¿Puede la inteligencia artificial (IA) componer una obra musical? Hasta el día de hoy no. El Laboratorio de Innovación y la formación sinfónica de la Radio y Televisión Española lo intentaron pero no lograron su objetivo. ¿Sus conclusiones?: “Quizás hace falta algo más… que simplemente inteligencia. Hacen falta esas cualidades humanas que todavía las IA’s no son capaces de darnos” (https://lab.rtve.es/orquesta-ia/docutiktok).
En el campo de la escritura, Rie Kudan, ganadora del premio Akutagawa, uno de los más prestigiosos de Japón, admitió que recibió ayuda del ChatGPT (https://cnnespanol.cnn.com/2024/01/19/ganadora-premio-literario-japones-inteligencia-artificial-chatgpt-trax/).
Un último ejemplo de esta irrupción de la IA en nuestras vidas es la reciente investigación que habla de “un nuevo modelo de aprendizaje automático, nutrido con videos y audios grabados a un bebé desde los seis meses hasta su segundo cumpleaños, ha aportado nuevos conocimientos sobre la adquisición del habla en la infancia. Los resultados de este trabajo de investigadores de la Universidad de Nueva York ofrecen información sobre cómo aprendemos palabras y conceptos y servirá para desarrollar sistemas de IA que usen el lenguaje de forma más parecida a la humana” (https://www.agenciasinc.es/Noticias/La-inteligencia-artificial-aprende-sobre-lenguaje-a-traves-de-los-ojos-y-oidos-de-un-nino).
El gran reto para muchos es entender qué es la inteligencia artificial en todos los sentidos. “Es decir, cómo nos coloniza la vida”, afirma Juan Antonio Cruz Parcero, director del Instituto de Investigaciones Filosóficas.
Ante la IA debemos plantearnos desde la filosofía, por ejemplo, las cuestiones epistemológicas: “cómo estamos aprendiendo, cómo se está produciendo hoy en día el conocimiento, quién lo está generando, y cómo nos arrojan un nuevo concepto de verdad digital; la verdad que sale de los procesos del análisis de datos, a veces complejísimos, que el ser humano no puede hacer, pero que una computadora lo hace con mucha facilidad”, añadió.
Nueva manera de generar conocimiento
Cruz Parcero, también profesor de la Facultad de Derecho, precisó que “esto nos está arrojando una nueva manera de generar conocimiento. Estamos confiando demasiado en la IA, apostándole mucho a este saber, lo cual está ocasionando formas distintas de concebir la verdad. En la academia tenemos ya una penetración fuerte de todas estas aplicaciones en nuestras actividades cotidianas”.
Es una especie de revolución digital de la inteligencia artificial que está reconfigurando la forma como aprendemos, conocemos y cómo determinamos lo que es verdadero, acotó. “Y, claro, surge una serie de problemas sobre cómo validamos esa información, qué tanto debemos confiar en ella. El asunto de los algoritmos se convierte en uno de los grandes temas de cómo y quiénes están generándolos, con qué sesgos, con qué intencionalidad”.
Lo anterior, señaló, se convierte en toda una reflexión ética, política, jurídica… sobre cuáles son las medidas para contener algo que parece incontenible, una especie de avalancha tecnológica que a veces parece imparable.
Advirtió que “hay otra dimensión que los filósofos han destacado: la ontológica, de cómo la realidad cobra un nuevo sentido; ahora ésta es virtual. Existimos en mundos virtuales, convivimos con ellos. Tenemos expectativas de que esas realidades transformen nuestro modo de vivir, nuestra forma de concebir, por ejemplo, lo bueno, lo satisfactorio para el ser humano”.
Se genera, subraya, una especie de visión “de hacia dónde debe ir el ser humano; el ser humano entretenido, aquél satisfecho por sus aplicaciones, Alexa, Siri, con las que interactúa. Esto genera justamente una otredad, porque ya no estás conversando con tu familia, ¡o con tu perro!, sino con una máquina en tu casa que está aprendiendo de ti. Sabe cómo responderte, qué quieres, te lo sugiere, empieza a interactuar como sujeto contigo”.
Lo anterior, dice, cambia todos estos aspectos de la pregunta: ¿qué es el ser humano? ¿Qué es lo humano y qué tan humana es esta inteligencia que estamos generando? “Desde luego la estamos inventando nosotros, pero se está convirtiendo en algo que tiene capacidades y poderes superiores, en cierto sentido, a los de los seres humanos”.
Las humanidades y las artes tienen influencia para generar cambios, ideas. Cumplen un papel visionario, indicó. “Si pensamos en la literatura, por ejemplo, están las utopías, las distopías, que hay en la literatura universal, en las reflexiones filosóficas de grandes pensadores de la antigüedad que predecían cómo iba a evolucionar el ser humano, la tecnología. Y a veces nos sorprendemos de la capacidad visionaria de ciertos autores, y decimos que se está reproduciendo lo que dijeron”.