Indispensable, construir memoria histórica de los feminismos universitarios
Conversatorio en el marco del quinto aniversario de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM
Es necesario construir la memoria histórica sobre los procesos organizativos de las estudiantes que buscan contar con espacios libres de violencia, manifestó Karla Amozurrutia, directora de Gestión Comunitaria y Erradicación de las Violencias de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM (CIGU).
Las movilizaciones de mujeres organizadas posibilitaron la creación de la CIGU, las transformaciones estructurales y normativas de la institución y tienen antecedentes en las investigaciones de académicas feministas, puntualizó.
Durante el conversatorio “Mujeres universitarias. Sobre los procesos organizativos estudiantiles 2019-2020 en la UNAM”, las panelistas compartieron sus experiencias de participación y manifestaron la importancia de la organización colectiva, así como las redes de apoyo y acompañamiento entre mujeres.
Vianey Mejía, egresada de Filosofía, recordó que en 2016 hubo una convocatoria internacional de paro por el feminicidio de Lucía en Argentina, y llevó al primer paro separatista en la UNAM. La necesidad del separatismo se evidenció en asambleas estudiantiles en apoyo a Ayotzinapa, pues “revelaron la violencia política de género dentro del activismo estudiantil, donde las mujeres eran silenciadas y sexualizadas”.
En su intervención, Érika Romo, egresada de Pedagogía, señaló que la desaparición de la estudiante Mariela Vanessa Díaz fue un hecho que marcó la necesidad de organizarse en espacios separatistas, porque en asambleas mixtas los temas de género eran relegados. “Cuando hay espacios organizativos autogestivos autónomos de mujeres se procura la horizontalidad y la mirada crítica a la institución”.
Carina Chávez relató la experiencia del activismo feminista en la Facultad de Ingeniería (FI), un entorno históricamente masculinizado y carente de tradición activista. Un parteaguas fue la confrontación que hubo en el cacerolazo feminista, donde alumnos de Ingeniería agredieron a las manifestantes. “Eso propició la primera asamblea separatista de mujeres en la FI, que fue en 2019, para hablar sobre este tipo de violencia”.
Quisiera pedirles que no se cansen, ni ustedes, ni nosotras, ni las que siguen, para seguir construyendo nuestra Universidad sin violencia”
Norma Blazquez
El impacto de los tendederos
Lizeth Monserrat Ramírez Reyes destacó que el movimiento en la Facultad de Psicología fue impulsado por una serie de injusticias y antecedentes de lucha feminista. Relató momentos clave que marcaron el camino hacia la organización y la acción, como el primer tendedero y la lectura pública de las denuncias sociales ahí vertidas: “Fue muy impactante para mí ese momento, el escuchar todas estas denuncias de profesores con quienes habíamos tomado clase, compañeros de tu generación con quienes departías”.
Por su parte, Nicté-Ha García resaltó la importancia de la búsqueda autónoma de formación feminista en la Facultad de Psicología, acción esencial para la creación de un pliego petitorio fundamentado. “Cuando generamos esa pliega petitoria que además fue superextensa, ultra ñoñas todas, todo justificado, marco teórico citando a muchas de las que estoy viendo aquí, y se los leemos a los directivos que estaban, y les leemos los casos que llevábamos, la sistematización del acompañamiento, se dieron cuenta que no era un arrebato”.
En su turno, Patricia Guerrero Prado destacó la importancia de la colectividad y el amor entre mujeres para la organización feminista dentro de la Escuela Nacional de Trabajo Social. “Una asamblea organizada tras un ataque a una compañera en los baños fue el punto de encuentro para muchas mujeres. La red de mujeres organizadas abarcaba a estudiantes de todos los semestres y contaba con el apoyo de consejeras técnicas y profesoras críticas”.
El encuentro finalizó con un comentario de Norma Blazquez, titular de la CIGU. “Quisiera pedirles que no se cansen, ni ustedes, ni nosotras, ni las que siguen, para seguir construyendo nuestra Universidad sin violencia”.