Académicos del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM brindan gratuitamente apoyo jurídico y de capacitación en diversos ámbitos a cooperativas y grupos con emprendimientos de economía social y solidaria, a fin de que los formalicen y promuevan el desarrollo de sus comunidades.
La investigadora del Programa de Estudios de Cambio Mundial, Globalización y Desarrollo, Tatiana González Rivera, explica que actualmente se apoya al Mercadito Verde Morelos y al Bazar Campo-Ciudad, ambos del estado de Morelos. En el primero participan unos 150 expositores y en el segundo, entre 20 y 25.
Este trabajo se inscribe dentro de los Nodos de Impulso a la Economía Social y Solidaria (NODESS), política pública federal impulsada desde el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), de la Secretaría de Bienestar, que tiene el objetivo de crear alianzas estratégicas entre la academia, los gobiernos locales y el sector de la economía llamado “social y solidario”.
La economía social y solidaria es una economía alternativa; está dentro del grupo denominado “economías transformadoras” que han establecido caminos diferentes al del sistema económico hegemónico, al capitalismo y al neoliberalismo, orientados a la generación de la riqueza.
“No pretendemos afirmar que generar riqueza esté mal, pero la crítica legítima que se hace al capitalismo es que esa riqueza se concentra en muy pocas manos y ha provocado una brecha, cada vez mayor, de desigualdad, desequilibrio social, que destruye el tejido social”, asegura.
Frente a ello se encuentran estas respuestas colectivas, de autogestión y democráticas de grupos que al no encontrar los beneficios del capitalismo deciden probar otros enfoques económicos.
La economía social y solidaria, agrega, comprende diversas figuras asociativas como los emprendimientos o colectivos, orientados a satisfacer las necesidades de sus asociados, de su comunidad, y sobre todo, tienen un compromiso con el medio ambiente que también se ha visto afectado por el sistema capitalista.
“Es colocar en el centro de la economía al ser humano. En el capitalismo, el hombre es un medio para un fin: generar y acumular capital”, añade.
Con esta labor, la UNAM cultiva diversos aspectos: investigación, capacitación, acompañamiento a los emprendimientos, realización de actividades de cultura de paz, entre otras.
Alianzas estratégicas
González Rivera expone que investigadores del CRIM consideraron valioso sumarse a la política de impulso a los NODESS y desde 2020 participan en las convocatorias anuales del gobierno federal, mediante las cuales se han vinculado con la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Morelos y cooperativas y sociedades de producción rural.
“La mayoría de estos emprendimientos son informales y la tarea del NODESS es asesorarlos para que transiten a la formalidad, principalmente a manera de cooperativas”, comenta.
Actualmente trabajan con la cooperativa Biocanna, enfocada en la herbolaria, el uso de plantas medicinales, en especial con el cannabis; y con una sociedad de producción rural dedicada a la apicultura.
Entre los emprendimientos que han apoyado están el Mercadito Verde Morelos y el Bazar Campo-Ciudad. El primero es una iniciativa de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Morelos y reúne artesanos, productores de alimentos orgánicos, agroecológicos, quienes promueven la herbolaria, brindan masajes, entre otros.
“Una vez que están debidamente organizados y tienen bases sólidas, se busca dar el paso a la formalidad. Contar con una personalidad jurídica es requisito esencial para participar en otros programas del gobierno local o federal, menciona.
Con el Mercadito Verde Morelos, agrega, se ha conseguido registrar su nombre como marca.
“Cada 15 días los integrantes de esta cooperativa se reúnen en el Parque Chapultepec, de Cuernavaca, Morelos. Acudimos los diferentes equipos del NODESS para darles talleres, dependiendo de las necesidades que diagnosticamos”, indica.
En tanto, el Bazar Campo-Ciudad es un proyecto de la Unión de Pueblos de Morelos y la Universidad Campesina del Sur, ambas asociaciones civiles, y que sumaron al NODESS Morelos Solidario y Cooperativo en 2021. En el proyecto del Bazar participan entre 20 y 25 personas.
“Ellos tenían el proyecto de acercar a los productores del campo de estas comunidades rurales con la ciudad. Esto se volvió muy significativo durante la pandemia por Covid-19, pues fue sumamente valioso tener este acercamiento con los productores, a través de medios digitales”, comenta.
“Actualmente están próximos a su formalización en dos cooperativas, una de producción y otra de consumo”, indica la especialista en Derecho mercantil.
Finalmente informó que los académicos del CRIM de la UNAM participarán en una próxima feria de cooperación internacional y de economía social y solidaria, organizada por el Instituto Mora, y en la que presentarán las experiencias de estos NODESS.