Los sueños de una veterinaria
La historia detrás de la egresada que llevó una borreguita a Las Islas de CU y se volvió viral
Guadalupe García Gabino, de la FES Cuautitlán, obtuvo más de 41 mil likes y dos mil retuits
Lupita, como todos la conocen, se volvió viral hace unas semanas en la red social Twitter cuando publicó una foto junto a una borreguita en Las Islas de Ciudad Universitaria y obtuvo más de 41 mil likes y dos mil retuits.
Guadalupe García Gabino es egresada de la carrera de Médico Veterinario Zootecnista, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, y en diciembre pasado acudió con un cordero a la foto de generación que se tomaría en el campus central de la UNAM.
De acuerdo con la egresada de la FES, la idea fue de su mejor amigo de la carrera, Armando, quien un día antes le comentó de sus planes con la petición de que le ayudara a cuidar a la borrega. “Fue todo un éxito, prácticamente toda la generación se tomó fotos con ella”, afirmó Lupita.
Con la Biblioteca Central como escenario para perpetuar ese recuerdo de graduación, Guadalupe cumplía otras intenciones. Significó un homenaje a su abuelo Cupertino Gabino, Cope, como le gustaba que lo llamaran, ya que siempre le entusiasmó que su nieta le ayudara a cuidar los corderos.
“Cuando lo íbamos a visitar, siempre le decía que quería ser veterinaria cuando fuera grande y él me decía que sí, para que le ayudara a cuidar las borregas. Yo lo acompañaba a pastorear, él sí me veía cumpliendo mi sueño.”
Esa foto de Lupita con toga y birrete era además parte de una promesa por cumplir, ya que siendo una niña de tres años tuvo como regalo dos cachorros, pero uno enfermó y no tenían los recursos para llevarlo al veterinario.
“El perro se puso muy mal y el día viernes mi papá me dijo que si el perro aguantaba a que él cobrara lo de su semana, lo llevábamos al veterinario. Mi papá llegaba como a las seis de la tarde y el perro se murió como a las cuatro”, rememoró la egresada.
Ese mal recuerdo de niña la acompañó desde entonces, y le dio las fuerzas para forjarse un objetivo. “Antes de que el perro muriera yo le supliqué que por favor no lo hiciera, que aguantara, que cuando yo fuera grande iba a ser veterinaria y lo iba a curar. Después el perro se murió”.
Veinte años después Lupita logró su meta y ahora es una de las tres mil 258 egresadas de la carrera de veterinaria que la FES Cuautitlán tuvo en el ciclo escolar 2022-1.
Siempre supo cuál era el camino que tenía que seguir. “Desde que tengo memoria pasaba enfrente de la Facultad en la combi y sabía que quería estudiar ahí; de hecho, siempre supe que me formaría en el campo cuatro”.
Durante su estancia como estudiante en la FES disfrutó el rancho dentro de las instalaciones de la entidad universitaria y se involucró en todos los módulos que pudo de la licenciatura. En las vacaciones hacía horas de voluntariado para poder estar con los animales, que en muchas ocasiones fueron su terapia. “A veces, cuando sentía que no podía con la carrera o terminaba un examen muy difícil, me salía del salón e iba a los corrales. Estar con los animales me hacía bien, ellos me motivaban a seguir”.
Lupita enfrentó varios obstáculos, durante los cinco años de estudio, el primero de ellos fue el económico, que resolvió intercalando sus clases con un trabajo de medio tiempo; pero también estaba el familiar, ya que sus padres no estaban de acuerdo con la profesión que había elegido. “Yo me aferré y me aferré. Ahora ver que estoy aquí, que ya lo logré me hace sentir muy orgullosa”.
En sus planes está titularse y para ello se incorporará al programa de servicio social Investigación y Desarrollo Agropecuario en el municipio de Irapuato, Guanajuato, donde dará asesorías a productores de escasos recursos y tendrá la opción de titularse. “Sé lo que es eso, sé lo que es no tener dinero y necesitar un veterinario, y si ahora que terminé la carrera puedo apoyar, es lo que quiero hacer”.
A los jóvenes que ahora están por iniciar una licenciatura les aconseja que se aferren. “Esto es de aguante”. Lo más importante es fijarse un objetivo y que se trabaje lo que sea necesario hasta llegar a él. Sobre todo piensa en las mujeres, ya que en el campo, comentó Lupita, se cree que “no la vamos a armar”, porque es muy pesado, lo cual no es cierto. “Aquí en veterinaria y siendo mujer en primer semestre pude derribar un toro con una cuerda y la técnica adecuada. ¡Claro que se puede! Si pude con eso, también puedo con las ideas machistas”, finalizó.