Pablo González Casanova y las ciencias sociales
La democracia no puede reducirse a la cuestión electoral
Segunda mesa redonda en el centenario del exrector e investigador emérito de la Universidad Nacional
Al participar en la segunda mesa redonda Las aportaciones de Pablo González Casanova a las ciencias sociales: ¿Democracia en México de 1918 a 1963?, organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), los académicos universitarios Georgette José Valenzuela, Francisco Reveles Vázquez y Miguel Armando López Leyva plantearon que vivimos una democracia mermada o estamos lejos de ella.
En el marco de los festejos del centésimo aniversario del exrector e investigador emérito Pablo González Casanova, el director del IIS, Armando López Leyva, dijo que si se leen los dos primeros capítulos del libro del homenajeado, La democracia en México, se encontrará una descripción lo más precisa posible del autoritarismo mexicano.
Consideró que cuando se editó dicha obra no era fácil hablar de la democracia en momentos en los que no existía, y ese era un aspecto que González Casanova no aludía. “No conozco la historia de cómo don Pablo le puso este título al libro, pero sospecho que era más fácil ponerle así justo por la polisemia del concepto, e incluso por las pretensiones democráticas del régimen autoritario”.
En el primer capítulo había una serie de condiciones que Pablo González Casanova describió como la estructura formal, vertical y autoritaria, salvo con un matiz singular de la Suprema Corte de Justicia, por el papel que tenían los amparos, los cuales servían de manera relativa para moderar la arbitrariedad del Estado.
“El segundo capítulo, sobre lo que denominaría poderes formales, que hoy llamaríamos poderes fácticos, es un análisis de un autoritarismo bajo el nombre de un libro que aborda la democracia. Desde luego, ese régimen ya no existe como tal, sino una estructura casi idéntica a la Constitución de 1917.”
Esa democracia que pensaba don Pablo no es la que ahora tenemos. “Yo sí creo que vivimos una democracia mermada; hay quienes hablan de un franco deterioro hacia la autocratización, yo no estoy en eso, pero no es una democracia vigorosa la que hoy tenemos”.
Georgette José Valenzuela, investigadora del IIS, opinó que en el sistema formal estamos lejos de la democracia, pero más cerca, “a pesar de la organización de las elecciones que no la constituyen en sí, pensando siempre en que González Casanova ha dicho que ésta no puede reducirse a la cuestión electoral”.
Señaló que el autor de La democracia en México plantea básicamente, a partir del estructuralismo y el funcionalismo, la concepción de la marginalidad, de los que tienen y de los que no tienen; cree que ésta puede cambiarse con la educación política y la participación, fundamentalmente de los obreros, que atiende una concepción de materialismo histórico con respecto a que la lucha de clases está en manos de los obreros y no de los campesinos.
Indicó que la historia del desarrollo de la democracia ha producido, y lo sigue haciendo, una historiografía de tal magnitud en el mundo occidental que resulta prácticamente imposible conocer. Desde que estalló la Revolución mexicana hasta el día de hoy, la producción historiográfica, teórica-histórica sobre si fue una revolución o no, causas, características, logros y fracasos, etcétera, se sigue discutiendo y es abundante.
Antes de la publicación de La democracia en México, González Casanova editó dos trabajos. “Al día de hoy no existe una recopilación completa de los artículos hemerográficos y su relación con aquellos publicados en el libro por nuestro homenajeado y que, desde mi punto de vista, pueden considerarse como dos avances de lo que plantearía en esa obra”.
Uno de ellos fue publicado en un texto conmemorativo de los 50 años del estallido de la Revolución mexicana, agregó, y el otro apareció originalmente en inglés en 1966 y en español en 1972, sobre la vida o muerte de ese conflicto armado en el país. Ambos ensayos muestran el pensamiento crítico y propositivo de Pablo González Casanova.
Francisco Reveles Vázquez, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, señaló que si se le pregunta a Pablo González Casanova si hoy estamos más cerca o más lejos de la democracia, habría que cuestionarle si “estamos más cerca o lejos del socialismo, porque esa es su preocupación fundamental, no la democracia. Ahora nosotros la hemos colocado como la utopía, como el destino de nuestras sociedades”.
Primero “tendríamos que revisar esa pregunta nosotros mismos y, por otro lado, descubrir que en esa construcción y reconstrucción de nuestro horizonte de futuro están las luchas políticas por el poder, y los distintos actores que Pablo González Casanova analizó en estas obras y que continúa haciéndolo después, incluso en las cuales participa y mantiene la utopía original que traía desde antes”.