Recolectará suelos análogos a Marte
Joven investigador del Instituto de Geología se incorpora a proyecto espacial europeo
Desde hace cuatro años el también docente universitario trabaja en el estudio de los llamados barnices del desierto, que son rocas consideradas similares a las del planeta rojo
Nuevamente un joven académico de la UNAM aporta su conocimiento para el análisis de muestras provenientes de Marte. Se trata del investigador posdoctoral del Instituto de Geología de la UNAM, Pável Ulianov Martínez Pabello.
El joven discípulo del reconocido universitario Rafael Navarro González se ha incorporado a un proyecto europeo liderado por el Centro de Astrobiología en Madrid, que tendrá repercusiones en la misión Mars Sample Return de la NASA y Agencia Espacial Europea (ESA). El objetivo es realizar una colección de muestras análogas al planeta rojo entre las que se encuentran rocas del desierto mexicano.
Desde hace cuatro años, el docente de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra trabaja en el estudio de los llamados barnices del desierto, que son rocas consideradas análogas de Marte. Estas “costras obscuras” tienen la capacidad de conservar biomarcadores (moléculas indicadoras de la presencia de vida), que se asemejan a estructuras similares que han sido observadas y recolectadas en Marte para su retorno a la Tierra por la misión Perseverance de la NASA.
Al participar en el ciclo de charlas La Ciencia más allá del aula, organizadas por la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, el investigador precisó que actualmente trabajan en determinar las propiedades oxidantes, la geoquímica y los biomarcadores presentes en estos barnices de tal manera que puedan servir como una guía y colección para el retorno de muestras provenientes del planeta vecino.
“Se acaba de aprobar un proyecto europeo en el que soy colaborador internacional para hacer una colección de muestras análogas y esto con miras a la misión de retorno de muestras de Marte”, comentó ante jóvenes reunidos en el Auditorio B de la FQ.
Detalló que, en este tiempo, el robot explorador Perseverance ya ha colectado las más de 30 muestras del suelo, rocas y aire marciano que hacia el año 2031 serán enviadas a la Tierra como parte de la misión Mars Sample Return de la ESA y la NASA.
Al ofrecer la charla Búsqueda de vida en Marte: exploración robótica e instrumentación analítica, el profesor del posgrado en Ciencias de la Tierra recordó que su trabajo lo ha realizado revisando los barnices en desiertos de Chihuahua, Sonora y Nuevo León, en los cuales se aplican las técnicas analíticas utilizadas por los robots en el llamado planeta rojo.
Por el momento, su trabajo ha revelado que los barnices del desierto no se desarrollan en un tipo de roca en particular, sino en cualquier tipo de litósfera y si bien los análisis no han revelado directamente la participación de microorganismos en la formación de barniz, el hecho de que éstos se encuentren presentes en absolutamente todas las muestras, habla de que lo utilizan como un hábitat.
El doctor en Ciencias de la Tierra rememoró que cuando las misiones Apollo llegaron a la Luna trajeron kilos de rocas que colectaron en nuestro satélite natural (una de las cuales puede ser observada en el Museo de las Ciencias Universum) para ser analizadas por científicos en la Tierra, por lo que invitó a los estudiantes a involucrarse en estos temas a fin de participar en proyectos internacionales.
“En el caso de esta Facultad (de Química), por ejemplo, se debe impulsar a que se abran nuevas asignaturas que consideren este tipo de aplicaciones de la química. No sólo existen los grandes laboratorios trasnacionales, entiendo que todo eso sea lo más común para dedicarse profesionalmente, pero, por ejemplo, yo egresé de esta Facultad como QFB (Químico farmacéutico biólogo) y dedicaré mi vida académica a seguir con esta línea de investigación tan apasionante”, expresó.
Sobre su propia experiencia, Martínez Pabello recordó que llegó a la astrobiología debido a que, en 2009, recursó la materia de Analítica instrumental con el maestro en ciencias José de la Rosa, quien le presentó al reconocido astrobiólogo Rafael Navarro, quien compartió que se dedicaba a buscar vida en Marte en colaboración con la NASA, lo que al joven químico le causó asombro y decidió dedicar su vida a la misma causa.