Jessica Gallegos, en pos de dos títulos

Esto podría haber iniciado in utero: su madre fue delantera amateur en Uruapan, Michoacán; su padre (Contaduría y Administración), mediocampista; sus hermanos Óscar (FES Zaragoza) y Carlos (Artes y Diseño) también jugaron, aunque este último ejerció de manera profesional, y “como jugador del Atlante le metió un golazo a Adolfo Ríos en el Estadio Azteca; yo estaba ahí y lo grité, tenía 11 años de edad”.

Recién llegada de El Salvador, donde fue parte del equipo campeón del World Beach Games 2019 Qualifier, y con ello conseguir la clasificación para disputar los World Beach Games Qatar 2019, torneo mundial de futbol playa de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales, Jessica Estelí Gallegos Acosta, de Medicina Veterinaria, tendrá meses intensos para buscar sus dos títulos de vida: como campeona mundial de futbol playero y como licenciada.

“Me encanta mi carrera, pero el futbol es por tiempos y esto se puede acabar. Físicamente no me dará el cuerpo dentro de unos años y sé que la veterinaria estará ahí. Estoy a nada de terminar la licenciatura, mis dos pasiones son esa vocación y el futbol. Más adelante quiero tener muchos logros académicos”, subrayó.

Más allá de la cuestión clínica con pequeñas especies, Jessica Estelí se decanta por el impacto ambiental de las especies que se dedican al pastoreo. “Para mí tanto la Facultad como el futbol son de perseverancia. Uno a veces piensa en tropezar, ya sea en el deporte o en tu carrera, pero no, ¿por qué? Me voy a sujetar, y la voy a terminar, para las dos cosas me da el corazón. Es el deseo de hacer lo que amas lo que te da fuerza para seguir adelante”.

Así se define en la cancha de arena: “Soy muy fuerte, aferrada, atenta, a veces ensucio el juego, no cedo, no me gusta que me pasen, me levanto y vuelvo a luchar, y vuelvo a querer ganar”.

Gallegos reconoció que de muy pequeña el futbol no era su hit, pero cuando empezó a jugar soccer a los 11 años mejoró tanto que fue convocada a una selección nacional menor. “Después ya no sobresalí pero seguí entrenando en equipos de barrio y llaneros hasta que entré al CCH Sur, y ahí me involucré en las escuadras representativas de soccer de la UNAM. Ingresé a la carrera y logramos ser campeonas nacionales en la Universiada, un gran orgullo.”

Ya había abandonado casi totalmente el futbol, cuando una de sus amigas con las que jugaba la invitó a hacer una prueba… Eso arrancó en abril de 2018, y así llegó al futbol sobre arena de playa. Ahora irán a Qatar a competir con las mejores selecciones del mundo.

“Cuando llegué a la primera concentración de una selección nacional de futbol femenil vi a una de mis más admiradas: Fátima Leyva; y me tocó entrar en su lugar de cambio, qué orgullo, un sueño cumplido más”, concluyó.