Entre ellos, elegir ser madre y amamantar
La lactancia permite ejercer diversos derechos
En diversas instancias universitarias se han instalado 15 salas que permiten lactar
La lactancia materna refleja el ejercicio de múltiples derechos como el que niñas y niños tengan una alimentación sana y gocen de salud; el de ser cuidados, cuidar y generar procesos de autocuidado de las mujeres además del derecho de ellas a elegir ser madre y amamantar a su bebé.
Así lo afirman las expertas de la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) de la UNAM, Gabriela Gutiérrez Mendoza y Aranzazú Belmont Flores, con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que este año tiene como lema “Cerrar la brecha: apoyo a la lactancia materna para todos”.
Subrayan que ésta debe darse en espacios adecuados donde se proteja la intimidad y la higiene de la madre y de su bebé, y destacan que en la Universidad se avanza en la implementación de lactarios que favorecen el ejercicio de estas garantías, la igualdad y el cuidado colectivo.
Gutiérrez Mendoza, jefa de la Unidad de Educación y Extensión para la Igualdad de la CIGU, explica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan que la leche materna sea el único alimento de los bebés en los primeros seis meses y se mantenga hasta los dos años, en combinación con otros alimentos nutritivos.
Sin embargo, la misma OMS indica que sólo 55 % de los bebés en América Latina y el Caribe son amamantados en la primera hora después de nacer; 43 % lactan en los primeros seis meses de edad; y sólo en 19 de 35 países de la región hay medidas legales relacionadas con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
La leche materna, agrega la experta, proporciona anticuerpos que se requieren en los primeros años de vida; además, protege de infecciones gastrointestinales, respiratorias y es un factor preventivo de obesidad, diabetes, leucemia, alergias, entre otros.
“Impacta también en el desarrollo cognitivo y en el coeficiente intelectual por la interacción que se da entre la mamá y su bebé. Les permite generar vínculos emocionales y psicológicos porque hay mucha cercanía en el momento de la lactancia”, asegura.
La madre se identifica más con su bebé pues al alimentarlo lo mira, va reconociendo su llanto, sus expresiones. “En el arrullo cambia la voz, puede ser más tierna, más dulce y eso genera tranquilidad en el niño o la niña, cuando hay las condiciones adecuadas para la lactancia”, añade.
Gutiérrez Mendoza agrega que las mujeres que lactan después del alumbramiento tienen un menor riesgo de sufrir hemorragias y presentar depresión posparto.
Es además una práctica con impacto económico porque disminuye el adquirir fórmulas especializadas, biberones y demás productos, y no genera residuos por el envasado o transporte de éstos.
En tanto, Aranzazú Belmont Flores, colaboradora de la Dirección de Políticas de Igualdad y No Discriminación, sostiene que lactar encierra también el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, el elegir ser madre o no, amamantar o no.
Actualmente, detalla, se han instalado 15 salas de lactancia en diversas instancias universitarias, las cuales visibilizan que la comunidad realiza a la par de sus labores, tareas reproductivas que contribuyen al sostenimiento de la vida, la salud y el bienestar.
“Se debe resaltar que existen las tareas de cuidados y que no solamente nos corresponde a nosotras, sino que es una labor colectiva: yo tengo derecho a cuidar, a que me cuiden y al autocuidado. Ahí se cruzan muchos aspectos, y en los lugares donde laboramos y estudiamos nos deben facilitar espacios para llevarlos a cabo individual o colectivamente”.
Gabriela Gutiérrez Mendoza también destaca que existen diversas normas en las cuales se considera como un derecho laboral que la mujer pueda lactar a su bebé o extraerse su leche; sin embargo, existe la percepción social de que durante el tiempo que destina a ello disminuye su productividad.
Belmont Flores explica que las salas de lactancia toman en cuenta en lo mínimo, un lavabo, un refrigerador, un sillón, un dispensador de agua y que sean espacios para llevar a cabo el cuidado.
Algunas de las instancias que cuentan con ellas son: la Dirección General de Personal, las facultades de Filosofía y Letras; Medicina y de Estudios Superiores Aragón; los institutos de Geografía, Biotecnología y de Investigaciones Jurídicas, la Unidad Coordinadora de Servicios de Apoyo Administrativo, los Consejos Académicos de Área, el Centro de Nanociencias y Nanotecnología. En la página https://coordinaciongenero.unam.mx puede consultarse el directorio completo.
Asimismo, señala que la Dirección de Política de Igualdad de la CIGU da acompañamiento para la habilitación de dichos espacios, los cuales deben visibilizarse, así como el promover y sensibilizar sobre los cuidados corresponsables en la Universidad.