Cumple 45 años de vida
La FES Aragón, polo de desarrollo académico
Ha dado lustre al oriente del Valle de México con la calidad y excelencia de sus docentes y alumnado.
Han transcurrido nueve lustros desde la fundación de la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Aragón, hoy Facultad de Estudios Superiores (FES). Son ya más de cuatro décadas de trabajo continuo de académicos, trabajadores y funcionarios que en conjunto emprendieron la labor educativa el 16 de enero de 1976, fecha de inauguración de ese polo de desarrollo académico.
Ubicada en la zona norte del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, esta unidad multidisciplinaria dio continuación al proyecto de llevar educación superior a las franjas periféricas de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Ahí se inició la aventura de los fundadores, encargados de convertir este espacio árido en un centro educativo, cultural y deportivo.
Con la puesta en marcha de ésta y las otras multidisciplinarias –Acatlán, Cuautitlán, Iztacala y Zaragoza–, el proyecto de reforma y descentralización de la UNAM de mediados de la década de 1970, cuyo objetivo fue llevar a esas regiones de la ZMVM estudios de nivel superior, cobró vida y llevó con él la máxima aspiración de que donde se asentaran estas entidades, contribuirían a impulsar el avance en los ámbitos regional y nacional.
De esa manera, el sábado pasado la FES Aragón cumplió 45 años de formar profesionales con una visión integral en las áreas de las Ciencias Físico-Matemáticas y las Ingenierías, Ciencias Sociales, así como en las Humanidades y las Artes, y ha logrado posicionarse como una institución sólida en la preparación de sus egresados mediante la docencia, la investigación multidisciplinaria, la difusión cultural y la práctica deportiva.
Además, su crecimiento académico se impulsa favorablemente por medio de los estudios de posgrado que en la Facultad se imparten, mismos que son reconocidos por su calidad y excelencia, y cuya oferta incluye las áreas de Derecho, Economía, Arquitectura, Ingeniería Civil y Pedagogía.
Una institución madura
A 45 años de distancia, se consolida como una institución madura, punta de lanza en el quehacer cotidiano de la Universidad de la Nación. Así lo ha demostrado con relevan- tes trabajos académicos y de investigación, junto con las labores que favorecen a las poblaciones más vulnerables. Misión que, además de evidenciar su compromiso con el país, la reafirman como un referente educativo en aquella zona mexiquense.
“Es uno de los polos de desarrollo académico más importantes que tenemos en esta zona”, asevera el director de la FES Aragón, Fernando Macedo Chagolla.
Explica que esa Facultad atiende una población universitaria equiparable a la de un pequeño municipio. “Tenemos una comunidad bastante grande, constituida por 20 mil alumnos, más de mil 700 docentes y un número significativo de trabajadores. Día a día es un logro considerable hacer que todo esto funcione”.
En la FES Aragón se imparten 14 licenciaturas en el sistema escolarizado y tres más en la modalidad abierta, todas ellas acreditadas tanto nacional como internacionalmente, lo que demuestra que la excelencia es prioridad y los resultados son evidentes: “La FES Aragón cuenta con un gran historial de egresadas y egresados exitosos; varias de nuestras licenciaturas han sido calificadas dentro de los primeros lugares nacionales y la presencia en el exterior de este campus ha trascendido al grado de posicionarse, en 2018, como la entidad de la UNAM con más estudiantes en el extranjero”.
En cuanto al impacto de la FES Aragón en su entorno, Macedo Chagolla dice que cuando esa Facultad se creó, se planteó que una institución de educación superior con esas características podría generar un gran desarrollo académico en esa zona del Valle de México, y en efecto, así ocurre.
Puntualiza que de los 20 mil alumnos que conforman esa matrícula, la mitad radica en las zonas aledañas a la unidad multidisciplinaria, es decir “en la frontera entre el Estado de México y Ciudad de México, en particular en los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec, pero también en la alcaldía Gustavo A. Madero”.
Asimismo, opina que las y los 178 mil 181 estudiantes matriculados en Aragón han ayudado a generar un impacto fuerte en sus demarcaciones de residencia, además “tenemos egresados de éxito en varias de las áreas académicas que se desarrollan en nuestra Facultad”.
Ante ello, añade, “nos sentimos orgullosos de coadyuvar de esta forma al avance de la sociedad, en particular en esta zona, un vértice que se genera precisamente entre tres demarcaciones, un radio pequeño, pero que ha permitido transformar la vida de muchos jóvenes y sus familias”.
