En materia de salud sexual y reproductiva, Internet está inundado de datos y consejos rápidos que los jóvenes consultan como primera fuente de información para despejar sus dudas, sin tomar en cuenta que muchos de estos contenidos carecen de fundamento científico y teórico, alertó Nélida Padilla, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.
Frecuentemente, acuden a los buscadores, páginas, blogs, redes sociales, incluso a algunas aplicaciones para buscar respuestas o sugerencias sobre temas que les inquietan, como prevención del embarazo, prácticas y preferencias sexuales, y uso del condón y otros métodos anticonceptivos.
“Sin embargo, en la mayoría de los casos, se mal informan. Lo hemos constatado en el trabajo que hacemos en nuestros talleres de sexualidad en la FES Iztacala; lo que refieren es equivocado.”
Algunos canales en YouTube o páginas en Facebook ofrecen información que no siempre es adecuada. Por ejemplo, derivado de estas consultas los jóvenes plantean el uso de la pastilla de emergencia como método anticonceptivo, “esto significa que obtienen lo que se quería saber, pero no está integrado ni bien asimilado; por lo tanto, no forma parte de sus herramientas cotidianas de afrontamiento ante situaciones de riesgo”, expuso.
Lo que buscan
Ellos buscan información; sin embargo, si se toman en cuenta los altos índices de embarazos no deseados en adolescentes y los casos de contagio de infecciones de transmisión sexual, deducimos que este conocimiento no garantiza que se protejan apropiadamente.
También indagan con base en lo divulgado desde secundaria o preparatoria, como el uso del condón; no obstante, cuando van a los talleres se les pide que expliquen la forma de hacerlo y muchos no saben.
Otro asunto que investigan en la red es cómo dar variedad y diversión a la vida erótica; instalan aplicaciones en sus celulares, pero son pocas y no están enfocadas a integrar herramientas para su cuidado y protección, enfatizó.
Mejor verificar
Al explorar en Internet, insistió Nélida Padilla, lo importante es que los jóvenes sepan qué páginas son las más adecuadas y a dónde recurrir si tienen problemas, es mejor verificar la fuente y quién valida los datos (un equipo multi e interdisciplinario o instituciones como la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, la Organización Mundial de la Salud, la Planned Parenthood o la Asociación Mundial de Sexología). También pueden acudir a un sexólogo o educador sexual.
“Es indispensable llegar a las nuevas generaciones por todos los medios, darles información que facilite su formación, la integración de sus conocimientos en materia de salud sexual, la vida en pareja, la maternidad o paternidad, dudas sobre orientación sexual”, destacó.
Esos temas tienen que naturalizarse con el propósito de que dejen de ser tabú, y en la medida que esto suceda habrá mayor impacto en el descenso de las cifras de embarazo adolescente o infecciones de transmisión sexual, resumió la especialista.