Espectáculo inusual en México
Juana de Arco en la hoguera, oratorio dramático
Participan 278 artistas en escena: cien coristas, 75 actores, 15 bailarines y la OFUNAM
Con 278 artistas en escena: cien coristas, 75 actores, 15 bailarines y la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) completa, la Sala Nezahualcóyotl será sede de un oratorio dramático pocas veces visto en México, Juana de Arco en la hoguera, los días 8 y 9 de septiembre, en el marco del Festival IM•PULSO Música Escena Verano UNAM.
El clásico francés del siglo XX se caracteriza por su alto nivel de complejidad en cuanto a producción y costos, así como por la exigencia requerida a todos los artistas involucrados.
La obra, creada en 1935 por Arthur Honegger, basada en las composiciones del poeta francés Paul Claudel, será musicalizada por la OFUNAM, dirigida por el joven concertador Sylvain Gasançon, ganador del Primer Premio del Concurso Internacional de Dirección Eduardo Mata en México.
Claudio Valdés Kuri, fundador de la Compañía de Teatro de Ciertos Habitantes, es el director escénico. Él actuó en la última presentación de Juana de Arco en México, hace casi 30 años. Los bailarines forman parte de la recién fundada Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM y éste será su debut como grupo.
La historia
Juana de Arco fue una joven campesina que, a sus 17 años, tras afirmar que escuchaba la voz de Dios, guió al ejército francés en la Guerra de los Cien Años contra Inglaterra. En 1930 fue capturada por sus enemigos y sometida a un juicio dirigido por sacerdotes, quienes la acusaron de brujería, herejía y prostitución. Ella siempre defendió sus ideales, por lo que fue condenada a morir viva en la hoguera. La pieza inicia con Juana en las llamas, donde empieza a recordar su pasado hasta llegar a su infancia, uno de los momentos musicales más potentes.
Montar este oratorio ha sido un gran desafío por la complejidad de coordinar a artistas de tantas disciplinas, quienes se tienen que ajustar a la rítmica y, a la vez, ser libres en sus interpretaciones, señalaron los directores.
“Es muy inusual encontrar una obra donde converjan cantantes, actores, una orquesta y un coro muy grande, incluido uno de niños. Es un trabajo muy fino con todos”, destacó Gasançon.
“Se trata de un texto lleno de claves herméticas. No es complaciente, como puede ser la ópera. No es una anécdota lineal. Todo es metáfora y poesía. Además, son 11 escenas en las que hablan en varios niveles al mismo tiempo: escuchamos voces de Juana y a la vez las del juzgado, las del pueblo y la de la Virgen. Eso hace que la interpretación y la dirección musical sean algo muy complejo”, detalló Valdés Kuri.
Para la pieza, la Universidad trajo de Francia las Ondas Martenot, un instrumento musical que no se encuentra en México. “Es el primero electrónico. Fue creado en los años 20 del siglo pasado y emite ondas de radio. Toca sonidos tanto graves como agudos, fuertes o dulces. Es un sonido difícil de describir, casi extraterrestre. Es como si viniera de otro mundo”, indicó Gasançon.
El bien común y la paz
Para ambos directores, el bien común y la paz son dos de los mensajes más importantes en Juana de Arco en la hoguera, por lo que invitan a los jóvenes universitarios y al público en general a no perder esta oportunidad única para ver un montaje de gran belleza. “Juana es inquebrantable. (La pieza) nos reta al objetivo del bien común. Ella termina diciendo: ‘no hay nada más hermoso que dar la vida por lo que se ama, por los otros’. Tenía una gran vocación de servicio y determinación. También es un mensaje contra la apatía”, remarcó Claudio Valdés.
“Es un mensaje de amor, de paz y de tranquilidad. Frente a la muerte, cada uno puede encontrar un momento de paz y un momento de encontrarse con Dios o con quien crea. Son escenas realmente emotivas”, dijo Sylvain Gasançon.
El texto de la obra está en francés y latín, pero será traducido de forma simultánea para su total comprensión. Las partes actuadas estarán en español.