Muchas veces se oculta en el aislamiento, la soledad o en estados de ánimo sin entusiasmo ni ganas de vivir, la depresión es un trastorno mental muy presente en diferentes países, que no distingue entre edades, género o culturas, coincidieron dos especialistas de la UNAM.
“La tristeza es una emoción que puede llegar a presentarse en diversas ocasiones, y es absolutamente normal. Sin embargo, vamos a tener un trastorno depresivo cuando la tristeza dura más de dos semanas y es sólo un síntoma dentro de otros más”, explicó Laura Barrientos Nicolás, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Reconoció que es un trastorno mental muy frecuente. “Se habla de que alrededor de 350 millones de personas en el mundo tienden a presentar depresión, una cifra muy alta” señaló.
Al hablar en ocasión del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión celebrado el pasado 13 de enero, la experta añadió que, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, este trastorno es la segunda causa de discapacidad a nivel mundial, y se estima que en 2030 será la primera si no existen cambios en las estrategias para atenderla a tiempo, pues afecta en lo emocional, laboral, social y económico.
Reconoció que México ocupa el lugar 16 mundial en este padecimiento, el cual afecta al ocho por ciento de la población y tiene una prevalencia de cinco a 17 por ciento. “Las mujeres están hasta tres veces más en riesgo de padecer depresión, pero cuando ésta es grave, los hombres cometen suicidio de forma definitiva, con ahorcamiento, usando armas de fuego o lanzándose al vacío”.
En su oportunidad, Lucía Amelia Ledesma Torres, académica de la División de Estudios de Posgrado de la FM, dijo que los síntomas a los que las personas con depresión deben estar atentas son: una tristeza continua durante dos semanas, episodios de ansiedad, incapacidad para sentir placer (anhedonia), cambios en el apetito (que aumenta o disminuye) y en los patrones de sueño (dormir mucho o tener insomnio), irritabilidad y dificultad para arrancar el día (por ejemplo para levantarse de la cama o bañarse).
La especialista reconoció que un 50 por ciento o más de la población no identifica la depresión y no acude a consulta, por lo que es importante reconocer los síntomas y tener información sobre este padecimiento que está presente en todas las etapas de la vida, especialmente entre los 20 y 50 años (edad productiva), en edad infantil y adolescente, donde hay un 11.5 por ciento de pacientes entre los cuatro y los 16 años, y entre los adultos mayores, donde las cifras van del 50 al 74 por ciento, muchas veces asociadas a otras enfermedades.
Ledesma Torres reconoció que más del 50 por ciento de los suicidas padecían depresión, y por ello es fundamental diagnosticar y tratar a tiempo esta afección, así como abatir el estigma de la falta de salud mental, la cual debe atenderse en hospitales.
Acerca de la depresión y la pandemia, la especialista compartió que, de acuerdo con la Organización Panamericana para la Salud, durante la contingencia existió un aumento de 25 por ciento a nivel mundial en los trastornos depresivos y de ansiedad.
En tanto, 2020 fue el año con más suicidios en México durante una década, pues mientras en 2010 ocurrieron cinco mil 12, en 2020 hubo siete mil 896, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Para saber qué hacer, Ledesma Torres recomendó tener un buen diagnóstico, monitoreo y evaluación de los síntomas; identificar factores asociados y estresores para disminuir su impacto; favorecer el autocuidado y la adopción de estilos de vida saludable que refuercen el bienestar psicológico; psicoeducar a la población y a los familiares de los enfermos para que puedan identificar los síntomas y ayudar a su ser querido; y desarrollar normativas dirigidas a la salud mental a través de campañas de detección oportuna.
Por último, Barrientos Nicolás insistió en que se deben invertir muchos más recursos económicos en salud mental, y destacó la labor de la UNAM para brindar información y servicios profesionales en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la FM, y en los asistenciales de la Facultad de Psicología y en los cursos de formación de posgrado para tener nuevos especialistas en este campo.