“La biblioteca negra”, propuesta performativa sobre los excedentes editoriales

El proyecto se presentará en el Museo Universitario del Chopo. Foto: cortesía Museo Universitario del Chopo.
La Biblioteca Negra. Obra editorial performativa” es un proyecto impulsado por los artistas e investigadores Gabriela Halac y Lluc Mayol, que se centra en el análisis de las políticas de edición y en cómo afectan la relación del libro con el mercado y las bibliotecas. Consiste en la recolección de ejemplares excedentes que son catalogados, para luego desarrollar una sesión en la que el público asistente los pueda intervenir, guiados por los coordinadores de la iniciativa.

“La biblioteca negra” atraviesa épocas, geografías y disciplinas, abordando la idea del libro como un cuerpo político. A partir de una práctica de la edición expandida, se articula una propuesta que desborda los límites convencionales de lo bibliográfico, invitando al público a reconsiderar los modos de producción, circulación y sentido de los libros.

El proyecto parte de una historia de resistencia: en 1976, durante la dictadura argentina, una pareja decidió enterrar su biblioteca en un pozo de cal para protegerla de la represión. Décadas después, el hijo de la pareja y una editora recuperaron, mediante una excavación, 16 paquetes que contenían los libros enterrados.

De esa experiencia nació Páginas en negro, un texto que propone la edición como una práctica forense, reflexionando sobre la materialidad del libro y su capacidad para resistir y mutar, al tiempo que cuestiona las prácticas excesivas de la producción editorial contemporánea.

Las primeras activaciones de “La biblioteca negra” se realizaron en 2022. Se activaron en una suerte de “trabajo en proceso” en diversos espacios e instituciones en Argentina y España, con el deseo de integrar otros libros excedentes, que son fermentados y compostados, a través de un singular proceso de edición, para transformarlos en cuerpos que han dejado atrás sus antiguas funciones para emerger como “otros libros”.

Un nuevo ciclo se realizará en el Museo Universitario del Chopo durante enero y febrero. Forma parte de una residencia de Mayol y Halac que despliega todas las dimensiones de la iniciativa: expositiva, escénica, formativa e investigativa. Al público se le invita a participar en una reflexión colectiva sobre el libro como cuerpo, afectado por las mismas violencias y tensiones que enfrentamos los seres humanos bajo un sistema de producción y consumo excesivo e insostenible.

Su trabajo tiene el propósito de cuestionar la responsabilidad tanto de la industria editorial como de los usuarios sobre cada ejemplar, al tiempo de proponer nuevas formas de entender la materialidad del libro, así como su potencial transformador en distintos espacios culturales.

“La idea es encontrar un puente entre la historia de los libros y la vida actual, donde muchos aún enfrentan dilemas similares en torno a la posesión y a la circulación de la literatura. El nombre ‘La Biblioteca Negra’ responde a un proyecto anterior, ‘La Biblioteca Roja’, que se centró en la recuperación de libros prohibidos durante la última dictadura militar en Argentina. Este otro proyecto dialoga con ese antecedente, reafirmando su papel como cuerpo político en la sociedad”, comentó Halac.

La iniciativa tiene como punto de partida el texto Páginas en negro, de Halac, que se centra en la edición como práctica forense y en la dimensión telúrica del libro.

“La biblioteca negra” se activa en etapas, concibiendo a los libros como objetos escultóricos mutables, y al proceso editorial como una práctica performativa a modo de laboratorio ciudadano que investiga sobre políticas de extracción y supervivencia para imaginar otras formas de producción de libros.

Busca abrir un diálogo sobre la situación histórica de los libros, conectando su pasado con dinámicas contemporáneas, para entender la materialidad del libro y su potencial transformador en distintos espacios culturales.

“‘La Biblioteca Negra’ es un concepto en constante crecimiento que nos invita a reflexionar sobre el destino de los libros y la materialidad que los acompaña. La idea es que el público pueda interactuar y participar de manera activa. Dado que las entradas son limitadas, recomendamos al público estar atento al proceso de inscripción en la página del Museo”.

Este proyecto no sólo se enfoca en materiales específicos, sino que abre un diálogo sobre el tipo de libros que se consideran excedentes por sus propietarios.

“Al iniciar cada etapa buscamos y recibimos una amplia variedad de donaciones. No discriminamos el tipo de material que puede ser considerado como excedente; nuestro interés radica en entender qué criterios determinan esta clasificación. Esto significa que incluso un libro nuevo y retractilado puede ser considerado un excedente, dependiendo de diversas circunstancias”.

“Esta iniciativa se inscribe en un contexto más amplio relacionado con la producción capitalista. Al igual que la industria textil, donde la sobreproducción puede dar lugar a exceso de materiales. En el mundo editorial también observamos un fenómeno similar. Hay una falta de medidas claras y coherentes en la producción de libros. Nuestra labor consiste en otorgar un significado distinto a la relación que tenemos con los libros”, concluyó Halac.

La serie de activaciones iniciará el 23 de enero en el bar del Museo Universitario del Chopo, con una charla en la que se abordarán las temáticas del proyecto, mientras que las funciones se llevarán a cabo los días 30 y 31 de enero y 6 y 7 de febrero a las 20 horas, 1 y 8 de febrero a las 19 horas y 2 y 9 de febrero a las 18 horas.

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