Ciclo Investigadoras Pioneras

La ingeniería no sólo resuelve problemas, los previene: Cristina Verde

Foto: archivo Gaceta UNAM.
La ingeniería no sólo resuelve problemas, también debe prevenirlos y no olvidarse de los sistemas de control automático, afirmó Cristina Verde Rodarte, en la última conferencia del ciclo Investigadoras Pioneras del Instituto de Ingeniería (II).

Actualmente, las infraestructuras con mal mantenimiento y los cambios ambientales “nos han colocado en una fase de vulnerabilidad global. El reto es la predicción de condiciones de riesgo de manera permanente”, añadió en la conferencia titulada “Atraída por el control automático: tecnología indispensable, ubicua e invisible”.

En la sesión presidida por Rosa María Ramírez Zamora, directora del Instituto, Verde Rodarte, primera mujer doctorada en Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Duisburgo Essen, Alemania, resaltó la capacidad del área de control automático en el desarrollo de tecnologías robustas y seguras en ingeniería.

El objetivo principal de un sistema de control, explicó la experta, es gobernar procesos físicos complejos, compensando perturbaciones e incertidumbres a través de la retroalimentación, sin intervención directa de los humanos. Dicha tecnología se cultiva en diferentes campos del conocimiento y utiliza por herramientas de trabajo las matemáticas y la ingeniería.

Los sistemas de control automático tienen tres propiedades: lo invisible, lo ubicuo y ser indispensables.

“Mis primeras contribuciones en el área –rememoró– están relacionadas con lo que pasaba en los años 80: el problema de controladores robustos respecto a incertidumbres. Abordé dos problemas, uno asociado con el tren magnético de levitación, donde se buscaba frenarlo quitando el campo magnético de los rieles; y el segundo, relacionado con el control de una aeronave militar, cuya característica principal es la variabilidad ante cambios en velocidad y altura”.

Verde Rodarte sostuvo que fue acertado tocar las puertas del II al término de su doctorado; “encontré empatía y compromiso con colegas y becarios, además la comunicación entre autoridades y académicos era ágil y pronto me sentí cómoda y comencé a crecer como investigadora”.

Explosiones de fugas de gas, accidentes aéreos o los daños en sistemas complejos motivaron que tomara como política decir que “los sistemas de control deben diseñarse tomando en cuenta las fallas”. Se necesitaban más herramientas de estimación dinámica, reconocimiento de patrones, sensores por software y sistemas de control para detectar condiciones anormales, y reducir los tiempos de recuperación después de un accidente.

Aunque existen normatividades internacionales de seguridad, agregó la investigadora, estamos todavía lejos de llegar a lo que queremos. “Se necesita un sistema de diagnóstico que detecte fallas, nos diga cómo cambiar el control y, en condiciones extremas, un paro automático”.

Finalmente, Cristina Verde mencionó que el proyecto que más satisfacciones y “dolores de cabeza” le ha dado, ha sido ubicar fugas en ductos. Con el Instituto Mexicano del Petróleo y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, la idea fue diseñar un sistema para localizar fugas operativas en tiempo real en ductos de Pemex, donde también se detectaron tomas clandestinas.

Jaime Cervantes de Gortari, académico de la Facultad de Ingeniería, señaló que la presencia de las mujeres en la ingeniería, en general, aún no alcanza los números “que uno quisiera”, a pesar de que su calidad es indiscutible, y en el Instituto tenemos las mejores muestras de ello.

Cristina Verde Rodarte, destacó Cervantes, explica que el control automático es indispensable, ubicuo e invisible, y ha cautivado desde finales de los años 60 a generaciones de ingenieros mecánicos, eléctricos y electrónicos.

Las actividades de la doctora, en las que ha mostrado los alcances de la tecnología orientada al diseño de sistemas complejos y confiables, han sido reconocidas en numerosos foros académicos, apuntó.

La amplia experiencia que Cristina Verde ha logrado en su carrera profesional, destacó, la ha aprovechado en su labor docente que ha llevado a cabo en varias instituciones de educación superior en las que se ha desempeñado con rigor académico y exigencia con los alumnos. En 2005 la UNAM le concedió el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz por su labor académica y de apoyo a la institución.

Por último, la directora Rosa María Ramírez Zamora refirió que el ciclo de conferencias fue organizado por las autoridades del II y la Comisión Interna de Igualdad de Género de la propia entidad, a fin de reconocer a las investigadoras que han hecho aportaciones relevantes a la ciencia y la investigación aplicada, y para transmitirlas a la juventud y la comunidad, e inspirar a las jóvenes a estudiar alguna carrera de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas, y que compartan su talento en la solución de problemas nacionales.

Con esta conferencia, indicó, se cierra el ciclo que despertó un gran interés y que permitió mostrar el gran compromiso que las pioneras siguen entregando en cada uno de sus proyectos de investigación.

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