Homenaje
José Luis Ibáñez, un tesoro para el teatro y la Universidad
Organizan jornadas para recordar el legado del académico y creador escénico, a tres años de su muerte
Siempre un genio de la escena y un universitario comprometido, así fue recordado el dramaturgo a tres años de su muerte en las Jornadas José Luis Ibáñez. Celebrando su legado, las cuales fueron organizadas por Teatro UNAM, el Centro Universitario de Teatro (CUT), el Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) y la Secretaría de Extensión y Proyectos Digitales de la Coordinación de Difusión Cultural.
Durante tres noches, alumnos, colegas y colaboradores del director de teatro y cine hablaron de manera presencial o en entrevistas grabadas en video sobre sus enseñanzas, su generosidad, amistad y compromiso constante con el desarrollo del arte escénico en México. También se hicieron presentaciones de fragmentos de obras vinculadas al trabajo creativo de Ibáñez, como La vida es sueño, de Calderón de la Barca; El divino Narciso, de Sor Juana Inés de la Cruz, y El amor enamorado, de Lope de Vega.
“Llegó en 1954 a Ciudad Universitaria y se quedó para siempre en los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras, donde él decía que descubrió que podía ser feliz”, comentó al inicio de la primera jornada del homenaje el moderador Emilio Méndez, coordinador de las Jornadas junto con los también profesores Emma Dib, Antonio Crestani y Javier Loza.
Juan Meliá, director de Teatro UNAM, expresó que una de las enseñanzas que dejó la pandemia es saber decir adiós y dar gracias. En ese sentido, a figuras como José Luis Ibáñez no se les debe dejar ir. “Tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios por recordar, para darle las gracias y, sobre todo, seguir aprendiendo de su legado a través de sus enseñanzas y de sus compañeros y alumnos”.
Dijo que la huella indeleble dejada por Ibáñez como creador y docente por más de 50 años en la UNAM la pudo constatar en la preparación de estas Jornadas, gracias al recuerdo que le guardan las personas que trabajaron y estudiaron con él. “Ver el cariño, el reconocimiento y sobre todo cómo extrañan su figura, nos llena de compromiso por seguir ayudando a guardar su memoria y su legado […], y nos deja en claro la fortaleza de su quehacer, su impacto en diversas generaciones y la enorme dedicación, profesionalismo y cariño hacia la disciplina escénica”.
Mario Espinosa, director del CUT, valoró la realización del homenaje por evitar que gane la desmemoria y permitir revalorar a quien fue una figura de la Universidad, pero también un tesoro para el país y la nación teatral en su conjunto. “Quiero hablar del maestro en sí, de su gran labor, porque es un monstruo del teatro en toda la extensión de la palabra; un sabio, un gran consejero y compañero con sus alumnos. También estuvo en el teatro profesional y comercial, dirigió ópera, musicales y teatro contemporáneo. No sólo era un sabio teórico sino también un gran hacedor, que se mantuvo en la UNAM –su casa desde el inicio hasta el final–, que salió de ella para hacer todo esto pero siempre regresó”.
Myrna Ortega, secretaria de Extensión y Proyectos Digitales de Cultura UNAM, refirió que Ibáñez colaboró con esta dependencia durante 13 años, donde la tecnología cumple una función como espacio alterno de creación, difusión y preservación de la cultura. Recordó que el homenajeado grabó lecturas de poesía y textos teatrales en Descarga Cultura.UNAM, impartió un curso sobre Sor Juana y Juan Ruiz de Alarcón para el programa Grandes Maestros.UNAM y sostuvo un diálogo con Margo Glantz en el foro Conecta. Campus de Pensamiento.
Mary Frances Rodríguez, directora de la FFyL, relató que Ibáñez iba a este centro de estudios seis días a la semana para cumplir con distintas actividades. “Él veía a la Facultad como las raíces y el tronco de su quehacer vital y, en correspondencia, todo su trabajo en el teatro lo imaginaba como las ramas y los frutos de esa intensa labor en nuestras aulas”. En reconocimiento a esta tarea académica, comentó, el Foro Experimental de la dependencia lleva su nombre desde 2015.
Emilio Méndez explicó que las Jornadas José Luis Ibáñez. Celebrando su legado comenzaron a preparase al acercarse los 90 años de edad del creador escénico, que los hubiera cumplido este 2023. Gracias a eso pudieron presentarse grabaciones de testimonios con personas ya también fallecidas, como Ignacio López Tarso y Héctor Bonilla, además de las de sus amigas y colaboradoras: la escritora Margo Glantz y la actriz Marta Verduzco, entre otras.