Museo Universitario del Chopo
La casa salvaje: un viaje al fondo del vientre materno
Mariana Giménez dirige el ejercicio escénico desarrollado a partir de la novela Casas vacías, de Brenda Navarro
Cierto día de pandemia y pleno encierro, la actriz Irene Azuela le tocó la puerta a su vecina Mariana Giménez, como ella, mujer de teatro. “Tienes que leer esto”, le dijo. Era Casas vacías, la exitosa primera novela de la escritora mexicana Brenda Navarro.
“Es una lectura tremenda”, comenta Giménez, directora escénica. “La verdad no podía con ella. Tuve que dejarla. Pero cuando la retomé, ya no pude soltarla”.
Casas vacías narra la historia paralela de dos mujeres: la de una madre que pierde a su hijo pequeño en un parque y la de la mujer que se lo roba.
“Lo que nos impactó fue la violencia de la historia, pero queríamos indagar sobre el contexto”, explica la artista escénica sobre el germen de la puesta que estrena el 11 de mayo en el Museo Universitario del Chopo: La casa salvaje.
“Detrás de la anécdota terrible hay muchos vectores que tocan el tema complejo de la maternidad y todo un universo social, ancestral, patriarcal que empuja y determina. Cuando ocurre algo como las desapariciones forzadas, tendemos a pensar que es un mal social que no tiene que ver con nosotros, pero no es así.”
Más allá de escenificar una novela exitosa y magistralmente escrita, subraya Giménez, se trata de un proyecto que pretende indagar sobre la naturaleza de las maternidades.
La idea de esta escenificación fue de Irene Azuela, quien con Berenice González encabeza Caballeras Producciones. Con Mariana Giménez en la dirección, convocaron a la actriz Mariana Villegas para construir este relato en el que la figura de la madre es fuerza vital y a la vez brutal. Una reflexión sobre la realidad que subyace a la idealización del universo materno.
La puesta es resultado de un ejercicio escénico que comenzó por acercarse a un enigma: todos los hombres y mujeres provenimos de una madre, explica la directora de escena. Para desarrollar el discurso utilizó una herramienta pedagógica que ha explorado en su trabajo desde hace muchos años y que consiste en construir historias de ficción a partir de los objetos de la infancia que lleva cada una de las involucradas en el proyecto.
Una manta tejida por la abuela para su bisnieto, una boleta de calificaciones, un caballito de juguete, una carta escrita en la niñez a la madre… “Estos objetos fueron nuestro hilo de Ariadna para ir al vientre materno. Este ejercicio mostró lo que salta a través del objeto y es algo muy salvaje: el vínculo que tienes con tu madre”.
Las historias que surgieron de ese trabajo de taller se entretejieron con lo que se cuenta en el libro de Brenda Navarro y en otro texto de no ficción que reflexiona sobre lo salvaje en la maternidad.
“Este libro dice algo que me atravesaba: que toda maternidad es salvaje, que la angustia del mundo se puede resumir en que venimos de una mujer, de un vientre que nos acompaña en nuestro nacimiento, pero nos vamos a tener que ir solos. Toda maternidad es un abandono; quizá no voluntario, pero el desamparo de la vida en el que estamos todas y todos tiene que ver con que el abandono es inevitable”, señala Mariana Giménez.
“Por eso llamamos a esta puesta La casa salvaje, es un juego entre Casas vacías y la maternidad salvaje, porque el vientre es una casa de la cual somos expulsados con mucha violencia, querámoslo o no. Para nosotras fue duro este trabajo, pero intentamos tener un espíritu lúdico al buscar la huella de la madre.”
La obra es una invitación a cuestionar la imposición de una mirada idílica de la maternidad y del universo construido alrededor de la figura de la madre, a reconocer que existe una presión para someterse a un sacrificio involuntario por el solo hecho de ser mujer y que, en todo caso, ese sacrificio debe ser una decisión personal.
Con una hora de duración, La casa salvaje se presenta del jueves 11 al domingo 28 de mayo de 2023, en el Foro del Dinosaurio del Museo del Chopo. Funciones: miércoles 24, jueves 11, 18 y 25, y viernes 12, 19 y 26 a las 20 horas; sábados 13 y 20, 19 horas, y domingos 14, 21 y 28, 18 horas.