La memoria del actor José Baviera se integra a la Filmoteca de la UNAM
Fue actor de Buñuel, Alejandro Galindo, Roberto Gavaldón o Julio Bracho, entre muchos otros y participó en más de 150 cintas. Su acervo personal es donado por su sobrino José Gerardo Guízar Bermúdez
Tl acervo personal del actor José Baviera se integra al Centro de Documentación de la Filmoteca de la UNAM. La donación estuvo a cargo de su sobrino, el doctor José Gerardo Guízar Bermúdez, profesor titular de la Facultad de Arquitectura de esta casa de estudios.
José Baviera, nació en la ciudad de Valencia en 1907. Inició su carrera artística en 1927, en el cine mudo, y llegó a ser director de Cinematografía del gobierno republicano español. Al término de la Guerra Civil se estableció en México, donde participó en más de 150 largometrajes, entre los que destacan Jesús de Nazareth (México, 1942) de José Díaz Morales; Casa de mujeres (México, 1942) de Gabriel Soria; La barraca (México, 1945) de Roberto Gavaldón, por la cual, en 1946, recibió el premio Ariel en la categoría de Coactuación Masculina, o El ángel exterminador (México, 1962) de Luis Buñuel, entre muchas otras. También colaboró con directores como Miguel M. Delgado, Alejandro Galindo, Gilberto Martínez Solares o Julio Bracho. Además, dirigió cuatro películas: Caribeña (México, 1953); Cuando vuelvas a mí (1953); El cristo negro (México, 1955) y Cinco vidas y un destino (México, 1957).
“Siempre fui un gran coleccionista; filatelista, de monedas y billetes. Así que esta donación yo la tenía pensada desde muy joven. La casa de mi tío era contigua a la de mis padres y me la pasaba ahí en las tardes desde pequeño. Mi tío me hablaba de España, de Europa, de edificios históricos, de su postura política. Era muy liberal y de izquierda, aunque ya se había hecho rico. Como era yo muy cercano, estuve a su lado cuando murió. Poco después, mi tía y mi madre comenzaron a deshacerse de algunas pertenencias, yo llegaba de tomar clases en la Universidad y sacaba todo lo que me interesaba de la basura. Fui creando el archivo poco a poco y pensaba que algún día lo pondría a buen recaudo. Y la pandemia, la idea de que me podría morir, me hizo pensar en donarlo”.
El acervo consta de cartas, un gran número de álbumes fotográficos, revistas, stills y muchos otros documentos. Incluso un anillo personal de Baviera.
Para Hugo Villa, director de la Filmoteca, el acervo de José Baviera se traduce en “un recorrido muy interesante e íntimo, a partir de la vida personal y la carrera de un actor cinematográfico, de la que fue, quizá, la época más productiva del cine mexicano. Una etapa todavía un poco heredera del teatro de revista, un cine que tenía asuntos típicos que sucedían en las comedias rancheras o en los melodramas urbanos, donde las carreras de los actores eran muy constantes y fértiles. Además, el acervo tiene el valor adicional de un gran contenido de materiales de teatro, que podrán ser consultados aquí. También nos habla del sindicato de actores de la época, que en su mayor momento de expansión logró una estructura de seguridad social para los trabajadores agremiados que después se replicó en las demás especialidades del cine”.
Por su parte, Antonia Rojas, jefa del Centro de Documentación de la Filmoteca, habló del enorme reto y trabajo que representa recibir y catalogar acervos y de lo satisfactorio que es. “Son más de cuatro mil documentos”, afirmó, refiriéndose al acervo de Baviera. “Procesar esa cantidad de información requiere de un trabajo constante y muy dedicado. Me llama la atención que la gente se pueda desprender de su historia, me sorprende que tengan esta capacidad para dejar ir y compartir con quienes nunca conocerán su historia familiar. Pero son documentos valiosos que se transforman en parte de la historia del cine mexicano cuando llegan a nosotros”.