Recuerda que cuando la entonces ENEP Aragón fue designada Facultad (2005) fue un incentivo para desarrollar los cuadros académicos y empezar a profundizar más en nuestra actividad, no sólo desde el ámbito de la docencia en la licenciatura, sino incursionar en la investigación y en la formación de profesionales con los más altos estándares.
Aparte, abunda, la condición de Facultad fue el reconocimiento a una comunidad universitaria que ya venía realizando un esfuerzo para alcanzar esta transformación. “En 1985 se constituyó la División de Estudios de Posgrado e Investigación en este campus, camino que permitió un salto cualitativo importante tanto para la FES Aragón como para la vida académica de muchos de nuestros docentes”.
De entonces a la fecha los posgrados han crecido con un impacto significativo en la docencia y la licenciatura, lo que refleja la calidad académica, apunta el director.
En ese sentido, externa que los rankings nacionales colocan a la FES Aragón dentro de las primeras facultades de la UNAM por el nivel de enseñanza que ahí se imparte, y en ello el posgrado, sin duda, es una de las herramientas que ha aportado a esa superación.
En cuanto a la cobertura escolar, indica que se tienen cifras históricas en el número de alumnos inscritos y en la cantidad de programas académicos, con el paso de los años se ha incrementado la oferta tanto en la licenciatura como en el posgrado.
Sin embargo, menciona, uno de los aspectos más relevantes es que prácticamente todos los planes de estudios han sido acreditados, “esto es algo trascendente porque es la evaluación por parte de terceros, lo que da la certeza a la sociedad de que se están utilizando los recursos del Estado en forma adecuada”.
Asimismo, agrega, en el Sistema de Universidad Abierta “también tenemos acreditados nuestros programas de manera independiente. De hecho, contamos con más acreditaciones que carreras que ofrecemos, es algo particular, y esto obviamente se refleja en la calidad de la enseñanza”.
Además, están incursionando en el terreno de las acreditaciones internacionales, en el que la licenciatura de Derecho, tanto del sistema escolarizado como en la modalidad abierta, recibió su respectivo aval, lo mismo las carreras de ingeniería, de las cuales “estamos a la espera de que el organismo respectivo nos envié el reconocimiento”.
Remarca que la Facultad de Estudios Superiores Aragón, con 45 años de existencia, es una entidad universitaria madura en la que las primeras generaciones de aragoneses egresados hace cuatro décadas, están concluyendo su ciclo laboral y dejan sus primeros frutos. “En los próximos 10 o 20 años seguiremos observando el impacto de nuestra calidad”.
Esto permite saber en primer término qué se está haciendo bien y qué se debe cambiar. “Mucha de esta experiencia ha permitido modificar y actualizar los planes de estudio, de tal manera que consideramos que nuestra Facultad está tomando una personalidad propia”.
Asimismo, precisa que los alumnos de la FES Aragón son diferentes a los de otras instancias de la propia Universidad Nacional, pues se trata de jóvenes para quienes la educación se convierte en una oportunidad para salir adelante.
“La mitad de ellos vive en los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec, así como en la alcaldía Gustavo a Madero, circunscripciones donde las condiciones económicas no son las más favorables, por lo que la educación se convierte en una herramienta para trascender.”
Retos
En este momento, “en la condición de distanciamiento físico en el que nos encontramos por la crisis sanitaria por el coronavirus, debemos ser creativos e innovar los actuales procesos educativos y buscar que al final de esta pandemia las buenas prácticas de enseñanza aprendizaje puedan llevarse de manera cotidiana a la formación de profesionales”.
De hecho, antes de la pandemia, “ya veníamos experimentando con algunos procesos de educación a distancia. Nuestro sistema es bastante sólido, contamos con tres licenciaturas del área de las ciencias sociales en esta modalidad: Derecho, Economía y Relaciones Internacionales que han implementado diversas tecnologías con buenos resultados, lo que nos ayudó a enfrentar la pandemia, pero también podría contribuir a replantearnos nuestros procesos educativos”.
El futuro nos ofrece una serie de opciones que debemos comenzar a explorar, la educación tal como la conocemos está cambiando, la enseñanza virtual nos lleva a subirnos a un tren que podría generar cambios trascendentes en el corto plazo, concluye Macedo Chagolla.