distintos sistemas de IA que ya usa la sociedad, algo que es necesario pero no se ha planteado formalmente porque la gente hoy aprovecha este tipo de sistemas sin considerar las reglas de uso, pues considera que los usos de la tecnología superan con mucho los riesgos.

Recordó que internet funciona en lo que se conoce como modelo de reloj de arena para transmitir información, que tiene una serie de protocolos y acuerdos que implican la interoperabilidad (que todas las plataformas puedan funcionar de manera similar) así como el principio del mejor esfuerzo, es decir, no hay un acuerdo de disponibilidad, sino que se hace lo mejor que se puede con los recursos que se tienen.

El experto narró que cuando internet dejó la academia y el entorno militar, se decidió que la gobernanza de éste quedara sujeta a la nemotecnia de secuencias y números que hoy son llamados direcciones IP y a las cuales se les ha transformado en nombres y dominios, por ejemplo: www. unam.mx, .com, .net o .org.

Pisanty Baruch dijo: “Cada nueva tecnología produce algo que se conoce como pánico moral, que son reacciones ante la incertidumbre y que dicen paren todo. El más antiguo es el de Sócrates ante la aparición de la escritura. Ahora muchas de las reacciones a los algoritmos son claras, pero debemos recordar que hay un algoritmo de inteligencia artificial detrás de cada click a lo que más nos gusta en Facebook, Netflix, Spotify y no sólo en ChatGPT”.

El investigador recordó que recientemente la UNESCO determinó que para llegar a una gobernanza de la IA es necesario necesario basarse en principios claros de acción y uso; que se base en normas y estándares; que la haga ágil y experimentalista; además de que tenga un enfoque en facilitación y empoderamiento.

Para ello, comentó, es necesario adaptar leyes e instrumentos ya existentes de gobernanza (por ejemplo, los de internet); tener mandatos de acceso a información y transparencia; con enfoques basados en riesgos, derechos y responsabilidades.

Momentos antes, Dionisio A. Meade, presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, recordó que hace poco más de una década, la Fundación dio inicio a una serie de reflexiones sobre el futuro de la Universidad, pensando cómo se vería la UNAM a 20 años de distancia.

En este tiempo, mencionó, se ha contado con el apoyo no sólo de todos los rectores de la UNAM, sino con 198 temas y expositores como el Premio Nobel Mario Molina Pasquel, Leonardo Lomelí Vanegas, Rosaura Ruiz, así como Carlos Slim, quienes han reflexionado en torno a 45 grandes asuntos como las tecnologías de la información, cambio climático, los paradigmas de salud, los retos de la vida en las ciudades, etcétera.

Finalmente Meade aseveró: “Los estudiantes pueden encontrar en estos eventos motivaciones para definir su vocación profesional, informarse y formarse”.

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