Eje transversal de todas las áreas de conocimiento de su disciplina
Impulsar la sostenibilidad, reto de médicos veterinarios
Estos profesionales desempeñan un papel muy importante en la salud pública, la producción de alimentos de origen animal y la conservación de la biodiversidad: Carlos Guillermo Gutiérrez
Las y los médicos veterinarios son esenciales para el desarrollo de cualquier nación, pues desempeñan un papel muy importante en la salud pública, la producción de alimentos de origen animal, la inspección y certificación de productos de origen animal, la seguridad alimentaria, la conservación de la biodiversidad y el uso eficiente de los recursos naturales.
Así lo afirma el director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Carlos Guillermo Gutiérrez Aguilar, quien señala que en todos estos aspectos debe de considerarse la sostenibilidad, uno de los retos más importantes de su ejercicio y en la formación de los futuros profesionistas.
Con motivo del Día del Médico Veterinario Zootecnista –que se celebró en México el 17 de agosto–, el funcionario expone que la sostenibilidad es un eje transversal de todas las áreas de conocimiento que abarca su disciplina: la parte clínica, la producción de animales de todas las especies, la salud pública y la relación con el medio ambiente, entre otras.
“El trabajo de las y los veterinarios es mucho más amplio de lo que se percibe a primera instancia, que es el cuidado de la salud de los animales de compañía”, dice.
“Nos involucramos en la salud pública porque debemos garantizar que la población tenga la cantidad suficiente de alimento, proteína de origen animal (huevo, leche y carne, entre otros), y que el que llegue a nuestros hogares sea de la más alta calidad sanitaria. Los inspeccionamos y certificamos desde su producción y hasta que están en nuestras mesas”, asegura.
Históricamente, señala, la profesión de médico veterinario zootecnista ha sido muy importante en el desarrollo del país y para la industria pecuaria, al apoyar a la producción de dichos alimentos. Hoy también estos profesionales desempeñan un papel fundamental para revertir cambios ecológicos generados por esta producción y para garantizar que las generaciones futuras tengan un ambiente sostenible.
Gutiérrez Aguilar explica que en la medicina veterinaria se maneja el concepto de “Una Salud” o “One Health” que considera el bienestar de las poblaciones humanas, las animales y el medio ambiente. Conservar este último, subraya, permite mantener a poblaciones silvestres como un “buffer o amortiguador” para que ciertos patógenos no “brinquen” hacia las poblaciones animales y humanas.
“Con el SARS-CoV-2, experimentamos de primera mano cómo las cosas pueden salir mal cuando no se siguen prácticas sostenibles. Es un ejemplo de cómo en un entorno alterado por la acción humana, especies infectadas con un virus, al ser introducidas a áreas urbanas, pueden encontrar el escenario perfecto para que el microorganismo se adapte y encuentre un huésped, se replique y cause una pandemia devastadora”, comenta.
Economía
Gutiérrez Aguilar agrega que los problemas relacionados con la salud de los animales también pueden generar afectaciones económicas. Por ejemplo, que la peste porcina africana llegue a un país puede ser desastroso para la producción de carne de cerdo y afectar también las cadenas de producción de pollo, res y poner en aprietos la seguridad alimentaria nacional.
En la producción animal, también se promueven el desarrollo y la implementación de buenas prácticas pecuarias, las cuales se desarrollan mediante la investigación. Luego, se hace la transferencia de tecnología para que los productores puedan implementarlas y certificar sus procesos de producción como sustentables y éticos.
“Como Universidad Nacional tenemos el mandato de formar a nuestras alumnas y alumnos en todas las áreas y que atiendan las necesidades de la nación, incluyendo la atención clínica –cuidado y la salud de los animales–, en el manejo de prácticas productivas y sostenibles para que conserven los recursos y el ecosistema lo más sano posible, para las siguientes generaciones”, subraya.
Actualmente, acota, gran parte del territorio mexicano está ocupado para la producción animal y los veterinarios tienen que estar involucrados en mejorar las condiciones de los animales y las medioambientales, apoyando a los productores.
Por ejemplo, en la FMVZ se realizan investigaciones sobre cómo mejorar la nutrición de los animales, reducir la producción de metano, estudiar la población bacteriana que habita en el rumen y ayuda a la digestión de forrajes, así como aspectos concernientes con la nutrición y de selección genética.
También, se evalúa la producción en términos de los litros de agua que requiere y la generación de gases de efecto invernadero. Hoy se analizan estos aspectos usando “monedas” ecológicas y medioambientales que permiten una mejor perspectiva de la sostenibilidad en los procesos productivos, concluye Gutiérrez Aguilar.